Una de esas recetas que se lucen como ninguna ante el espectador o comensal. No lleva casi nada de tiempo y ofrece un resultado espectacular con el Pedro Ximénez, el limón y el tomillo. Una vez más pisamos el acelerador de las cenas para rodar o cocinar a cámara rápido un plato de lujo por poco dinero y menos tiempo. No podéis dejarla escapar. ¡Mandiles arriba!
Salpimentamos bien las pechugas de pollo. Calentamos una sartén con aceite (unas 2 cucharadas) y "tumbamos" el pollo. Lo dejamos que se vaya cocinando a fuego medio-alto.
Añadimos los dientes de ajo enteros y sin pelar a la sartén y unas ramitas de tomillo.
Cuando esté bien doradito y crujiente le damos la vuelta y dejamos que se tueste bien por el otro lado.
Acto seguido incorporamos un chorro generoso de Pedro Ximénez y el caldo de pollo (que debería estar caliente, para no perder la fuerza de la cocción) Por último añadimos una nuez (o cucharadita) de mantequilla y dejamos que reduzca la salsa unos 10 minutos.
Todo listo para el festín. Sacamos las pechugas y las cortamos (o las dejamos enteras y que cada cual se lo gestione). Las disponemos en un plato, regamos con la salsa de Pedro Ximénez y rallamos un poco de la piel de 1 limón por encima, que le dará un toque refrescante a nuestro pollo.
Decoramos con un poco de tomillo fresco, que eso siempre luce. Podemos acompañar con una buena ensalada. En mi caso fue una sencilla mezcla de rúcula y maíz dulce con una vinagreta de aceite de Hojiblanca, vinagre de frambuesa y sal. ¡Que aproveche, hitchcookianos!
Una receta estupenda, las pechugas así deben estar jugosas y muy sabrosas.
ResponderEliminarFeliz Navidad y te deseo a ti y los tuyos todo lo mejor para el 2015 y siempre!!
Besos.