miércoles, 11 de julio de 2018

ENSALADA CÉSAR CON POLLO MARINADO

La has comido docenas de veces. Y ya tienes que estar más que hart@ de usar una salsa preparada para esta elaboración. Aquí te propongo una versión muy sencilla y sobre todo, casera, de confeccionar la inmortal Ensalada César con tu propia salsa. Te llevará el tiempo justo...

Verás que en el fastuoso mundo de Internet hay millones de recetas y propuestas, pero no hay que enloquecer para satisfacer muy gratamente a tu paladar. Tienes que encontrar el punto de tu gusto, que es el único que vale en tu cocina. Como siempre yo te ofrezco una posibilidad pero atrévete a añadir ingredientes: alcaparras, algo de picante, zumo de naranja, vinagre de módena... Siéntete libre para crear y experimentar. De eso va esto, al fin y al cabo.


En esta versión añadimos unas tiras de pollo marinado que le darán un toque muy jugoso al plato. Si no quieres incluir carne, haz la receta tal cual o prueba a incorporar por ejemplo unos boquerones marinados, unas alcachofas a la plancha... Te dirán que no es lo original, y tú responderás: ¿tengo cara de que me importe? Es tu plato, tú mandas, el puritanismo culinario no nos interesa...

Así que sin más nos lanzamos a ejecutar esta Ensalada César con Pollo marinado. Un clásico de la cocina ya universal que ha ido evolucionando a medida que los países la iban adaptando a sus costumbres y gustos. Su origen parece fijarse en el chef Alessandro Cardini, que trabajaba en Tijuana (México) y que tuvo que inventarse esta receta para salir del paso con lo que tenía a mano. Pues eso haremos nosotros: jugar con lo que tengamos en la despensa. ¡Mandiles arriba!



INGREDIENTES (2 personas)
  • 2 cogollos medianos de lechuga bien lavados
  • 2 rebanadas de pan de molde sin corteza (o el pan que prefieras)
  • Queso Parmesano Rallado 
Para el pollo marinado
  • 6 solomillos de pollo 
  • 1 diente de ajo
  • 1 gajo de limón
  • 2 cucharadas de aceite de oliva Virgen Extra
  • 1 cucharadita de tomillo fresco
  • Sal
Para la Salsa César
  • 2-3 filetes de anchoa
  • 1 diente de ajo
  • 1 yema de huevo
  • 1 cucharada de Salsa Inglesa
  • 1 cucharada de Mostaza de Dijon
  • 1/2 limón
  • Queso Parmesano 
  • Aceite de Oliva Virgen Extra
  • Pimienta negra recién molida
  • Una pizca de sal
Tiempo: 10 minutos + el tiempo del macerado (mínimo 1 hora, mejor toda la noche)

Pasos para el marinado

Si usamos solomillos ya comprados no habrá que hacer nada. Si cogemos una pechuga entera, habrá que limpiarla bien y sacar unas tiras "gorditas" para que nos queden jugosas. 

Colocamos el pollo en un bol y le añadimos el diente de ajo troceado (no hace falta que sea fino), el limón, el tomillo, un poco de sal y el aceite de oliva. Mezclamos bien con una cuchara y tapamos con papel film. Dejamos que repose en la nevera mínimo 1 hora, aunque será mejor toda la noche.

Pasos para la salsa César

En un mortero echamos el ajo y los filetes de anchoa. Machacamos bien. Añadimos la yema de huevo, la pimienta negra, la mostaza, el limón exprimido y la Salsa Inglesa. Volvemos a mezclar con energía. Añadimos el aceite de oliva (más bien a ojo, hasta que nos quede una textura ligera pero homogénea, no buscamos una mayonesa muy densa).

Por último rallamos queso Parmesano y mezclamos con una cuchara. Probamos para rectificar si hiciese falta de sal, pimienta, limón... 

Terminando el plato

Cortamos el pan de molde (o el que tú prefieras) en cuadrados y los tostamos en una sartén con un poco de aceite. NOTA: También lo podrías hacer en el horno, vigilando que no se quemen. Ya tenemos los croutons caseros preparados.

Cocinamos a la plancha el pollo marinado hasta que nos quede bien tostado por fuera y jugoso por dentro. Depende del grosor, necesitará más o menos tiempo. Estad al loro...

Lavamos la lechuga a conciencia y sobre todo, la secamos bien-bien. La troceamos a mano y la disponemos en un plato hondo.

Colocamos encima las tiras de pollo y regamos generosamente con la Salsa César. Disponemos los picatostes alrededor. 

Terminamos rallando un poco más de queso Parmesano por encima. Y se acabó. Tienes frente a ti una de las ensaladas más clásicas, universales y deliciosas del planeta en tu mesa.

¡Que aproveche, hitchcookian@s! 






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