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martes, 6 de octubre de 2020

Calabaza Tikka Masala con arroz jazmín (Veggie Indian Dish)



INGREDIENTES

Para la calabaza tikka
  • 400 g calabaza pelada
  • 2 dientes de ajo
  • 1 trocito de jengibre (al gusto)
  • 1 cucharada de Garam Masala
  • 1 cucharadita de comino molido
  • 2 cucharadas de yogur griego
  • 2 cucharadas de Aceite de Oliva Virgen Extra
  • 1 cucharadita de pimentón picante (o dulce)
  • Sal y pimienta negra 
Para el Masala 
  • 3 tomates 
  • 1 cebolla grande
  • 4 dientes de ajo
  • 1 cucharada de pasta de jengibre o un poco de jengibre en polvo
  • 1 yogur natural 
  • 4-6 granos de cardamomo
  • Unos granos de hinojo (opcional)
  • 2 hojas de laurel o de lima (le da un sabor brutal)
  • Aceite de Oliva o Vegetal
  • 2 cucharadas de Garam Masala 
  • 1 cucharadita de cilantro en polvo o comino 
  • Sal y menta o cilantro fresco
  • 350 g de caldo de verduras o agua 
Acompañamiento: Arroz jazmín con semillas de sésamo tostado
Tiempo: 1 hora (contando el macerado) 
Comensales:

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Elaboración

Lo primero, primerísimo de todo es ponerte un vino, una cerveza, un refresco, un Tinto de verano o un vermú. Que luego se nos olvidan las cosas buenas y no puede ser. ¿Lo tienes? Arrancamos. 

Calabaza Tikka

Pela la calabaza y trocéala en cuadrados. La idea es que sean de un bocado, que se noten y destaquen en el plato al final. Coloca la calabaza en un bol y añade el resto de ingredientes. HITCHCONSEJO: Prueba siempre para dar con "tu toque maestro" y agrega o elimina lo que creas conveniente. Tú mandas en tu cocina. No lo olvides jamás. 


Mezcla todo muy bien, tapa el bol con papel film y déjalo en la nevera como mínimo 30 minutos.

Mientras tanto a aprovecha y da un trago generoso a lo que te hayas puesto. ¿Mejor? Seguimos.

Vamos con el Masala. Nuestra salsa.

Pon aceite (o ghee, la mantequilla clarificada típica de la cocina india) en una sartén amplia y fríe durante 1 minuto las semillas de cardamomo (sin la vaina), de hinojo y las hojas de lima (si usas) y de laurel. La idea es que el aceite se aromatice y todo lo que venga detrás ya coja toda esa potencia de sabor.

Añade la cebolla cortada en juliana (en tiras finas) y sofríe durante unos 7-8 minutos. Que se haga, que coja algo de colorcillo sin quemarse, claro está. Añade algo de sal para que sude y se cocine mejor.

Momento de meter en escena el Garam Masala, el cilantro en polvo (o comino si no tienes) y la sal. Remueve todo bien para que se integren y se conozcan los ingredientes :) 

Trocea el tomate y para dentro. Cocina todo sin dejar de remover unos 3-4 minutos más. Fuego alegre.

Añade el yogur y el caldo de verduras (mejor en caliente siempre para no cortar la cocción), lleva todo a ebullición, baja el fuego y cocina a fuego suave y tapado durante 20 minutos, mas o menos. 

No lo dudes, es otro momento para un buen trago. ¿Ya? Venga dos, que no se diga. Rematamos.


Últimos coletazos

Mientras nuestro Masala borbotea en calma, sacamos la calabaza de la nevera. Calentamos un poco de aceite en una sartén o wok y echamos la verdura con su macerado. Cocinamos a fuego alto y removiendo sin parar (tipo wok) hasta que se vayan dorando por todas sus caras. Luego lo bajamos y dejamos que se termine de hacer por dentro. 


Tritura la salsa con ayuda de una batidora o tira de robot de cocina, que quede bien homogénea.

Vierte la calabaza cocinada en la salsa y mezcla bien 2 minutos más. 

Toque final: sirve la calabaza Tikka Masala en platos individuales con menta fresca picada por encima y un poco de yogur. Acompaña con un buen arroz Jazmín. Bienvenidos a Bombay...

