El guacamole se ha consagrado como uno de los aperitivos por excelencia. Nada tiene de extraño, puesto que se trata de una combinación de lo más sugerente con ingredientes frescos y que puedes crear en pocos minutos y a tu antojo. Ya es una lástima comprarlo hecho (con todo lo que ello conlleva de malignos conservantes y demás), porque un buen guacamole casero se nota, se paladea, se disfruta el doble. Así que huid de los preparados, no los necesitáis para nada...
En esta versión lo confecciono a mi parecer con buenos toques picantes (cosa casi obligatoria) y tonos cítricos, que es la base de la mezcla de sabores. Vosotr@s tenéis que dejaros seducir por vuestro criterio culinario, pero la llave maestra para un buen guacamole es la materia prima, así que no escatiméis a la hora de coger aguacates firmes y maduros. La diferencia es abismal y puede suponer el fracaso o el gran éxito de la receta. Sin más, nos vamos de viaje a México para deleitarnos con uno de sus más populares platos... ¡Mandiles arriba!
Ingredientes
- 2 aguacates maduros
- 1 puñado de cilantro fresco
- 1 cebolla pequeña picada
- Sal y Aceite de Oliva
- 1 lima
- Unas gotas de Tabasco
- Queso Cheddar
- Frijoles negros cocidos
- Totopos (Nachos)
- Crema agria
- Unos jalapeños en rodajas (para subir el toque picante)
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Para el guacamole
Partimos los aguacates por la mitad y con un golpe seco con el cuchillo, quitamos el hueso, haciendo un pequeño giro una vez esté clavado. Vaciamos los aguacates. NOTA: Si son buenos y están bien maduros no hará falta ni cuchara, se pelarán con mucha facilidad.
Los colocamos en un bol, añadimos el zumo de la lima y los empezamos a aplastar con un tenedor. Evitad a toda costa batidoras, robots de cocina... La gracia del guacamole es que sea "rústico", no una pasta licuada. Al menos para mí...
Picamos el cilantro y lo añadimos, así como la sal, la cebolla picada muy finamente, el aceite de Oliva y el Tabasco. Aquí la clave está en ir probando y en ir buscando el sabor que más te plazca. El guacamole es algo personal, déjate guiar por tu paladar. Suprime o añade ingredientes a tu gusto. Mucha gente le añade un poco de tomate picado, prueba si te apetece, faltaría más.
Los nachos
Precalentamos el grill del horno a 220º
Colocamos los nachos en una fuente y espolvoreamos queso Cheddar con generosidad. Vamos haciendo capas para asegurarnos que el queso llegue a todas partes.
Lo metemos en el horno y lo dejamos hasta que el queso se funda (llevará pocos minutos) Sacamos con cuidado de no abrasarnos las manos.
Colocamos encima el guacamole, los frijoles negros cocidos y en la cima unas cucharada de nata agria. Por último, y si os va la marcha como a mí, podemos añadir unas rodajas de jalapeños.
¡Que aproveche, hitchcookian@s!
TRUCO FINAL: Si no vais a consumirlo en el acto guardarlo en un tupper con el hueso del aguacate o unas rodajas de limón para mantenerlos en perfecto estado.
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