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lunes, 14 de octubre de 2019

RABAS EMPANADAS Y MAYONESA CÍTRICA

Receta fácil, vertiginosa y de lo más socorrida. Te puedo asegurar que este plato te sacará de más de un apuro en cualquier convite o aperitivo que te quieras marcar en casa para dejar a tus comensales con la mandíbula inferior a ras de suelo. Las hemos comido mil veces en bares y tascas, ahora es el momento de hacerlas en nuestras cocinas. Te garantizo, hitchcookian@, que estas RABAS son un delicia, y el empanado acepta todo lo que tu imaginación culinaria quiera. 

Además viene acompañada de una mayonesa de cítricos que va niquelada para todo tipo de pescado, pero para "dipear" es una salvajada. No hay excusas, nada de congelados, nada de ultraprocesados, vamos a animar nuestros platos con materia prima de la buena, que por aquí nos sobra. Yo te muestro ideas, tú tienes que lanzarte a por ellas. Llegó tu momento... ¡mandiles arriba!


Ingredientes (2 personas):

  • 300 g de rabas o calamares frescos
  • 100 g de harina 
  • 200 g de pan rallado 
  • 2 huevos batidos 
  • Sal y pimienta negra molida
  • Ajo en polvo 
  • 1 cucharada de pimentón picante o dulce
  • Aceite para freír 

Para la mayonesa cítrica 

  • 1 huevo L 
  • 250 g de aceite de oliva suave o de girasol
  • Sal
  • Limón y lima y su ralladura 
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Lo primero de todo es limpiar bien las rabas o los calamares (según tu elección). Tu pescadero puede hacerse cargo de esta tarea, dependerá del grado de confianza que tengas con él y su nivel de simpatía. Es IMPORTANTE quitar cualquier resto que nos arruine el bocado: éste tiene que ser limpio.

Ahora toca SECAR a conciencia el pescado para que el empanado "agarre" bien y nos ahorremos además chisporroteos innecesarios en la sartén o freidora.

Una vez hecho eso, salpimentamos al gusto. En este punto podemos añadir más especias secas como ajo en polvo, o jengibre y le damos un toque más oriental,  un poco de comino... Tú mandas. 

Batimos los huevos y disponemos otros platos con la harina (puedes añadir y mezclar un poco de pimentón picante o dulce) y el pan rallado. Vamos a ir pasando las rabas por la harina, luego por el huevo batido y por último por el pan rallado. Nos aseguramos que se "pegue" bien. 

Con la sartén o freidora a fuego vivo, vamos a ir friendo por tandas el pescado y sacamos a papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.

Por último preparamos la mayonesa. Vierte el huevo en un vaso alto, añade sal y vete vertiendo el aceite en hilo mientras dejas que trabaje la batidora. Por último añade el limón y la lima exprimidos. A la hora de presentar coloca las rabas en un bol acompañados con la mayonesa cítrica a la que rallamos un poco de la piel del limón y la lima.

¡Que aproveche, hitchcookian@s!  


domingo, 22 de abril de 2018

TARTAR DE ATUN CON AGUACATE Y LANGOSTINOS

Hoy os traigo una cena a cámara rápida de altura. Vamos a preparar en tiempo récord un gran plato de Tartar de Atún con aguacate y langostinos. Todo ello con un marinado exótico y con el punto picante que nos otorga el wasabi. Obviamente tú mandas y darás el toque exacto a tu gusto.

En esta ocasión he aprovechado varios ingredientes que pululaban sin destino claro en mi nevera para darles protagonismo en la receta: maíz, aguacate, cebolla roja, huevas... Juguetea tú también con los personajes, déjate llevar, cambia lo que quieras, añade lo que te apetezca, la cocina es pura fantasía. Y no existe el miedo. O no debería. Yo te doy ideas, tú las ejecutas en tu casa...

Pues vamos a ello, a velocidad de vértigo, con buena materia prima y con ganas de mandar nuestro paladar a un viaje exótico de matices, texturas y sabores. ¡Mandiles arriba! 