¡Que aproveche, hitchcookian@s! 









jueves, 11 de julio de 2019

BUTTER CHICKEN CON ARROZ JAZMIN AL CILANTRO (Paso a paso)

Hoy nos embarcamos de nuevo en una de mis cocinas favoritas: la india. Su tratamiento de las especias, el picante, los infinitos sabores, me hacen salivar cada vez más. Y tal vez uno de sus platos más famosos y socorridos sea este Indian Butter Chicken o Murgh Makhani. Es decir, pollo a la mantequilla al estilo hindú. 

Yo os ofrezco una versión sencilla, que lleva su tiempo y que requiere que tengáis la despensa bien dispuesta de ingredientes. Esta cocina se basa en jugar con las especias, y por suerte hoy en día, no hay que irse muy lejos para poder adquirir todo lo necesario. Y dejarán un aroma de vicio en vuestras cocinas...

Este Butter Chicken se cocina con tomates y anacardos, y por supuesto mantequilla. Hay que dotarle de sabores exóticos y cremosidad, para que tu paladar se vaya de viaje. El Garam Masala o el fenogreco ayudan a ello. Luego está el tema del picante, yo pongo mis cantidades - como buen amante de la hot-food - pero de vosotros depende el nivel de picor. Hay que darle caña a esta cocina, no lo olvidéis.

Acompañad este fantástico pollo con arroz jazmín o basmati con hierbas frescas y si tenéis a mano un pan naan, pues bordáis el trabajo. Animaos a probarlo, me lo agradeceréis. ¡Mandiles arriba!


INGREDIENTES 

Para el pollo

  • 300 g de pechuga de pollo
  • 1 cucharada de pasta de ajo y jengibre
  • 1 cucharada de chili molido (guindilla)
  • Sal
  • Aceite de girasol 
Para la salsa
  • 500 g de tomates troceados 
  • 100 g de cebolla roja
  • 1 cucharada de pasta de ajo
  • 50 g de anacardos 
  • 1 cucharada de semillas de fenogreco (o de cilantro)
  • 1 cucharada de Garam Masala
  • 2 cucharadas de chili molido
  • 5 cucharadas de mantequilla
  • 3-4 cucharadas de azúcar moreno
  • 3 cucharadas de crema fresca o nata 
  • 2 cucharadas de vinagre de vino tinto
  • Sal
Tiempo
  • 30 minutos + maridaje

El pollo a escena

Limpiamos a conciencia las pechugas, las secamos con un poco de papel absorbente y las vamos troceando en porciones de un bocado. Las vamos echando en un bol amplio.

 

Añadimos la pasta de ajo y jengibre (si no tienes tritura ajo y jengibre con un pelín de agua), el chili molido y la sal. Mezclamos todo bien, tapamos y dejamos reposar durante 30 minutos. 

Ponemos una sartén al fuego con aceite de girasol. Vamos friendo el pollo hasta que esté bien hecho por todas sus caras. Al ser pequeños trozos no tardará mucho...

Sacamos y reservamos.

Nos metemos con la salsa (gravy) 

En la misma sartén donde hemos hecho el pollo añadimos la cebolla troceada (no os compliquéis la vida con este paso, luego irá todo triturado) y una cucharada de mantequilla. Sofreímos bien.


Añadimos en este punto el tomate troceado y los anacardos. Echamos un poco de agua, la pasta ajo, el Garam Masala, el chili molido, el azúcar y el fenogreco. 

Detalle del fenogreco...

Mezclamos todo bien en la sartén y dejamos cocinar y reducir durante 20 minutos. Pasado ese tiempo trituramos todo bien con ayuda de la batidora, de la Thermomix o del aparato triturador que tengáis por casa. Y luego volvemos a echar la salsa resultante en la sartén pasándola por un colador. Así nos ahorramos restos de piel del tomate, pepitas y demás historias que nos puedan molestar.


Ponemos al fuego y añadimos la crema fresca, el pollo reservado y lo más importante, lo que da sentido a este planto: la mantequilla. Cocinamos 5-7 minutos. 


Servimos caliente en platos individuales acompañados de arroz jazmín o basmati cocido con cilantro y lima. Decoramos con un poco más de crema fresca en hilo por encima.

¡Que aproveche, hitchcookian@s! 

