lunes, 22 de febrero de 2021

Humus de lombarda con tahini de Nueces de California

Animado siempre por Nueces de California, que anualmente me obsequia con un buen surtido, he decidido lanzarme con una receta de tapeo, de lo más vistosa, vegana y sorprendente. Un Humus donde la lombarda cobra protagonismo y colorea, y que se entremezcla de manera sutil con un magnífico Tahini casero de nueces y sésamo. Un combo de lo más sugerente, estimulante, de aplauso lento...

Esta receta no sólo está de morirse, además tiene buenos argumentos de salud para que la prepares. Toma nota: las nueces son el único fruto seco con una considerable cantidad de ácidos grasos Omega 3 de origen vegetal. ¿Esto qué hace? Pues te ayuda a mantener los niveles normales de colesterol en sangre. Suma además que son uno de los alimentos con más antioxidantes por ración y aportan proteínas, magnesio y fósforo. Un pequeño bocado que logra grandes beneficios para tu salud.


En esta ocasión le damos la oportunidad de formar parte de un Tahini e impregnar así su sabor al plato completo. El Tahini es una pasta hecha a base de sésamo que se usa en la cocina de Oriente Próximo, sobre todo como  parte de los humus (como el nuestro), patés (Baba Ganoush)...

Yo te propongo salirte un poco de la línea marcada y probar cosas distintas, hacer que tu paladar se sorprenda y aprovechar la buena materia prima en otras batallas culinarias. Hoy le damos caña a un humus original y fascinante. Receta fácil donde las haya. No hay excusas... ¡Mandiles arriba! 


Ingredientes 

Para el Tahini de nueces

  • 60 g de nueces de California
  • 1 diente de ajo
  • 2 cucharadas de sésamo tostado
  • 1 cdita de comino molido
  • 1 cdita de pimentón (picante o dulce)
  • Aceite de oliva suave
  • Sal y pimienta negra
  • Zumo de limón
Para el hummus 
  • 1/2 lombarda 
  • 1 diente de ajo
  • 1 cebolleta
  • Agua y sal
Tiempo: 35 minutos + 2 horas de reposo en nevera
Personas: 4-5
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Cocción

Trocea la lombarda, la cebolleta y el ajo. Lo pones todo en una olla con abundante agua y lo llevas a ebullición. Dejas cocer durante 30 minutos (hasta que veas que están blanditas.

Sacas y cuelas bien. NOTA: Puedes guardar parte de la lombarda (si ves que te sobra) en un bote de cristal esterilizado con un poco del agua de cocción y la usas en esa semana para otra receta: lombarda salteada con jengibre y salsa de soja por ejemplo. 

Turno del Tahini

Coloca en la picadora las nueces, el sésamo, el comino y el diente de ajo. Tritura todo hasta tener "una arenilla". Salpimenta al gusto y añade un poco de aceite y mezcla hasta tener una pasta. La cantidad es un poco a ojo. A mí me gusta que quede como en la foto de abajo. 



Vete añadiendo aceite a tu criterio. Importante que la pruebes para corregir lo que haga falta. CONSEJO: Puedes ampliar las cantidades que te doy y haces más de la cuenta y guardas para otras elaboraciones.

Remate final

Con la verdura bien escurrida pasamos a triturarla en un robot de cocina o en la batidora. NOTA: En este punto podrías añadir unos garbanzos cocidos para darle ese toque más de humus. Pero yo prefiero en este caso todo el sabor de la lombarda, que gobierne el plato junto al Tahini.

Nos tendrá que quedar una especie de paté con textura firme pero cremoso. A esta mezcla añadimos el Tahini (no hace falta todo, dos cucharadas, prueba y añade o frena) y trituramos todo junto. 

Dejamos reposar en la nevera bien tapado durante 2 horas. 

Cuando vayas a consumirlo sácalo media hora antes de la nevera. Y lo sirves en boles individuales con un poco de yogur natural por encima, unas nueces picadas y un poquito de guindilla molida. Acompaña con pan, crackers, palitos de cereales, crudités... y a disfrutar.

¡Que aproveche, hitchcookian@s!   

martes, 19 de enero de 2021

Ragú de berenjenas con polenta (Receta vegana)


Vuelvo un poco a la carga tras un patrón bloguero, pero espero ir retomando estos lares poco a poco. Y no hay mejor manera que regresar con un platazo vegano, trampantojo de altura, un bocado sano, divertido, original, loco, que no dejará a nadie indiferente... ni con hambre. Este "ragú" vegetoide te catapultará a otra dimensión culinaria. Berejenas y lentejas forman un dúo que formará parte de tu recetario desde ya perfectamente secundadas por una polenta cremosa a modo de escenario de sueños. 

