Ante el boom de las hamburguesas que estamos viviendo, me siguen fascinando las versiones vegetales y sus múltiples variantes. Más allá de su "no a la carne" suponen toda una fuente de nutrientes, que hacen estallar tu imaginación. Para hoy vamos a confeccionar una burger de garbanzos bien condimentados (mi pasión por las especias empieza a ser insultante) y secundados por el frescor de las espinacas, el crujiente de la cebolla y los brotes de soja y el picante del chile.
Esta receta es a la vez un homenaje o remake a los "Garbanzos con espinacas" de mi querido Dani del blog Mehueleaquemao. Quería hincarle el diente a una de sus propuestas, pero al mismo tiempo pretendía "salirme por la tangente" y darle otro aire a su sencillo y socorrido plato. Aquí el resultado. Aunque os animo encarecidamente a visitarle y probar su receta...
Y como de adaptaciones se trata, pues nada mejor que pillar por banda la película "Muerte en el Nilo", extraída de la pluma de Agatha Christie, para la comparación gastro-cinéfila.
Como siempre os digo mi "versión" es mía, a mi gusto, con los toques que me fascinan, pero vosotros debéis calibrar las medidas, quitar o añadir condimentos, acompañar con una salsa de yogur, por ejemplo, o cambiar la legumbre de turno. Vuestra cocina, vuestras normas. Ya lo sabéis. Así que sin más dilación, nos ponemos al tajo y... ¡mandiles arriba!
Ingredientes (2 hamburguesas)
- 200 grs de garbanzos cocidos
- 1 cdita de cúrcuma
- 1 manojo de cilantro picado
- 1 cdita de comino
- 10 aceitunas verdes o negras sin hueso
- 1 cdita de jengibre en polvo
- 1 cdita de ajo en polvo
- 1 cdita de orégano
- 1 cdita de pimienta blanca
- Brotes de soja
- 1/2 cebolla roja
- 1/2 chile rojo (opcional)
- Unas hojas de espinaca
- Harina de garbanzos
- Sal y aceite de oliva Virgen Extra
- 4 panes de hamburguesa o mollete (Mira mi receta de Molletes de Albahaca)
Tiempo: 10 minutos + 1 hora de reposo en la nevera
Película comparada: "Muerte en el Nilo" (John Guillermin, 1978)
Descubre el misterio cinéfilo tras la receta, hitchcookian@... |
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Ponemos en un procesador o en una trituradora los garbanzos cocidos. NOTA: Debemos escurrirlos bien del líquido de conserva, pues nos interesa más bien poco.
Añadimos las especias, la sal, las aceitunas, el cilantro y como una cucharada de harina de garbanzos. Trituramos bien todo el conjunto hasta obtener una masa manejable. NOTA: Si hiciese falta añadimos un poco más de harina. Mejor si es de garbanzos, y así somos coherentes con el sabor primordial.
Importante... ¡probadlo primero y corregid lo que hiciera falta! Vuestro paladar es sabio...
Separamos en dos mitades la mezcla y formamos las hamburguesas con las manos (¡bien limpias, eh!). Las colocamos en un plato, cubrimos con papel film y metemos en la nevera una hora por lo menos. De esa manera cogerán firmeza.
Transcurrido el tiempo...
Pasamos las hamburguesas por un poco de harina de garbanzos y las freímos en una sartén con un poco de aceite de Oliva Virgen Extra. Con unos 2-3 minutos valdrá, ya que todos los ingredientes ya están cocinados y sólo necesitamos un bonito color dorado en cada cara.
Abrimos los panes que hayamos escogido y los tostamos ligeramente en la misma sartén.
Lavamos unas hojas de espinaca y las disponemos en la base del pan. Colocamos las hamburguesas y sobre ellas unas rodajas de cebolla morada, unos brotes de soja y unas rodajitas de chile rojo. Untamos la "tapa" del pan con mostaza de Dijon o mayonesa y listo.
¡Que aproveche, hitchcookian@s!
Película ideal para degustar este plato
Death on the Nile
("Muerte en el Nilo" de John Guillermin - 1978)
Como ya he dicho al inicio del post, este plato viene sugerido por una adaptación de otra receta. Una nueva visión de un concepto ya existente, escrito o cocinado. De ese modo enseguida se vino a mi cabeza que la película comparada de turno debía haber sido extraída de alguna parte. Y hete aquí, que la popular y electrizante pluma de Agatha Christie (la señora del suspense) siempre halló en el séptimo arte un fiel aliado a sus tramas. Una de ellas fue la sensacional "Muerte en el Nilo"
Echemos la vista atrás un momento...