Sugerencia de presentación

viernes, 3 de febrero de 2017

EMPIRE CHICKEN (Slumdog Millonaire)

La empresa cine-culinaria que hoy vamos a emprender es de órdago. Descubrí esta receta en las manos de Jaimie Oliver y sabía que tenía que hacerla, que tenía que sumergirme en este baño de aromas y texturas hindúes para otorgar a un majestuoso pollo un poderío visual de altura. El reto era importante, dada mi pasión a la cocina india, pero el resultado fue de una espectacularidad difícilmente describible con palabras. Tal vez si acaso, ñam. 

Empire chicken

El "Empire chicken" es una combinación de pollo asado con una salsa de curry. Es de esos platos que entremezclan la cultura india con la británica y que se nos antoja un bocado descomunal. Pensad en todas las especias que lleva, en el marinado, en la salsa resultante y en esas patatas asadas aromatizadas. La unión de todos esos sabores con tanta personalidad sólo puede llevarnos al éxito.

Es cierto que la receta tiene como un millón de ingredientes. Por suerte hoy en día es cada vez más fácil hacerse con materias primas exóticas sin tener que rebuscar demasiado. Yo siempre os recomendaré la tienda Sabores del Mundo, donde podréis encontrar infinidad de ingredientes curiosos con los que dotar a vuestros platos de sabores únicos, especiales, diferentes, viajeros...

Que su aspecto de super-producción no os asuste en absoluto, o el tiempo de preparación. Este plato merece cada esfuerzo y minuto que vayáis a invertir en él. Creedme. Y si ya encima viene comparado con el "Slumdog millionaire" de Danny Boyle para despertar tu lado más cinéfilo, la obra es redonda a más no poder. Nos vamos a Bombay sin salir de la cocina para preparar este increíble plato plagado de especias y aromas maravillosos. Así que...¡mandiles arriba!

Empire chicken

Ingredientes (6 personas)

Para el pollo y la marinada
  • 1 pollo entero (Nutrave)
  • Pasta de ajo y jengibre (2 cucharadas)
  • 1 cda de tomate concentrado 
  • 2 cdas de yogur natural 
  • 1 cdita de Garam Masala 
  • 1 cdita de comino molido
  • 1 cdita de Cúrcuma
  • 1 cdita de Cilantro molido (Coriandro)
  • 1 limón (Zumo y ralladura)
  • Sal y pimienta negra 
Para la salsa (Gravy)
  • 2 puerros
  • 1 apio
  • 5 clavos de olor 
  • 1 rama de canela 
  • 3 cdas de Vinagre de Vino blanco
  • 500 ml de caldo de pollo
  • 3 cdas de Salsa Inglesa
  • 3 cdas de harina 
  • 2 estrellas de anís 
Para las patatas especiadas al horno
  • 800 grs de patatas (yo usé también batatas) 
  • 2-3 dientes de ajo enteros y pelados
  • Sal y Pimienta negra molida
  • 1 cdita de mostaza en grano
  • 1 cdita de comino en grano
  • 1 cdita de hinojo en grano
  • 1 cdita de ajo molido
  • Cilantro fresco picado
  • 2-3 cdas de aceite de oliva Virgen Extra
Tiempo: La vida y un poco más... Pero lo merece.
    Película comparada: "Slumdog Millionaire" de Danny Boyle (Tras receta)

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    La marinada 

    Mezclamos en un bol grande todos los ingredientes de la marinada: las especias secas, el tomate concentrado, el yogur, el zumo de limón y su ralladura, la sal y la pimienta negra molida.


    Practicamos unos cortes en los muslos del pollo (que son los que tardan más en hacerse) y nos calzamos un buen par de guantes. Vamos a frotar y a impregnar el pollo con la marinada, asegurándonos que todas las partes queden bien cubiertas, por fuera y por dentro... ¡Sin miedo! ¡Demos un masaje en condiciones! NOTA: Mejor si usas guantes para esta tarea...


    Lo ideal sería que el pollo reposase con la marinada de un día para otro. Pero si no es posible por tiempo o por descuido, lo dejaremos mínimo 2 horas.

    Pasado el tiempo...

    Ponemos a precalentar el horno a 180º, calor arriba y abajo.

    Cocemos un limón entero durante 10 minutos. Lo retiramos y lo pinchamos ligeramente, para que todo su jugo salga durante el horneado. Introducimos el limón en el pollo.