Desde hace ya casi 1 año estoy en modo vegetariano (por convicción ideológica y felicidad en general) y mimando la comida, el producto, el bienestar animal, la salud planetaria y destapando el frasco de las esencias de la cocina vegeta. Todo un universo lleno de posibilidades y chifladuras maravillosas. Este plato es una buena muestra de ello.

Ni qué decir que yo me limito a inspirarte, a despertar tu lado cocinero y motivarte. Luego tú tuneas las recetas a tu antojo. Prueba con puré de patatas, cambia las lentejas por alubias rojas o frijoles, añade queso rallado a la polenta, juega con las especias y hierbas, usa algún resto de verdura que no pinte nada en tu nevera... No hay límite. Tu cocina, tus reglas. Dale caña y ya sabes... ¡mandiles arriba!  



INGREDIENTES 
  • 1 berenjena grandecita 
  • 100 g de lentejas 
  • 275 g de caldo de verduras
  • 1 cebolla
  • 1 zanahoria grande
  • 150 g de champiñones 
  • 2-3 dientes de ajo
  • 250 ml de vino tinto
  • 400 g de tomates enteros (una lata) 
  • 2 cucharadas de concentrado de tomate 
  • Sal, pimienta negra y Aceite de oliva Virgen Extra
  • Albahaca, Tomillo, romero... (opcional)
Para la polenta cremosa
  • 180 g de polenta
  • 1,5 l de caldo vegetal
  • 50 g de leche de avena
  • Sal y una pizca de cúrcuma
  • Aceite de oliva Virgen Extra 
Comensales: 4 
Tiempo: 45 minutos 

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Dando caña al ragú 
  1. Lo primero de todo será COCER LAS LENTEJAS. ¿Puedes usar lentejas ya cocidas? Sí. Pero lo natural ya se sabe... va sin conservantes ni gaitas. Y puedes hacer de más y guardar para hacer en otro momento un hummus o una buena ensalada. Yo las tengo hirviendo en agua durante 25 minutos (previo remojo).
  2. En una olla grande echa aceite de oliva Virgen Extra y sofríe la cebolla y la zanahoria picada. Esto te llevará unos 5-7 minutos. NOTA: Añade sal para que suden. 
  3. Corta los champiñones en trocitos y pica el ajo. Echas todo dentro y dejas que se cocine todo el conjunto. Buen momento para añadir pimienta negra recién molida y las especias: tomillo, romero, orégano, salvia...
  4.  Corta en dados la berenjena y los añades. Cocina todo unos 8-10 minutos a fuego moderado alto.
  5. Turno del vino tinto. Lo echas y dejas que se evapore el alcohol. NOTA: Buen vino, ¿eh? Seguid la máxima de "cocinar con el mismo vino que acompañarías el 
  6. Ahora echas el tomate concentrado, remueves para integrarlo y que aromatice y luego viertes la lata de tomates enteros y el caldo de verduras. Dejas cocinar todo 15 minutos a fuego suave. Al final añades las lentejas ya cocidas y escurridas y mezclas todo con cuidado. 


La polenta, acompañante perfecto
  1. Coloca el caldo de verduras al fuego y llévalo a ebullición. Cuando rompa el hervor apagas, dejas reposar y añades la polenta
  2. Mezcla todo bien bien. Salpimenta al gusto, cúrcuma y añade un poco de leche vegetal. En unos 12-15 minutos la tendrás más que lista. 

Sirve la polenta cremosa y la colocas como base o cama, sobre ella vierte el ragú de berenjenas y lentejas y decora con unas hojas frescas de albahaca y un chorrito de buen Aceite de oliva Virgen Extra. 

¡Que aproveche, hitchcookan@s! 

viernes, 16 de octubre de 2020

Albóndigas de boniato y setas con salsa Marinara (Receta de temporada)

En estos lares estamos entrando cada vez más en el maravilloso mundo vegetal como modo de alimentación. Y aquí os traigo una prueba infalible de ello: unas albóndigas de boniato (o batata o camote) con setas, arroz, especias y una salsa Marinara casera de aplauso lento. 

Esto es un espectáculo, pero para creerme tendrás que preparar estas pequeñas joyas gastronómicas.

