martes, 8 de diciembre de 2015

CROQUETAS DE CALABAZA Y GUISANTES (Pesadilla antes de Navidad)

Llega la temporada del "ho-ho-ho" y con ella los ágapes familiares o los reencuentros amistosos. En cualquier caso amenazan comidas y cenas copiosas y dudas, muchas dudas. Tenemos amplia variedad de platos fuertes para servir en la mesa pero hay que pensar también en los aperitivos y entrantes, que tienen un enorme protagonismo en el escenario de cualquier casa.

Desde The Hitchcook os proponemos este original bocado que se salta un poco las normas. Unas croquetas de calabaza y guisantes muy sencillas de preparar y que sorprenderán los paladares. Hay que tener en cuenta que la calabaza (de invierno) es una hortaliza muy socorrida, que aporta un toque dulce y una textura deliciosa. Además es un alimento con muy bajo aporte calórico, que nunca está de más para hacer frente a platos más contundentes, que seguro formarán parte del reparto de cualquier menú navideño. 

Aquí las hemos aromatizado con queso Parmesano, pero probad cualquier otro queso rallado, dar sabor al rebozado añadiendo alguna especia al pan rallado, combinad los sabores que más os gusten para llevad  esa "croqueta" a vuestro estilo culinario. ¡Mandiles arriba!

CROQUETAS DE CALABAZA Y GUISANTES


Ingredientes (4 personas)
  • 500 grs de calabaza (de invierno)
  • 100 grs de guisantes congelados
  • 2 cebolletas
  • Queso Parmesano rallado
  • 2 dientes de ajo
  • 1 huevo
  • Pan rallado
  • Sal, pimienta y Aceite de oliva

Tiempo
  • 30 minutos
Película comparada
  • "Pesadilla antes de Navidad" (Henry Selick, 1993) ---- Tras receta
Con esta receta participo en el Reto de "Christmas Time" de la comunidad Cocineros del Mundo en G+
Para cocinar la calabaza podemos usar varias técnicas: cocida, al vapor, asada o la que he empleado yo en esta ocasión, al microondas. Limpiamos y troceamos la pieza y la disponemos en un plato apto para microondas. La cocemos tapada durante 9-10 minutos a máxima potencia (en mi caso 800w)

Cocemos unos minutos los guisantes en agua hirviendo. Colamos y reservamos.


En una sartén con 2 cucharadas de aceite, sofreímos las cebolletas y el ajo. Incorporamos los guisantes y removemos para que vayan cogiendo calor.

Añadimos la calabaza cocida y salteamos todo el conjunto.


Vamos aplastando los trozos de calabaza (está muy blanda y se deshace con facilidad) para ir creando una pasta.


Incorporamos el queso Parmesano rallado, salpimentamos y removemos.



Vertemos toda la mezcla en un plato y dejamos reposar hasta que se enfríe.


Formamos las croquetas (redondas o alargadas) ayudándonos con las manos bien limpias. Las vamos pasando por huevo batido y luego por pan rallado. 


Las vamos friendo por tandas en una sartén o freidora con aceite caliente. Según las tengamos bien doradas las pasamos a un plato con papel absorbente.

Servimos nuestras croquetas de calabaza y guisantes calientes. Podemos acompañar con una buena salsa de tomate casero para dippear. Aunque por sí solas están de muerte... ¡Que aproveche, hitchcookian@s! 

Película ideal para degustar este plato
THE NIGHTMARE BEFORE CHRISTMAS
("Pesadilla antes de Navidad" de Henry Selick - 1993)


Calabaza. Ese símbolo culinario tan arraigado a la cultura americana en la celebración de su particular versión de Halloween (o día de Todos los Santos o Día de las Brujas), es el protagonista indiscutible de la receta. Su color, su sabor y su textura inundan todos los recovecos del plato por lo que había que mandar la mente en busca de una pieza cinematográfica que reflejase el espíritu de la hortaliza. No podía dejar pasar la oportunidad de posar mi mirada en esa genialidad de la animación perpetrada por Tim Burton y Henry Selick: "Pesadilla antes de Navidad". Una joya plástica, artística y musical.