    Mientras tanto...

    La salsa (Gravy) 

    En un bandeja de horno añadimos todos los ingredientes de la salsa. Removemos ligeramente para que la harina se disuelva con los líquidos y las especias empiecen a impregnar su fragancia.



    Horneado

    Ahora viene la parte en la que os olvidáis del tema. Por un lado colocamos en la parte baja del horno la bandeja con la salsa ya mezclada.

    Colocamos el pollo con la marinada y el limón sobre una rejilla (o rack), justo encima de la bandeja de la salsa. De ese modo, todos los jugos que vaya soltando irán cayendo y catapultando la salsa a otra dimensión. Ya lo veréis...


    Horneamos a 180º durante 1 hora y 20 minutos (más o menos). NOTA: AL final os toparéis con un pollo con una corteza crujiente y seco (estilo Tandoori). Si algunas partes se os han quemado, las raspáis con el filo de un cuchillo y listo, lo importante es que quede jugoso por dentro. 

    Las patatas especiadas

    Pelamos y cocemos las patatas durante 15 minutos. Las colamos y dejamos que se sequen. NOTA: Recordad que el agua debe tener un hervor suave, no a borbotones. Y partimos siempre con las patatas en el agua fría.


    En una sartén apta para horno tostamos con un poco de aceite de Oliva el cardamomo, el comino en grano, la mostaza en grano y el hinojo en grano durante 1 minuto, hasta que empiecen a "explotar" en la sartén y desprendan todos sus maravillosos aromas orientales.


    Añadimos los dientes de ajo, las patatas y las batatas troceadas groseramente a la sartén.  Salteamos un par de minutos y retiramos. Cuando el pollo lleve 40 minutos en el horno, introducimos la sartén y dejamos que se terminen de cocinar con todo el conjunto.

    El final

    Sacamos las patatas y las disponemos en un bol con un chorrito de aceite Virgen Extra en crudo.

    Colamos la salsa y la ponemos en otro bol. Podéis añadir un poquito de yogur al final...

    Colocamos el pollo entero en una tabla de madera o bandeja y llevamos todo a la mesa. La gracia está en ir sacando las tajadas delante de los comensales y que se vayan sirviendo salsa y guarnición a su antojo. Cada bocado os llevará a otro mundo, ya os aviso. ¡Que aproveche, hitchcookian@s! 

    Película ideal para degustar este plato
    SLUMDOG MILLIONAIRE 
    ("Slumdog Millionaire" de Danny Boyle - 2008)

    Colorismo. Positivismo. Energía. Estética de fantasía. Estos son algunos de los rasgos que me suscitan esta receta. Visualmente encuentro un abanico enorme de colores. Gastronómicamente todos los aromas que inundan la cocina (y la casa, ya puestos) nos catapultan de manera inexorable a La India, donde las fragancias de las especias inundan el aire. 

    Era casi de recibo que me dejase arrastrar por este Ganges cine-culinario y posase mi mirada enloquecida en una de las cintas más populares, celebradas y vibrantes de la década del 2000. Hablo de "Slumdog Millionaire" de Danny Boyle.

    Unos pocos antecedentes...

    El británico Danny Boyle sorprendió al mundo allá por 1994 con un sorprendente debut titulado "A tumba abierta", para dos años después, maravillar y sacudir el panorama cinematográfico con la enorme, polémica, brutal, incomparable y punzante "Trainspotting"

    A partir de ahí surge una carrera desigual con obras de alto calado visual, pero irregulares ("La playa", "Una historia diferente", "Millones", "28 días después"...) para volver a emerger con "Slumdog Millionaire" y llevarse el gato al agua. Docenas de premios internacionales (entre los cuales se encuentran el BAFTA, el Globo de Oro y el Óscar de ese año), beneplácito de la crítica y taquillas a rebosar en todo el planeta, dan buena cuenta de la importancia y popularidad que tuvo este film de espíritu "bollywoodiano" pero de claro corte occidental. 