Estamos en temporada de boniatos (de octubre a marzo) y hay que darles una salida a la altura de su sabor. Este tubérculo cada vez está más extendido entre nuestras cocinas (bajo contenido calórico y aporta vitamina B y C, además de calcio o potasio) y ya no sólo en platos salados, se amolda a cualquier receta que tengas en mente. En mi caso ha sido "rehacer" las clásicas albóndigas con tomate en formato "vegeta". El resultado es esta maravilla que podéis contemplar. Puedes llamarle un trampantojo si quieres, yo lo llamo: recetón de otoño.


Pero ya sabéis que yo soy un mero inductor, un motor para animaros a probaros en los fogones y a que vuestra memoria y sapiencia culinaria explote como está mandado. Podéis usar calabaza (también de temporada), o mezclar ambas. Podéis cambiar algunas especias y añadir comino y canela al estilo magrebí, o darle un toque mexicano con chile y lima. O un toque hindú con Garam Masala y cúrcuma. Haced una salsa de yogur en vez de tomate o incluso calzaos un bocata de albóndigas con aguacate laminado y mayonesa de cilantro... Esto va de lo que va: que disfrutes cocinando. Ni más ni menos.

Y sin más rollos nos bajamos al barro, echamos vino en la copa de avituallamiento y... ¡mandiles arriba! 

Ingredientes

Para las albóndigas vegetales

  • Boniato (500 g)
  • 300 g de setas 
  • 100 g de arroz cocido
  • 1 cucharada de Ras El Hanout
  • 1 cucharadita de pimentón ahumado
  • 1 cucharadita de pimienta negra 
  • 1 cucharadita de comino molido
  • 2 dientes de ajo
  • 1 cebolla o cebolleta 
  • Guindilla (opcional)
  • Harina de garbanzos (2-3 cucharadas), copos de avena o pan rallado.
  • Sal al gusto
  • Perejil y cilantro fresco picado
Para la Salsa Marinara 
  • 500 g de tomate entero (1 bote)
  • 2 cucharada de puré de tomate o tomate concentrado
  • 1 cebolleta y 2 dientes de ajo (o 2 chalotas)
  • Orégano y perejil
  • Albahaca fresca (si tienes)
  • Sal, pimenta negra y Aceite de oliva Virgen Extra
  • Un poco de agua o caldo de verduras 
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Tiempo: 1 hora + algo de reposo para asentar la mezcla
Comensales: 25-30 albóndigas
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Sugerencia de presentación en mesa.

Haciendo la mezcla

Lo primero de todo es cocinar nuestro boniato. Aquí ya se te abre el abanico de posibilidades: lo puedes asar durante 45 minutos a 180-200 grados (el tiempo dependerá del tamaño). Puedes cocerlo hasta que este tierno y luego saltearlo ligeramente para que coja aroma a tostado. O puedes hacerlo al vapor bien troceado. Ahí ya tendrás que tomar tú la decisión. Lo que se busca es que quede bien tierno.



Hecho esto echamos la carne del boniato en un bol amplio y lo trituramos con un tenedor. HITCHCONSEJO: Espera a que se enfríe un poco, no se trata de perder huellas dactilares porque sí. 

Por otro lado, pica finamente en brunoise (trocitos) la cebolla, el ajo y las setas. Calienta aceite en una sartén amplia y empieza a sofreír la cebolla con el ajo y una pizca de sal, para que sude. Al cabo de unos 5-6 minutos añade las setas picadas y sofríe todo bien, que quede perfectamente cocinado. 

Incorpora ese sofrito al boniato triturado. Añade el perejil y el cilantro picado y las especias. Te doy unas medidas orientativas, guíate por tu olfato y paladar para añadir más o menos según tu gusto. Salpimenta. IMPORTANTE: Ve probando cada vez para dar con tu toque maestro.


En ese punto añadimos el arroz blanco cocido (muy bien cocido, incluso un poquito pasado) y mezcla todo muy bien. Añade la harina o los copos de avena o el pan rallado para "aglutinar" la mezcla. Nos debe quedar algo blandita pero manejable. 

Tapa con papel film el bol y guarda en la nevera unas 2 horas. 

La salsa Marinara

Pica los ajos y la cebolla muy finamente. Y sofríe en una sartén con buen aceite de Oliva Virgen Extra hasta que estén transparentes (que no se quemen, ojo).