Burton, que en esta ocasión hace las veces de creador y sello (que no de director), siempre se ha movido en los aledaños del género gótico, mamando desde los textos de Poe, hasta las películas de terror de la factoría Hammer. Desde sus inicios en Disney ya dio muestra de una visión especial y tétrica sobre el mundo animado, muy lejano de la bondad del dibujo de la todopoderosa empresa. En "Pesadilla antes de Navidad" se teje una historia de lo más bella y compleja: el rey de las calabazas (Jack Skellington, en claro homenaje a Jack O-Lantern, famosa leyenda irlandesa que da nombre a la noche de brujas) siente vacía su existencia de sustos y maldad, y encuentra en la Navidad una nueva fórmula para satisfacer su propia felicidad. Para ello secuestra a Santa Claus y usurpa sus funciones. Pero su condición de ser oscuro se rebelará contra él; uno es lo que es. No puede librarse de ello, por mucho que se niegue o que se enfrente a los seres queridos... 

La obra tuvo además el arrojo de ser rodada fotograma a fotograma ("stop motion") a la vieja usanza, liberándose de conceptos modernos y dotando de una expresión monumental a cada uno de los pintorescos personajes que deambulan por Halloweentown. Todo un esfuerzo técnico (se emplearon 7 días de rodaje por cada minuto del film), artístico (227 maquetas dispuestas en 19 platós diferentes), musical (maravillosas banda sonora y canciones por parte de Danny Elfman) y de paciencia (2 años tardó la creación en ver la luz). Burton y Selick - que posteriormente generaría obras maravillosas como "James y el melocotón gigante" o "Los mundos de Coraline" - hicieron un tándem perfecto que nos mostró un concepto antiguo de animación en tiempos tecnológicos. 

Nuestras croquetas se nos muestran en el plato como ese cementerio tenebroso por el que pasea Jack en busca de reflexión y consuelo con su fantasmagórico y leal perro Zero. Un entorno de lo más tétrico sembrado de calabazas sonrientes e iluminadas. En un primer vistazo entendemos que el paisaje ya nos da muestras de la unión entre receta y película. 

Pero yendo un poco más hacia la vertiente filosófica - que hay mucho en la obra - la cabeza de Jack, en forma de calabaza también, es un amasijo de dudas y sentimientos encontrados. Él es el rey, el amo, el líder nato de la ciudad del miedo pero está cansado de repetir la misma pauta una y otra vez (tal vez la pauta de hacer siempre el mismo relleno de croquetas) y quiere sorprenderse a sí mismo en otra tesitura. La Navidad - o la calabaza, los guisantes y el queso - simbolizan ese nuevo reto vital y culinario. Esa odisea que se abre frente a él. Desconocida. Ilusionante. Indecisa...

Su mente se va ablandando como la calabaza en el microondas y va eliminando todo atisbo de maldad para dejar paso a la fantasía navideña. La nueva mente de Jack se llena de ingredientes (ajo, cebolla, verduras, Parmesano...) que se amalgaman con su esencia - la calabaza - para ir dando forma a una nueva visión de la Navidad. Se disfraza de Santa Claus - gracias al rebozado del pan rallado y el huevo batido - para ir sembrando la felicidad (a su modo) a lo largo del mundo.

Sin embargo, todo su empeño, todo su estudio, toda su ilusión se ven truncados por su propia naturaleza. Su destino es "dar miedo", así que cuando pasa por el viaje de la freidora su apariencia benévola y cruda, se vuelve oscura, dorada, crujiente, amenazante... Y se resquebraja, tal y como nos muestra la foto con esa croqueta abierta y desnuda. Una comparación que también se encuentra con la historia de otros dos protagonistas: su novia zurcida Sall y el malvado profesor (una suerte de Doctor Frankenstein) que la fabricó. Un inventor que fue tejiendo piezas o ingredientes hasta dar con la forma adecuada, muy parecido al proceso de la elaboración de la croqueta. 

