sábado, 29 de marzo de 2014

TIRAS DE POLLO REBOZADAS CON KIKOS


INGREDIENTES (4 personas)

1 pechuga de pollo entera
200 grs de kikos
1 huevo batido
Sal, pimienta y aceite de oliva
Kétchup, mostaza, salsa barbacoa, salsa de pimienta, salsa de yogur... 

Duración: 25 minutos


Más fácil imposible, ideal para cenas o para recibir visitas. Se trata de una forma original de empanar o rebozar unas tiras de pollo. El kiko le otorga un crocante y un sabor muy especiales. Por supuesto que se puede hacer con cualquier otro fruto seco (almendras, avellanas, pistachos, cacahuetes, anacardos...), ahí ya entra en juego vuestro gusto, vuestra imaginación y vuestra despensa. Silencio... se cocina.

Lo primero es limpiar bien las pechugas de huesecillos y telillas. Hay que echarle paciencia y mimo, o pedirle al carnicero que nos haga el juego sucio. A mí, personalmente, me gusta enfrascarme en la batalla y cortar las tiras a mi gusto. Es conveniente no coger pechugas fileteadas (de las que vienen ya en bandejas) porque suelen ser muy finas y en esta receta nos interesa que tengan "cuerpo". 

Una vez limpias, vamos cortando tiras de cierto grosor para que el bocado sea más apetitoso. Las salpimentamos y reservamos.




Por otro lado trituramos los kikos. Para ello podemos: usar la Thermomix (unos 5 segundos a velocidad 4), o con una trituradora, o si no tenemos estos artilugios, podemos colocar los kikos dentro de un paño de cocina y golpearlos con un mazo de cocina. La idea es que queden "rotos", en trocitos, no que queden como pan rallado. 

Batimos bien un huevo, ponemos aceite a calentar en una sartén y disponemos todos los elementos para ir rebozando o empanando en cadena. Primero pasamos las tiras por huevo (eliminamos el exceso) y las cubrimos completamente con los kikos. Vamos friendo por tandas.

Sacamos sobre un plato con papel absorbente para retirar el exceso de aceite y continuamos hasta terminar con todo el suministro.

Servimos las tiras rebozadas con la salsa que más se nos antoje y a disfrutar de un bocado crujiente, divertido y sorprendente. ¡Que aproveche, hitchcookianos

Película ideal para degustar este plato

THE GOONIES
("Los Goonies" de Richard Donner - 1985)

Era difícil no sufrir un flash-back a mi más tierna infancia. Esta receta tiene un punto de infantil (los kikos, claramente) que te llevan de viaje al pasado. A un tiempo en el que te salías blandiendo un bocadillo de Nocilla a la espera de pequeñas grandes aventuras. Mi memoria me trae la imagen en cine de ese grupo de chavales que viven una de las mejores y más entretenidas odiseas del celuloide juvenil. Salí del cine queriendo ser uno de ellos. Salí del cine queriendo ser uno más de Los Goonies

Las andanzas fueron filmadas por Richard Donner (artífice de emblemas de la cinematografía como Superman, Arma Letal, Lady Halcón o La profecía) Y en su pulso tras la cámara se muestra un artesano que supo engrandecer el género (películas de adolescentes). Los Goonies no es sólo un referente para muchos de nosotros, no es sólo un grato recuerdo de los 80, es una película muy bien hecha. Entretenida, divertida, cómica y plagada de suspense, misterio y acción. No hay más que acordarse de los primeros 10 minutos. Un comienzo donde hace un montaje trepidante entre los "malos" huyendo en su todoterreno al tiempo que va presentando a cada integrante de la banda en sus distintos roles (el líder enfermizo de asma, el oriental amante de los cachibaches, el guapo y coqueto, el hermano mayor atleta...). Simplemente genial.

La historia gira en torno a una panda de amigos que, tras descubrir un mapa de un tesoro antiguo, deciden emprender una última cruzada para salvar sus hogares. A partir de esta premisa irán avanzando en la aventura mientras sortean trampas, evitan a los malhechores, resuelven enigmas y, sobre todo, hacen gala de una amistad por encima de todo. Pocas películas se hacen ya que reflejen ese paso intermedio entre la infancia y la adolescencia, donde tu amigo era para siempre y darías la vida por él. Donde cada paseo por la tarde en bici era una hazaña por descubrir.

Nuestra receta posee ese maravilloso toque juvenil otorgado por algo tan reconocible como los kikos. Le da un punto de aventura, de diversión, de sorpresa... El sabor del fruto seco (tan masticado en los 80 en esos saquitos de Churruca) nos devuelve a tiempos de antaño. Cuando, como Los Goonies, queríamos vivir cada día como si fuese el último. Nada nos atemorizaba. Nuestro club era el mejor y nada ni nadie podría quebrantarlo. 

En el plato las tiras de pollo simbolizan al grupo de jóvenes aventureros. Todos conforman una tropa sólida, conjunta, inseparable. Y aunque cada uno sea distinto (por tamaño) toda la odisea (o rebozado) termina por convertirles en iguales (por aspecto). Todos apuestan por conseguir el tesoro, todos siguen hacia delante sin importarles los posibles peligros, todos acaban "rebozados" y con una dura coraza de valentía (los kikos) que les hace salvar cualquier obstáculo. 

Al final no somos capaces de distinguir quién es quién porque se han transformado en uno solo. Ser un Goonie era algo importante para ellos. Era soñar, cubrir al de al lado, partirte la cara por él... Nuestras tiras de pollo son ese último ingrediente de esta banda decidida a sorprender, a hacernos pasar un gran rato y a ensalzar valores optimistas. Y Sloth estaría de acuerdo conmigo... 



2 comentarios:

  1. Hola, soy de Argentina, que son los kikos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los kikos son granos de maíz fritos. Es un fruto seco muy popular, supongo que en Argentina lo llamaréis de otra forma. Aquí en España son bastante reclamados. Puedes rebozar el pollo en cacahuetes (manís), avellanas o en el fruto seco que más te guste. Un saludo!

      Eliminar