INGREDIENTES (2 personas)

  • 300 g d atún fresco (previamente congelado y descongelado)
  • Maíz dulce
  • 1 aguacate maduro
  • 6 langostinos cocidos
  • Huevas (mujol, salmón...)
  • Aceite de Oliva Virgen Extra, sal y pimienta negra
Para el marinado
  • 2 cdas de salsa de soja, 1 cda de aceite de Oliva Virgen Extra, 1/2 cda de Aceite de Sésamo, 1 cda de jengibre picado, cilantro fresco, pasta de wasabi (al gusto), 1/2 cebolla roja.
Tiempo: 5 minutos + 30 minutos de marinado

ELABORACIÓN

Picamos el los lomos de atún en trozos de bocado. Personalmente me gusta notar bien el pescado, no picarlo demasiado. Al fin y al cabo es el protagonista, debe sobresalir...

Lo colocamos en un bol. Añadimos la cebolla roja picada en brunoise, el jengibre picado o rallado, el wasabi (a gusto de vuestro paladar aventurero) el cilantro y luego los líquidos: soja y aceites.

Mezclamos todo bien, probamos y corregimos de sal si hiciera falta. Tapamos el bol con papel film y lo dejamos en la nevera. Tranquilamente, que vayan entablando amistad los ingredientes... Tiempo mínimo 30 minutos de reposo.

NOTA: El pescado deberá estar congelado. Puedes aprovechar antes de descongelarlo del todo a cortarlo, así resultará más fácil. 

Picamos el aguacate en trocitos y lo colocamos en un bol. Salpimentamos y regamos con un poco de aceite de oliva y una pizca de lima o limón. Pelamos los langostinos, los troceamos y al bol. NOTA: Las cáscaras las puedes reservar para dar aroma a un buen fumet de pescado casero.

Añadimos el tartar de atún y mezclamos bien. Servimos en platitos individuales o bols (también puedes emplatar con ayuda de un aro) y terminamos con una cucharadita de huevas por encima. Todo el sabor del mar en un bocado...

¡Que aproveche, hitchcookian@s! 

martes, 20 de marzo de 2018

ALBONDIGAS DE BACALAO CON COCO (Receta de mar y playa)

Hay otra forma de comer bacalao. Realmente hay docenas de formas, pero estas albóndigas de bacalao con coco son todo un hallazgo culinario. Súmale a su vistosidad y su sabor, la extrema facilidad de preparación y tendrás un plato o un entrante que descolgará mandíbulas de la admiración.

Yo te doy pautas de ingredientes para que cates esta delicia, pero deja volar la imaginación y juega con las especias y las hierbas aromáticas. Aquí las reglas solo las pone una persona: tú. Pero verás que la alianza del bacalao y el coco es algo sorprendente. Una suerte de "mar y playa"...

Se acerca la Semana Santa y con ella las redes se inundan de recetas de bacalao por todas partes. Sáltate la rutina y prepara estas albóndigas para disfrute de tu paladar y el de otros. ¿Te animas? Pues ya sabes qué hacer... ¡Mandiles arriba! 


INGREDIENTES (4 personas)
  • 500 g de bacalao desalado
  • 200 ml de leche
  • 50 g de pan duro
  • 1 huevo
  • 3 cucharadas soperas de leche de coco
  • 3 cucharadas soperas de coco rallado
  • 1 diente de ajo
  • 1 cebolla morada
  • 1/2 manojo de cilantro fresco
  • Sal, pimienta negra y aceite de oliva Virgen Extra

Tiempo: 10 minutos + 30 minutos del reposo

ELABORACIÓN

Remojamos el pan duro en la leche y lo escurrimos bien. Lo colocamos en un bol grande.


Picamos finamente el bacalao desalado (y sin espinas ni piel, faltará más), la cebolla, el cilantro y el ajo. Lo añadimos al bol.

Incorporamos el huevo, la leche de coco y el coco rallado. Salpimentamos al gusto y removemos. Tapamos con papel film y dejamos reposar la mezcla 30 minutos en la nevera.