"Pesadilla antes de Navidad" es un cuento macabro que extrapoló las virtudes del cine de Burton (vistas en piezas como "Bitelchús", "Eduardo Manostijeras" o "Sleepy Hollow") Los escenarios son góticos, los árboles se retuercen en el horizonte, los personajes son pintorescos y asociales, las historias sombrías y hay una continua lucha entre la naturaleza de uno mismo y su ruptura. El "es lo que soy" con "lo que quisiera ser". Nuestras croquetas querían ser diferentes... y esa es la magia que tiene la cocina y el cine: que puedes ser quien quieras. 


3 comentarios:

  1. Bueno Rodrigo como siempre es un lujazo poder disfrutar de tu doble arte nadie como tu para mezclar cine y cocina .
    Soy fan de Tim Burton y de esta película llegue a saber los diálogos de memoria .
    Buena receta que sin duda copiare como tantas otras

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  2. Muchas gracias Begoña! Yo también soy (aunque más bien "fui") muy fan de Burton y de su entorno gótico (pocos han logrado recrearlo de ese modo) La receta es muy original y sorprendente. Te animo a que la pruebes mientras tarareas "This is Halloween" de fondo... ;) Besos

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  3. He de decir que me has pillado... Hasta llegar a los ingredientes no creí que harías las croquetas sin la típica bechamel. Soy ese tipo de personas que se 'spoilean' una película o un libro porque saben lo que va a pasar, y cuando no soy capaz de hacer eso, o simplemente van en contra de lo que yo pensaba, me sorprenden y se ganan mi aprecio. Puede que no sea mucho, pero al menos para una persona tienen su importancia.
    Las calabazas en comida salada... Hasta junio de este año no fui capaz de probar una crema de calabaza porque no conseguía concebir este alimento fuera del postre, pero desde entonces he cambiado y me encanta de todas las formas. Juraría que tengo permitidos todos los ingredientes, ahora sólo me falta tiempo para ponerme a cocinar comida de verdad. Lo que menos me gusta es el tema de freír con tanto aceite, estoy pensando en probar con la airfryer pero no sé si se me van a deshacer. Te haré saber, cuando pruebe la receta, cuál ha sido mi resultado.
    Ahora pasemos a la segunda parte de la entrada. Las películas de Burton, salvo Alicia en el país de las maravillas (parece mentira que yo, con este nick, lo diga, pero es así), me han gustado mucho. Ésta la recuerdo no sólo por haberme gustado en su momento, sino por un cantante que se inspiró en ella tanto para una canción como para algunos dibujos.
    También he de decir que no esperaba encontrarme con Poe en una receta de cocina, pero aquí está. Es uno de mis escritores favoritos, junto con Kafka y mi 'descubrimiento' más reciente, J.C. Izzo. También me ha gustado encontrar a una de las pocas personas que no confunde al doctor Frankenstein con el monstruo (aunque el doctor sea un monstruo). Pero con lo que casi me sacas una lágrima ha sido con el perro... Soy mala para recordar nombres, y realmente no me acordaba del suyo. Pero fue leer 'Zero' y pensar en el primer personaje de Borderlands 2 con quien jugué (y con quien descubrí que soy buenísima como francotiradora jejeje).
    Y nada más, sólo decirte que haces unas adaptaciones gastronómicas geniales. Pasas a la receta no sólo elementos básicos, como la calabaza, sino acciones. Mientras, yo estoy sufriendo con mi trabajo de fin de máster porque las adaptaciones con las que trabajo no han sabido introducir la gastronomía como el señor Izzo lo hizo en su trilogía marsellesa. Deberían pensar en personas como tú, amantes del cine y de la cocina, para adaptar cualquier tipo de novela negra mediterránea sin tener que 'asesinar' la obra.
    Viendo las horas que son, y el sueño que tengo, me he de despedir ya. Mañana me paso por la entrada que me falta, porque menudo peliculón elegiste. Un beso y hasta mañana :3.

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