Incorpora el tomate concentrado y salpimenta. Ahora vuelca el bote de tomate entero, añade orégano y perejil y la albahaca fresca. HITCHCONSEJO: La albahaca fresca JAMÁS se pica a cuchillo, se queda el aroma bueno en el filo. Mejor siempre con las manitas. 


Remueve todo bien, añade un pelín de agua (cuando lo veas necesario para que no se quede una salsa muy compacta) y cocina unos 20 minutos con la sartén tapada y otros 20 destapada. Más o menos. Tú no te vayas muy lejos, por si acaso.

Yo no trituro la salsa, me gusta el toque rústico, encontrarme la cebolla y el ajo... 

Las albóndigas

Pasado el tiempo de reposo en frío, sacamos la mezcla y precalentamos el horno a 180-200 grados. Sí, vamos a hacer las albóndigas al horno, quedan de lujo. 

Forra una bandeja con papel sulfurado y echa un poco de aceite de oliva para evitar que se peguen en el proceso de horneado. Ve formando las albóndigas con las manos (ligeramente impregnadas de aceite) del tamaño que te plazcan, pero procura que tengan todas el mismo grosor. 


Las dispones en la bandeja. HITCHCONSEJO: Puedes congelar en este punto las que quieras. 

Hornea las albóndigas unos 40-45 minutos. No hace falta girarlas. 

Vuelca las albóndigas en la sartén de la salsa Marinara y remueve con cuidado para que se vayan mezclando y cogiendo el aroma de la salsa. Termina picando un poco de perejil fresco y se lo espolvoreas por encima al conjunto final.

¡Que aproveche, hitchcookian@s!

martes, 6 de octubre de 2020

Calabaza Tikka Masala con arroz jazmín (Veggie Indian Dish)



INGREDIENTES

Para la calabaza tikka
  • 400 g calabaza pelada
  • 2 dientes de ajo
  • 1 trocito de jengibre (al gusto)
  • 1 cucharada de Garam Masala
  • 1 cucharadita de comino molido
  • 2 cucharadas de yogur griego
  • 2 cucharadas de Aceite de Oliva Virgen Extra
  • 1 cucharadita de pimentón picante (o dulce)
  • Sal y pimienta negra 
Para el Masala 
  • 3 tomates 
  • 1 cebolla grande
  • 4 dientes de ajo
  • 1 cucharada de pasta de jengibre o un poco de jengibre en polvo
  • 1 yogur natural 
  • 4-6 granos de cardamomo
  • Unos granos de hinojo (opcional)
  • 2 hojas de laurel o de lima (le da un sabor brutal)
  • Aceite de Oliva o Vegetal
  • 2 cucharadas de Garam Masala 
  • 1 cucharadita de cilantro en polvo o comino 
  • Sal y menta o cilantro fresco
  • 350 g de caldo de verduras o agua 
Acompañamiento: Arroz jazmín con semillas de sésamo tostado
Tiempo: 1 hora (contando el macerado) 
Comensales:

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Elaboración

Lo primero, primerísimo de todo es ponerte un vino, una cerveza, un refresco, un Tinto de verano o un vermú. Que luego se nos olvidan las cosas buenas y no puede ser. ¿Lo tienes? Arrancamos. 

Calabaza Tikka

Pela la calabaza y trocéala en cuadrados. La idea es que sean de un bocado, que se noten y destaquen en el plato al final. Coloca la calabaza en un bol y añade el resto de ingredientes. HITCHCONSEJO: Prueba siempre para dar con "tu toque maestro" y agrega o elimina lo que creas conveniente. Tú mandas en tu cocina. No lo olvides jamás. 


Mezcla todo muy bien, tapa el bol con papel film y déjalo en la nevera como mínimo 30 minutos.

Mientras tanto a aprovecha y da un trago generoso a lo que te hayas puesto. ¿Mejor? Seguimos.

Vamos con el Masala. Nuestra salsa.

Pon aceite (o ghee, la mantequilla clarificada típica de la cocina india) en una sartén amplia y fríe durante 1 minuto las semillas de cardamomo (sin la vaina), de hinojo y las hojas de lima (si usas) y de laurel. La idea es que el aceite se aromatice y todo lo que venga detrás ya coja toda esa potencia de sabor.

Añade la cebolla cortada en juliana (en tiras finas) y sofríe durante unos 7-8 minutos. Que se haga, que coja algo de colorcillo sin quemarse, claro está. Añade algo de sal para que sude y se cocine mejor.