    El argumento de la película gira en torno a Jamal, un chaval huérfano que, contra todo pronóstico, se presenta al concurso "¿Quién quiere ser millonario?" y va sacando las respuestas una a una para sorpresa de la audiencia, y del propio programa, que teme que esté haciendo trampas. Pero todas las respuestas acertadas tienen una explicación que se nos muestra a modo de flash-backs donde vemos la infancia y adolescencia de Jamal y se nos va narrando sus aventuras vitales y sentimentales (el eterno amor por Latika) para así comprender la realidad de sus conocimientos.

    Nuestra receta se apoya visual y aromáticamente en la película de Boyle. Primero por sus claros dejes hindúes en todo el proceso. Y segundo por su incontestable potencia pictórica. La fotografía del film es todo un hallazgo de poderío para captar la esencia cromática de la India, desde los tonos ocres arenosos hasta el bullicio colorista de los saris y las fiestas. Esa alegría de vivir que emana por todos y cada uno de sus fotogramas. Una obra que abarca un enorme espacio de tiempo como nuestra receta, que se erige como una super-producción en la cocina, plagada de ingredientes.

    Pero seamos más certeros, me resulta de un paralelismo claro que tanto la película como el plato reposan el protagonismo total en un personaje: Jamal-el pollo. Todo gira en torno a él, todas las historias colindantes dependen de lo que le sucede. La historia de amor, de amistad, la del vanidoso presentador... se nos antojan esas líneas culinarias de la salsa o de las patatas. Personajes secundarios de la trama que se mueven en torno a la estrella y engrandecen sus actos. 

    Boyle además nos cuenta la historia de una forma narrativa troceada. Es decir, se mueve del presente al pasado continuamente para que seamos testigos de los diferentes momentos de su vida. Nosotros, del mismo modo, trabajamos la receta hacia delante y hacia atrás: dejamos marinar el pollo, preparamos la salsa, sacamos el pollo, cocinamos las patatas, horneamos el pollo... Vamos y volvemos dotando a la estructura gastronómica de flash-backs. 

    Y ese pollo huérfano, crudo, inmaculado, que tiene que aprender a sobrevivir en un entorno hostil, va poco a poco generándose una corteza vital (otorgada por la propia experiencia y por un marinado plagado de distintos sabores y texturas) que le hará salir hacia delante, sobreponerse a la adversidad, a la crueldad humana y salir airoso ante una última pregunta que le puede convertir en millonario. Todo el proceso del horneado es ese camino vitalista de Jamal, desde su infancia, hasta obtener una imagen tierna (como el pollo por dentro) pero con un exterior endurecido por los obstáculos de la vida. Al final, su perseverancia, su bondad y sus ganas de vivir son el verdadero premio.

    "Slumdog millionaire" puede ser catalogada de ñoña, maniquea o de ofrecer un final danzarín y dulcificado en el crudo relato. Sinceramente, no lo veo así. Creo que la obra es un canto optimista a la vida y el entretenimiento de la historia y la fuerza visual la hacen un plato a gusto de cualquier paladar. Se ha intentado copar las expectativas de una muy buena película con una receta a la altura, que intentase trasladarnos a los abigarrados barrios de Bombay y pudiésemos respirar las fragancias que se procuran en la película. 

    Pregunta: ¿Harás esta receta? A) Sí. B) No. C) Puede ser. D) Muy complicada. Creo que todos sabemos cual es la respuesta que te hará un millonario gastronómico.

    lunes, 4 de julio de 2016

    ESCABECHE DE ATÚN AL ESTILO HINDÚ CON ARROZ PILAF (Remake a Mario Sandoval)


    Me encuentro felizmente (creo que este adverbio es importante) enfrascado en la beca de Demos la vuelta al día. Como uno de los flamantes finalistas estamos siendo testigos y cómplices de un abanico de tareas, clases, trucos y pruebas de lo más variadas. Tras asistir a una masterclass de Mario Sandoval, Kiko Molla y Teresa Calo, nuestras mandíbulas se descolgaron varios centímetros ante el torrente de sabiduría, habilidad, cercanía y talento desmesurado que deambulaba ante nuestros ojos de aprendices. Recetas y más recetas. Ideas y más ideas. 

    Siempre es una delicia ver a alguien que te habla y enseña con pasión su oficio. Cuando sientes el gusanillo de la cocina, tener a semejantes titanes codo con codo, es un auténtico privilegio al alcance de muy pocos. Pero no sólo de teoría vive el becado, también de práctica. Y tocaba emular alguna de sus joyas empleando un amplio surtido de productos Día. Reto aceptado.