Muchos somos los admiradores de Christie y ávidos lectores de sus enrevesadas y crueles historias. El cine supo entender que aquellos libros eran un tesoro puro, digno de plasmarse en pantalla. Ya en los años 30 y 40 se empezó a adaptar su texto con "Mortal Suggestion" o "Diez Negritos" (estupenda obra del francés René Clair). Pero fue - cómo no - el maestro Billy Wilder quien realizó una monumental adaptación con "Testigo de cargo" en 1957.
Los dos grandes investigadores de Christie - Miss Marple y Hércules Poirot - eran personajes codiciados para interpretar. Fue en 1974 cuando Albert Finney encarnó al perspicaz detective en "Asesinato en el Orient Exprés" por primera vez con soberbios resultados. Cuatro años después, el testigo lo recogió el, no menos sensacional, Peter Ustinov y dotó de gran hondura a Poirot en "Muerte en el Nilo". Difícil escoger a alguno, ambos supieron caracterizarlo a su modo, a su gran modo. Con esa fina ironía, irritante a veces, y una sagacidad y olfato criminal como pocos.
La historia...
En "Muerte en el Nilo" se nos presenta una de esas tramas de asesinato (el de una rica heredera norteamericana) y múltiples sospechos@s (plagado como siempre de un cartel demoledor: Bette Davis, Angela Lansbury, David Niven, Mia Farrow, George Kennedy, Maggie Smith, entre otros...)
Cada uno posee un motivo sólido para haber cometido el crimen. Pero es que además la obra goza de un escenario de fondo que invita a fantasear con el misterio: Egipto. Surcando las aguas del Nilo, el Karnak, se convierte en un barco-trampa. Una pequeña jaula flotante que encierra en sus entrañas pérfidos seres humanos. En la mente de Poirot está desentrañar el enigma, capturar al culpable y consagrar la justicia...
Nuestra cine-receta...
Tenemos ante nosotros todo un festival de ingredientes arremolinados y entremezclados en un mismo escenario. En un pequeño bocado. Así la fantasía de Agatha Christie de encerrar a un puñado de personajes variopintos, se materializa culinariamente al generar una mezcla de alimentos.
El viaje fluvial sobre el Nilo comienza y nuestra pequeña trama maquiavélica se enmaraña. El puzzle gastronómico de diferentes personajes culpables e inocentes se dan cita en el vaso triturador (casi como la mente de Poirot, donde irá encajando las piezas). Cada personalidad parece tener un móvil para el delito pero aquí nadie se fía de nadie. Las culpas siempre van recayendo en uno u otro, alejando la verdad y aromatizando el conjunto de falsas pistas.
Las especias, las legumbres, las hierbas... sabores fuertes, individualistas, cada cual va por su lado del barco o del vaso. Cualquier de ellos podría gobernar el sabor final o ser el brazo ejecutor. Los condimentos además nos evocan a las históricas y enigmáticas tierras de Egipto, telón de fondo y alma arquitectónica de la película, gracias a la cúrcuma, el comino o el jengibre.
Poco a poco nosotros - que actuamos un poco a modo de detective gastronómico - vamos dando forma a este rompecabezas. Los interrogatorios, los falsos testimonios, las dudas, las traiciones y nuestra pericia mental o culinaria, nos van mostrando la senda correcta. Lo que en un principio empieza siendo una amalgama de sospechos@s, ahora es una hamburguesa, un bloque nítido...
Poirot termina por cocinar el misterio y dorarlo a fuerte temperatura, muy del paraje egipcio, y ya por fin desenmascarar al malhechor (o malhechora...). Gracias en buena parte a sus picajosos comentarios (el chile), su mente fresca (la espinaca) y su mordiente (la cebolla y la soja) Ingredientes primordiales para confeccionar una hamburguesa o una de las cabezas más lucidas de la literatura negra.
"Muerte en el Nilo" es, con todo, un divertimento narrativo de altura, que juega con la mecánica de los misterios sin resolver y nos hace indagar como espectadores por la culpabilidad o inocencia de unos personaje muy bien trazados, y mejor interpretados.
Nuestra cine-receta ha pretendido adentrarse en los mundos de Agatha Christie con una hamburguesa vegetal repleta de misteriosos condimentos, donde un plato surca el Nilo de nuestra encimera. Así que afilemos nuestro bigotillo y lancémonos a devorar un crimen...
Yo creo que le pegaba más el Robobo de la Jojoya :P ¡Gracias por el artículo señor Godofredo!
ResponderEliminarJajajajaja, un placer amigo "quemao" Abrazos!
EliminarGenial tu hamburguesa y tu narración!!! La hamburguesa te la copio.
ResponderEliminarCristina
Mil gracias! Me alegra que te guste esta chifladura ;) Copia todo lo que quieras y más. Estás en tu casa...
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