CALAMARES ENCEBOLLADOS

Ingredientes (4 personas)

1 kg. de calamares
4 galletas María
2 dientes de ajo
500 grs. de cebolla (2 medianas)
AOVE (como 3-4 cucharadas)
Sal y pimienta
Pimentón dulce
2 hojas de laurel
Perejil
Arroz basmati para acompañar

Primero hay que cortar los calamares en aros (o pedir al señor del mandil y aroma a muelle que nos lo prepare). Acto seguido trituramos las galletas María y reservamos. Lo de las galletas me sorprendió cuando lo vi por primera vez pero luego queda genial porque hace de espesante y apenas tienes la sensación de estar desayunando... 

Picamos muy fina la cebolla, los ajos y el perejil. En una olla baja se echa el aceite y se sofríe todo unos 10-12 minutos a fuego suave. 

Se incorporan los calamares (limpios y secos), la sal, la pimienta, el pimentón (de la Vera, of course, el mío de Candeleda para más señas), las galletas trituradas y las hojas de laurel. Se tapa y se deja cocer como una hora a fuego lento. Lo suyo es ir viendo cómo de tiernos están los calamares. En esta receta no es necesario añadir agua por lo que la salsa quedará bastante espesa. De mojar pan, vamos.

Por último se cuece el arroz según recomiende el fabricante, pero en unos 12-14 minutos debería estar.

Se presenta el arroz con un molde y los calamares encebollados alrededor. ¡Y a mezclar tocan! 

Película ideal para degustar este plato: "SLEUTH" de Joseph L. Mankievicz (1972)

¿Por qué? Esta receta me sugiere un duelo interpretativo en toda regla, y puestos a pensar en grandes combates en pantalla, la última película del gran Mankievicz, estaría siempre en lo alto de la lista. En este plato el calamar (que sería sir Lawrence Olivier: de ácidos tentáculos) y la cebolla (que sería Michael Caine: que luce varias capas) luchan por destacar y vencer a su adversario. Pero por muchos giros sorpresivos que tenga la trama (o por mucho que remuevas la cazuela) al final, y como buen juego entre caballeros, acabarán inexorablemente en tablas... Y es que esa mezcla de talentos - o sabores - sí que os dejará una buena "huella"...