Cogemos pequeñas porciones y formamos las albóndigas.

Freímos en una sartén con aceite caliente (o en la freidora) y sacamos a papel absorbente. NOTA: Mejor por tandas.

Emplatamos individualmente y decoramos con una ramita de eneldo.

CONSEJOS
  • Queda muy bien como aperitivo y no necesita salsa alguna, a mi juicio. Son muy jugosas y hay que disfrutar del contraste del pescado con el coco. Una salsa se lo podría llevar por delante.
  • También puedes prepararlas con salmón o merluza. 
  • Si no te gusta el cilantro prueba con perejil, eneldo o incluso con hierbabuena.



¡Que aproveche, hitchcookian@s!

lunes, 2 de octubre de 2017

TARTAR DE SALMÓN CON AGUACATE PICANTE

Sé que os tengo un poco abandonad@s, pero eso no quita que no os tenga en mis pensamientos culinarios. Vamos a quitarnos la espina preparando un clásico, que se me antoja ideal para una cena rápida o incluso para un entrante entre colegas. Hablo, cómo no, de un sencillo y espectacular tratar de salmón acompañado de aguacate con un toque de wasabi. 

Este plato necesita poca inversión de tiempo y os permitirá jugar con los ingredientes a incorporar. En este caso he optado por "separar" a los protagonistas para que el comensal pueda usar el bocado a su antojo. Por supuesto que el "tartar de pescado" se puede usar con otros pescados como el atún, pero el salmón nos viene que ni al pelo para destacar su poderoso sabor, amen de la infinidad de propiedades beneficiosas para la salud que tiene este gran pescado azul.

Antes de empezar es ALTAMENTE recomendable congelar el pescado durante 48 horas para evitar visitas inesperadas del fastidioso invitado "el Anisakis" Pasado el tiempo, descongelamos a temperatura ambiente. Dicho lo cual solo nos queda afilar el cuchillo (fundamental para poder cortar sin problemas el pescado) y, como siempre... ¡mandiles arriba! 


Ingredientes (2 personas)

  • 200-250 grs de salmón fresco (previamente congelado y descongelado)
  • 1 puñado de alcaparras (unos 40 grs)
  • 6 pepinillos pequeños en vinagre 
  • 1 cebolleta pequeña (o 1/2 si es mediana)
  • 2 cdas de Salsa Perrins
  • 1 cda de Mostaza Antigua 
  • 5-6 cdas de Aceite de Oliva Virgen Extra
  • 2 aguacates maduros
  • 1 limón o 2 limas
  • 2-3 cdas de mayonesa 
  • Pasta de Wasabi 
  • Sésamo tostado 
  • Sal y pimienta negra recién molida
Tiempo: 40 minutos

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El tiempo estimado es de reposo, para que los ingredientes se asienten. Pero la receta, el arduo trabajo nos llevará muy pocos minutos. Así que vamos a darle caña...

Limpiamos a conciencia el salmón de posibles espinas (recomiendo que sea lomo, y no rodaja) y lo picamos A CUCHILLO en trozos de 1 cm. La gracia es que se noten bien los trozos en boca.

Echamos el pescado en un bol amplio y añadimos las alcaparras ligeramente picadas, los pepinillos picaditos, la cebolleta cortada en juliana, la salsa Perrins o salsa inglesa, la mostaza, el aceite, la sal y la pimienta negra. Removemos bien, tapamos con film y dejamos reposar en la nevera 30 minutos.

Por otro lado vaciamos el aguacate y lo cortamos en dados. Los echamos en un bol y le añadimos dos cucharadas de mayonesa, el zumo de limón, un poco de pasta de wasabi (a elección del consumidor), sal y pimienta negra (también puedes añadir algo de cilantro picado o cebolla roja) Reservamos.

Con ayuda de dos moldes - uno rectangular y otro cilíndrico - creamos "los bloques". En el rectangular añadimos el aguacate picante aplastando bien para que coja la forma. Desmoldamos. 