Momento de meter en escena el Garam Masala, el cilantro en polvo (o comino si no tienes) y la sal. Remueve todo bien para que se integren y se conozcan los ingredientes :) 

Trocea el tomate y para dentro. Cocina todo sin dejar de remover unos 3-4 minutos más. Fuego alegre.

Añade el yogur y el caldo de verduras (mejor en caliente siempre para no cortar la cocción), lleva todo a ebullición, baja el fuego y cocina a fuego suave y tapado durante 20 minutos, mas o menos. 

No lo dudes, es otro momento para un buen trago. ¿Ya? Venga dos, que no se diga. Rematamos.


Últimos coletazos

Mientras nuestro Masala borbotea en calma, sacamos la calabaza de la nevera. Calentamos un poco de aceite en una sartén o wok y echamos la verdura con su macerado. Cocinamos a fuego alto y removiendo sin parar (tipo wok) hasta que se vayan dorando por todas sus caras. Luego lo bajamos y dejamos que se termine de hacer por dentro. 


Tritura la salsa con ayuda de una batidora o tira de robot de cocina, que quede bien homogénea.

Vierte la calabaza cocinada en la salsa y mezcla bien 2 minutos más. 

Toque final: sirve la calabaza Tikka Masala en platos individuales con menta fresca picada por encima y un poco de yogur. Acompaña con un buen arroz Jazmín. Bienvenidos a Bombay...

¡Que aproveche, hitchcookian@s! 









sábado, 23 de mayo de 2020

PATATAS CHIPS CASERAS


Llegará un día en que las patatas chips (las de bolsa) ya no serán un misterio para ti y te lanzarás a preparar tus propias creaciones. Hoy es ese día. Desde este momento tus habilidades culinarias van a gestar uno de los aperitivos más comunes, efectivos, sabrosos y crujientes del planeta. Y encima controlando los productos, los aderezos, los aceites y la sal. 

Deja volar tu imaginación porque las patatas chips aceptan cualquier locura de mezcla que se te ocurra. Dales un toque marroquí con comino, o mejicano con un poco de chile en polvo. Vete a la India con unos chispazos de curry o cúrcuma. A Italia con orégano y albahaca. O ponte mediterráneo con un pellizco de ajo o pimentón. No hay límite. Sólo hay que echarle ganas, mimar tu producto y te aseguro que tendrás unas patatas chips de locura. 

Te dejo aquí mi versión para inspirarte. ¡Mandiles arriba! 


Ingredientes

  • 300-400 g de patatas 
  • Aceite de oliva Virgen Extra 
  • Sal y pimienta
  • Aderezos al gusto: pimentón, orégano, pimienta blanca, tomillo, guindilla, ajo, vinagre...

Elaboración

Pelamos las patatas y las lavamos a conciencia. Luego las secamos, con más conciencia aunque si cabe. Es importante el secado de la patata para conseguir textura después.

Con ayuda de una mandolina (o tirando de precisión quirúrgica con cuchillo muy afilado) vamos sacando láminas muy finas, casi que se puedan ver a través de ellas.   

Volvemos a secarlas bien extendiéndolas sobre un trapo de cocina o con papel. 



Calentamos una buena cantidad de aceite de oliva Virgen Extra en una sartén honda. Vamos a ir echando una a una las láminas en la sartén. Buen momento para ponerte un vino o una caña e ir disfrutando del momento. 

NOTA: Puedes usar el aceite que tengas o quieras, pero recomiendo efusivamente el Virgen Extra. Catapulta el sabor a otra dimensión. O incluso podrías aromatizarlo con alguna hierba fresca (romero, tomillo, laurel...) o unos dientes de ajo... Ideas-ideas-ideas.


ATENCIÓN: No las atiborres, incluso ellas necesitan distancia de seguridad. Deja que estén holgadas en el baño de aceite y ve friendo por tandas. Y removiendo ligeramente con la espumadera. 

FRITURA: A fuego medio alto, tienen que freírse no confitarse ni carbonizarse. Así que borboteen con cierta mesura. Que cojan un poco de color y las sacas a un colador o a papel absorbente para que vayan soltando el exceso de grasa. Vete friendo hasta acabar con todas las patatas. 

ADEREZOS: Espera a que se enfríen para sazonar y mezclar bien. A partir de ahí se abre tu imaginación gustativa y puedes animar las chips con las especias o hierbas que te plazcan. Y hacer tantos combos como se te ocurran.

¡Que aproveche, hitchcookian@s!