    Me lancé sin arnés ni red de seguridad a homenajear a Mario Sandoval y su Escabeche de Esturión. Pero como por aquí uno es amante incondicional de las especias y los toques exóticos, decidí hacer un remake al estilo hindú. Las fragancias de las semillas, el dulzor del arroz Pilaf, el picante del chile, la potencia del escabeche, hierbas aromáticas, verduras salteadas... Una combinación de sabores y texturas de lo más variopinto para intentar estar a la altura de la suela del chef. 

    Os dejo con este remake "bollywoodiense" que me hizo disfrutar todo el proceso: pensarlo, ejecutarlo, probarlo, mejorarlo y por último, devorarlo. ¡Mandiles arriba!


    Ingredientes (4 personas)
    • 400-500 grs de atún fresco en tacos
    • Harina de arroz
    • Sal del Himalaya Día
    • Acompañamiento: verduras salteadas (zanahoria baby, cebolleta roja y puerro)
    Para el escabeche hindú
    • 150 ml de Vinagre de Vino Blanco
    • 150 ml de Vinagre de Sidra o Manzana
    • 100 ml de Aceite de Oliva Virgen Extra Día
    • 150 ml de agua minera
    • 1 cda de bayas de enebro
    • 1 cda de pimienta negra en grano
    • 3-4 cardamomos
    • 1 cda de mostaza en grano
    • 1 cabeza de ajos
    • 100 grs de cebolla
    • 100 grs de zanahoria
    • 100 grs de puerro
    • 2 cdas de pasta de ajo y jengibre
    • Cilantro fresco
    • 3 chiles frescos

    Para la pasta de ajo y jengibre
    • 125 grs de jengibre fresco
    • 75 grs de ajo
    • 50 ml de agua
    • 25 ml de Aceite de Oliva Virgen extra

    Para el arroz Pilaf
    • 200 grs de arroz Basmati Día
    • ½ bote de setas salteadas Día
    • 4-5 ciruelas pasas
    • 1 cdita de hinojo en grano
    • 1 cdita de comino en grano
    • 375 ml de agua o caldo
    • 2 cdas de cúrcuma
    • 1 ramita de canela
    • Aceite de Oliva Virgen Extra Día
    • Sal
    Tiempo
    • 1 hora y 30 minutos
    Aquí os dejo la receta en video... Y abajo el proceso con paso a paso.

    Notas preliminares

    Podemos desangrar el atún previamente en un poco de agua para que vaya soltando impurezas. Pese a que tu pescadero, entiendo, es una persona agradable y servicial conviene repasar el atún y limpiarlo a fondo para evitar sorpresas.


    La pasta de ajo y jengibre

    Esta pasta es un condimento muy común para guisos o currys. Yo he optado por subir la proporción de jengibre (que me daba más sabor “diferente”) pero se pueden igualar las proporciones.

    En un robot de cocina (licuadora, trituradora o Thermomix) echamos los dientes de ajo enteros y pelados y el jengibre. Y los 50 ml de agua. Trituramos. Acto seguido vertemos el aceite de Oliva Virgen Extra (25 ml) y terminamos de vatir para que se integre todo y obtengamos un pasta homogénea. 


    TRUCO: Para pelar sin llevarnos la carne de por medio de esta fantástica raíz, usamos una cucharilla de café. Raspamos la corteza hasta dejarlo totalmente limpio.

    Preparamos la base del escabeche

    Para salirnos de la vertiente común (y deliciosa) del escabeche clásico vamos a dotar desde los orígenes de gran carga aromática al plato y de sabores asemejados a la cocina hindú para dotar de personalidad propia todo el proceso.


    En una olla amplia calentamos un poco de aceite de oliva (unas dos cucharadas) y tostamos las especias elegidas: enebro, cardamomo, pimienta y mostaza en grano. Las dejamos “chisporrotear” un minuto para que vayan inundando la olla y la casa de sus fragancias.


    Incorporamos la pasta de ajo y jengibre (como dos cucharadas generosas) y 2 chiles picados. NOTA: El voltaje de picante dependerá del paladar de cada uno y su osadía. Removemos bien para integrar los sabores. Añadimos la zanahoria, la cebolla y el puerro picado en juliana fina.