En el cilíndrico vertemos el tartar de salmón con cuidado, aplastando en las paredes con suavidad y ayuda de una cuchara. Terminamos decorando con unas semillas de sésamo tostado y un poco de pasta de wasabi para los paladares aventureros y salvajes. 

¡Que aproveche, hitchcookian@s! 

lunes, 17 de abril de 2017

SALMÓN A LA PLANCHA CON ENSALADA DE GARBANZOS Y MEJILLONES (Receta de aprovechamiento)

Hoy vamos a sacarle jugo a esta receta de aprovechamiento. De ahí que vayamos a crear una "cama" para unos lomos de salmón, que así solos, se veían desmerecidos. En esta ocasión tiro de despensa para dar buen uso a unos garbanzos de bote y a unos mejillones perdidos en mi despensa.

Ni qué decir tiene que esta receta es una propuesta para despertar vuestro interés, así que si tenéis judías de bote, o lentejas, y una lata de melva o caballa, hará el mismo efecto. Se trata de conjugar elementos con una buena vinagreta bien fresca y resaltar el protagonismo del pescado.

Nos ponemos a ello, así que ya sabéis... ¡Mandiles arriba!

Salmón a la plancha con ensalada de garbanzos y mejillones

Ingredientes (2 personas)
  • 2 lomos de salmón
  • Sal y pimienta negra molida
  • Aceite de Oliva 
  • Semillas de sésamo con wasabi (opcional)
Para la ensalada
  • 1 bote pequeño de garbanzos cocidos
  • 1 lata de mejillones al natural
  • Alcaparras 
  • 2 huevos cocidos
  • 6 tomateros cherry 
  • Vinagreta: Aceite, vinagre de manzana y sal
  • Menta o hierbabuena fresca
Tiempo: 10 minutos

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Como buena receta de aprovechamiento vamos a sacar partido de la materia que pulule por nuestras despensas y neveras. Empezamos cociendo los huevos en agua durante 10 minutos. Pasado el tiempo los sacamos y refrescamos.

Colamos bien los garbanzos y los lavamos. Hacemos lo propio con los mejillones de lata. En un bol amplio echamos las legumbres, los mejillones, los tomatitos cherry troceados, las alcaparras y los huevos cocidos.

Preparamos la vinagreta emulsionando aceite de oliva, vinagre de manzana, sal y menta fresca bien picada. Vertemos sobre la ensalada y removemos bien para que se integre.

Pasamos un papel de cocina por el pescado para secarlo bien y eliminarle posibles escamas o trocitos de piel en la parte de la carne. Salpimentamos por ambas caras.

Ponemos una sartén al fuego con muy poco aceite y calentamos. Bajamos un poco el fuego (como a la mitad. Yo los hago en fuerza 5 o 6 sobre 10) y freímos el pescado primero por el lado de la piel. NOTA: Dependerá de lo "hecho" que os guste, a mi personalmente me va rosadito por el centro, así que con 2-3 minutos bastará por cada lado.

Emplatamos. Echamos la ensalada en el centro del plato y sobre ella disponemos el salmón. Decoramos con unas hojitas de menta o hierbabuena fresca y listo. 

¡Que aproveche, hitchcookian@s! 


Salmón a la plancha con ensalada de garbanzos y mejillones

lunes, 10 de abril de 2017

BACALAO A LA PORTUGUESA (Receta fácil de pescado)

La cocina portuguesa es toda una experta en el trato y manejo del bacalao. Materia prima no le falta, a lo que sumamos una perfecta combinación de acompañamientos y una aparente sencillez en el proceso. En esta ocasión posé mi mirada en una versión de Recetas de Rechupete para confeccionar este maravilloso plato de pescado al horno con patatas y cebolla. 

Bacalao a la portuguesa

Normalmente se trabaja con bacalao en salazón y posteriormente desalado, pero mi nevera (o mi pescadero) tenía a bien proporcionarme un buen pescado fresco que no ha dudado en ser el protagonista total de esta obra culinaria. Lo regamos todo con un buen vino de Oporto y dejamos que el horno nos termine esta delicia marítima y de campo que os aseguro repetiréis. 

