Insistimos en nuestra idea de hacer el trabajo fácil y rápido. E insistimos igualmente en hacerle huecos a las ensaladas, que para estos días de calor va como un guante. Hoy nos metemos con el arroz y le damos vida con un buen aguacate (que cuesta dinero pero merece cada céntimo invertido) y unas pasas. Ni qué decir tiene que en vuestra cocina mandáis vosotros/as y que la materia prima es sólo de vuestra elección. Aquí os dejo mi refrescante propuesta. ¡Mandiles arriba!
Ponemos a cocer el arroz, que es lo que más tiempo lleva. Yo usé basmati, pero podéis usar el que más a mano tengáis. Lo tuve unos 12-13 minutos en 2 litros de agua hirviendo lentamente (según el fabricante). Pero siempre con un ojo para que no se nos quede muy blando.
Mientras tanto vaciamos el aguacate y lo dejamos en un bol con un poco de zumo de lima, para que no se oxide. Ponemos las pasas en otro bol con agua para hidratarlas. Todo va en marcha...
Colamos bien el atún, los guisantes (a los que pasaremos por agua fría para quitarles todo el jugo del envasado) y limpiamos bien los tomatitos. La cosa sigue...
Cuando termine el arroz lo escurrimos y lo refrescamos bajo agua fría (así le cortamos la cocción y lo enfriamos, que es para ensalada y nos vale) Le echamos un poco de aceite y removemos para evitar que se pegue.
En una fuente grande echamos el arroz y el resto de ingredientes. Los mezclamos bien.
Preparamos una vinagreta fácil con aceite de oliva, el zumo de un limón, un poco de sal y otro poco de pimienta blanca. Rociamos la ensalada con el aliño y revolvemos para mezclar los sabores.
Servimos en bols individuales y a disfrutar. Sienta bien, ¿no? Me alegro. ¡Que aproveche, hitchcookianos!
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