    Añadimos la cucharada de Garam Masala, una pizca de Sal del Himalaya, un chorrito (si hiciera falta) de Aceite de Oliva Virgen Extra, damos unas vueltas y dejamos pochar todo unos 30-45 minutos a fuego suave, a su ritmo, sin prisa.

    Pasado ese tiempo tendremos las verduras tiernas y pochadas y un aroma increíble en la olla. Es el momento de añadir los líquidos. NOTA: Para gustos los escabeches, así que la proporción la determinará tu gusto personal: más sabor a vinagre, más suave… Una proporción de 30% de agua, 30% vinagre, 30% agua. Añadir algo de vino blanco. Igualar las medidas. Mario Sandoval hace una mezcla fantástica de tipos de vinagre, en mi caso me he basado en dos: vinagre de vino blanco y vinagre de manzana. Y le he subido la proporción, porque en un escabeche, de una manera o de otra, se tiene que notar su presencia.

    Añadimos entonces la mezcla de vinagres (300 ml), 100 ml de Aceite de Oliva Virgen Extra y 150 ml de agua. Cuando rompa el primer hervor, apagamos el fuego.

    El atún

    Salamos el atún en tacos (del grosor de un bocado) y lo pasamos por harina de arroz – y así mantenemos la coherencia con el acompañamiento – Los sellamos en una sartén con un poco de aceite por todas sus caras. NOTA: Se trata sólo de marcarlo por fuera, por dentro seguirá crudo. Como un tataki.


     

    Introducimos el atún sellado en el escabeche caliente y dejamos que se cocine durante 10-15 minutos con el calor residual. NOTA: El atún debe quedar jugoso y tener cuidad de no pasarse porque quedaría seco.

    Para el arroz Pilaf

    El arroz Pilaf es una receta de origen turco o persa que se extendió por todo Oriente. En la India se usa como guarnición, ya que está dotado de especias pero que debe quedar como “secundario” y nunca gobernar el sabor total del plato. Debe quedar suelto y se emplea normalmente la variedad de Basmati.

    En una olla vertemos las especias elegidas (hinojo y comino en grano, en mi caso) y las tostamos ligeramente sin nada de aceite, que vayan sacando su poderío. Las sacamos y reservamos.

    En esa misma olla calentamos aceite de oliva y sofreímos la cebolla o cebolleta roja picada durante 5 minutos. Agregamos las setas variadas (y coladas) y removemos bien. Reincorporamos las especias tostadas y el arroz. Mezclamos hasta que los granos de arroz empiecen a estar ligeramente brillantes.

    Añadimos el agua, la cúrcuma, sal y la ramita de canela. Removemos (sólo 1 vez) y tapamos la olla. NOTA: Si no te cierra herméticamente puedes forrarla con papel de plata y asegurar que el arroz se cueza con su propio vapor. Dejamos cocinar 11 minutos a fuego muy suave.




    Pasado ese tiempo, destapamos, cubrimos con un trapo y dejamos reposar 5 minutos.

    El acompañamiento

    Vamos a usar las mismas verduras que en el escabeche pero salteadas, para que tenga sentido el plato en cuestión de ingredientes pero le demos otro punto de crocante y divertido al plato.


    Pelamos las verduras. Cortamos el puerro en tacos. Las marcamos en una sartén con aceite a fuego vivo hasta que cojan un bonito tono dorado. Sacamos y reservamos. NOTA: Podemos pulverizar un poco de escabeche por encima de las verduras para que vayan cogiendo su aroma.

    El montaje final

    Colocamos un aro de emplatar y disponemos una cama con el arroz pilaf de setas y pasas (del grosor de un dedo, más o menos) Sobre ella tendemos los tacos de atún y encima de cada uno un poco de las verduras escabechadas. Desmoldamos y coronamos con unos hilos de chiles, que nos dará volumen y un toque picante muy acorde con la idea.

    Situamos las verduras salteadas alrededor (que no sean muy grandes para no restar protagonismo a la verdadera estrella), salseamos generosamente con el escabeche cuidando mucho de no dejar caer granos de pimienta, de cardamomo o de enebro.

    Por último espolvoreamos chile picado y un poco de cilantro, para dar ese punto de frescor verde al resultado final.

    ¡Que aproveche, hitchcookian@s!