El hummus, qué receta tan fascinante. Poco a poco ha viajado desde el Medio Oriente para asentarse en nuestras cocinas. Resulta una mezcla muy aromática y sabrosa, que nos puede servir para vestir un plato como acompañamiento o gozar del protagonismo absoluto como aperitivo. Además tiene la virtud de ser fácilmente moldeable. Si bien el original se prepara con garbanzos, Tahín y zumo de limón, podemos darle nuestro toque particular sustituyendo la legumbre y potenciando el sabor con especias variadas. (Sin ir más lejos ya preparé un Hummus rojo con remolacha y judías) Aquí os dejo mi propuesta con paso a paso para disfrutar de este sensacional plato, sano, refrescante, divertido, alocado... ¡Mandiles arriba!
Lo primero de todo es ponernos con las zanahorias. En este punto podemos realizar dos técnicas: o bien cocerlas en agua hasta que queden blandas o sofreírlas a fuego suave con un poco de aceite e ir añadiendo algo de líquido para que se hagan bien. Ahí ya vosotros/as decidís que os da menos pereza.
Yo opté por cocerlas para asegurarme la menor cantidad de grasas posibles.
Pelamos las zanahorias y las cortamos por la mitad. Las ponemos en agua hirviendo y dejamos que se cocinen a fuego suave hasta que se ablanden. Colamos y dejamos que se atemperen.
En un vaso batidor echamos las zanahorias y 1/2 diente de ajo (mejor echar poco de inicio e ir probando, que nunca se sabe si a los comensales les va mucho el sabor a ajo).
Añadimos el Ras-Al-Hanout (si no tuvierais se puede añadir comino en polvo, ajo en polvo, incluso un poquito de curry o cúrcuma) y el Tahin (pasta de sésamo, que se puede adquirir en cualquier herbolario)
Turno de las judías (bien escurridas del líquido de envasado), el zumo de 1/2 limón o lima, una pizca de sal y unas gotitas de aceite de sésamo (sin abusar, que es muy potente). NOTA: Si te va la marcha, puedes añadir un poco de Harissa (salsa picante magrebí)
Y ya sólo nos queda triturar bien hasta conseguir una pasta cremosa. Podemos añadir un poco de agua de la cocción de las zanahorias si vemos que ha quedado demasiado densa. Probamos el punto de sal y listo.
Servimos en bols, espolvoreamos unas semillas de sésamo, un chorrito de aceite de Oliva Virgen Extra y decoramos con unas hojas de hierbabuena o menta fresca. Nos hacemos con un buen pan de Pita y a untar se ha dicho. ¡Que aproveche, hitchcookian@s!
Opción de presentación "hitchcookiana" |
Una receta de lo más original y rica
ResponderEliminarFeliz semana !!!
¡Qué ideal! Este tipo de recetas tan originales nos encantan. Además de la facilidad para hacerla, gracias a la buena explicación del post, este tipo de comidas son de lo más exquisitas. Eso sí, elegir ingredientes ecológicos será la mejor alternativa.
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