Sencillo, saludable, económico, con personalidad... este plato de bacalao os hará viajar al país vecino a bocados. ¡Mandiles arriba! 

Bacalao a la portuguesa

Ingredientes (2 personas)
  • 2 lomos de bacalao fresco 
  • 2 cebollas 
  • 2 patatas medianas 
  • 4 dientes de ajo
  • 1 vasito de Oporto 
  • 1 cdita de Pimentón de la Vera (el mío de Candeleda, por supuesto)
  • Harina para rebozar
  • Sal, pimienta y aceite de oliva
Tiempo: 50 minutos 

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La cebolla pochada

Pelamos la cebolla y la cortamos en juliana (en tiras) En una sartén con dos o tres cucharadas de aceite de oliva, la vamos a ir sofriendo hasta que quede tierna. Unos 20-25 minutos a fuego moderado tirando a bajo.


Cuando ya esté blandita, apartamos la sartén del fuego y añadimos el pimentón, de esta forma nos aseguraremos que no se queme. Removemos bien y volvemos a poner al fuego. 


Vertemos el Vino de Oporto y damos un hervor fuerte para que el alcohol se evapore.


Las patatas 

Pelamos y laminamos las patatas con ayuda de una mandolina. Conviene dejarlas en remojo un rato para que suelten parte del almidón y a la hora de freírlas no se nos peguen unas a otras.


Las freímos en una sartén con abundante aceite y sacamos a papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. NOTA: Dejaremos que se cocinen pero que nos queden ligeramente crudas, ya que terminarán su proceso en el horno.

El bacalao

Salpimentamos los lomos y los pasamos ligeramente por harina. Los vamos friendo en la misma sartén de las patatas. Con 2 minutos por cada lado será suficiente.



Horneado 

Precalentamos el horno - con anterioridad - a 170/180º. 

En una bandeja apta para el horno - yo usé una de barro - colocamos una cama con las patatas. Sobre ella depositamos el pescado y distribuimos por encima la cebolla y la salsa.

Horneamos durante 20 minutos.


Sacamos y servimos caliente en platos individuales. ¡Que aproveche, hitchcookian@s!

Bacalao a la portuguesa

martes, 21 de marzo de 2017

BACALHAU À BRAS (Bacalao dorado, a mi manera)

Esta receta de la cocina portuguesa es un todo un símbolo de la gastronomía mundial. El Bacalhau à Brás o Bacalao Dorado es un plato de pescado sensacional, fácil de preparar y que combina a la perfección con un buen revuelto. Está claro que el que lo prepara... repite.

El nombre de Bacalao Dorado viene dado por el color amarillo oro que le otorga el huevo y la patata frita. He visto algunas variantes que le añaden cúrcuma para potenciar el color, pero me parece un poco aromatizar sin venir a cuento un plato que ya de por sí tiene muchos elementos sabrosos y con personalidad. Simplemente debemos vigilar los tiempos y el tostado para no pasarnos. Queremos color dorado, no negro tizón.

Bacalhau à bras o bacalao dorado

Si vas a Lisboa o has ido, sabrás que este plato tiene que caer sí o sí. Y hoy lo vamos a preparar en los fogones del hogar sin muchas complicaciones. Necesitarás un poco de destreza y mucho mimo para obtener al final un plato cremoso (que no seco) y plagado de olor a mar.

Créeme si te digo, hitchcookian@, que te va a sorprender este plato y que lo harás en más de una ocasión. Ya de paso pruebas tus virtudes con el cuchillo para hacer las patatas paja (vigilando de no llevarte un dedo por el camino). Pues venga, que nos vamos al país vecino a comer... 

¡Mandiles arriba!

