Ingredientes (2 personas) 4 filetes finos de pollo 2 lonchas de jamón York 4 lonchas de queso 8 rodajitas de salami Pan rallado 1 huevo batido Sal, pimienta y aceite de oliva Tiempo: 20 minutos |
Receta fácil, rápida y de aprovechamiento. Una forma original y vistosa (y de lo más socorrida) para solventar la cena sin perder tiempo y ganar mucho en sabor. Y es que hay veces en los que hay que dar salida a esa loncha de jamón perdida, ese salami que no da para un sandwich, una solitaria loncha de queso que no sabe en qué receta caerse muerta... Aquí os va una propuesta. Ahora todo depende de vosotros. Dad salida a vuestros ingredientes y... ¡Mandiles arriba!
1. Los filetes de pollo deben ser finos para que podamos enrollarlos con más facilidad. O bien los compramos ya bien laminados o los "aplanamos" nosotros un poco con la ayuda de un rodillo. Los salpimentamos por ambas caras y los extendemos sobre la tabla.
2. Colocamos sobre cada filete las lonchas de queso (asegurando que no sobresalgan por los bordes) Yo hice un variado: 2 lonchas de jamón y en otros dos filetes las rodajas de salami. Ahí ya al gusto de cada cual.
3. Los vamos enrollando con cuidado hasta hacer un rollito. Lo cerramos con la ayuda de un palillo (pero no en vertical, mejor en horizontal, cogiendo la carne de ambos extremos para sellarlo perfectamente)
4. Pasamos los rollitos por huevo batido (escurrimos el exceso) y los rebozamos en pan rallado.
5. Calentamos bastante aceite de oliva en una sartén y los vamos friendo hasta que queden bien dorados por todas las caras. Sacamos a papel absorbente.
6. Los cortamos en rodajas (que así lucen más a la vista) y decoramos el plato con unas hojas de canónigos. Fácil, ¿no? ¡Que aproveche, hitchcookianos!
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