Bacalhau à bras o bacalao dorado

Ingredientes (2-3 personas)

  • 1/2 kg de bacalo fresco sin piel ni espinas
  • 3 patatas
  • 2 huevos 
  • 2 cebollas medianas
  • 1 diente de ajo
  • Sal, pimienta y Aceite de Oliva
  • Perejil fresco picado
  • Aceitunas negras (opcionales)
Tiempo: 20-25 minutos

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NOTA INICIAL: Esta receta se suele preparar con bacalao en salazón, pero como yo tenía unas buenas tajadas de bacalao fresco, me pareció una buena opción para darles una salida digna. Para desalar el bacalao necesitaréis sumergir el pescado en agua durante 40-48 horas, cambiando el agua cada 6 horas. Y deberá estar siempre en la nevera, para evitar riesgos de fermentación.

El sofrito de pescado

Limpiamos a conciencia el pescado, retirándole todas las espinas que puedan haber. Este plato necesita tener un bocado limpio, nada más desagradable que toparte con una espina, así que nos tomamos nuestro tiempo para dejar el bacalao "niquelao". 

Desmenuzamos el pescado con las manos hasta obtener unas "migas". Reservamos.


Picamos la cebolla en trocitos y la ponemos a sofreír en una sartén con un poco de aceite de oliva. Cuando esté blandita y algo dorada (unos 10-12 minutos) añadimos las migas de bacalao. Echamos una pizca de sal y pimienta negra molida. Vamos mezclando bien para que se cocine el pescado.


Las patatas fritas y el revuelto

Por otro lado cortamos con ayuda de una mandolina o a cuchillo con paciencia y cuidado, las patatas en tiras muy finas (tipo "paja") Las lavamos bien para que pierdan el almidón y las secamos con ayuda de un trapo de cocina.


En una sartén con abundante aceite caliente, las freímos hasta que queden crujientes y doradas. No nos llevará mucho tiempo ya que son muy finitas. Así que estad al loro que no se quemen...


Escurrimos las patatas en papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.


Añadimos las patatas (reservando algún montoncillo para el final del plato) y removemos bien. Picamos el perejil y lo espolvoreamos por encima.

Batimos los huevos en un bol, le añadimos un diente de ajo majado o muy picado (esto es opcional) y lo incorporamos al sofrito de la cebolla, el bacalao y las patatas. 


Removemos bien todo el conjunto durante 2-3 minutos, para que así se vaya cuajando el huevo y mezclándose bien todos los ingredientes, esa es la clave. IMPORTANTE: Que nos quede meloso, jugoso, esponjoso... no que quede seco y las patatas deben mantener un punto crujiente.

Montamos el plato con el revuelto de bacalao, cebolla, patatas y huevo en el centro. Coronamos con un buen puñado de patatas paja y unas oliva negras alrededor. Culminamos la obra maestra con unas hojas de perejil fresco y listo.

¡Que aproveche, hitchcookian@s mi@s!

Bacalhau à bras o bacalao dorado

martes, 14 de marzo de 2017

RODABALLO CON SALSA DE AZAFRÁN (Receta fácil de pescado)

Hoy os traigo una receta sencilla y rápida de pescado. Y no de uno cualquiera, de rodaballo, uno de mis favoritos. Para la ocasión lo vamos a "regar" de una aromática y colorida salsa de azafrán cuya base será un caldo de pescado con los restos y unas verduras. 

El rodaballo es un pescado semigraso que contiene muchas propiedades beneficiosas para la salud. Comer pescado es altamente recomendado en cualquier dieta o en cualquier mente sensata, pero el protagonista de hoy posee proteínas y aporta aminoácidos esenciales, así como un alto porcentaje en ácidos Omega 3, que ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares y degenerativas.

Y qué decir del azafrán, uno de nuestros productos estrella. Una especia en hebras mundialmente reconocida y que colorea cualquier guiso dotándolo de un aspecto único, irrepetible, sin patrañas colorantes ni gaitas. Así que hoy vamos a darle color a un día gris. ¡Mandiles arriba!

Rodaballo con salsa de azafrán

Ingredientes (2 personas)
  • 1 rodaballo en filetes 
  • Unas hebras de azafrán
  • 1/2 vaso de vino blanco
  • 1 vaso de caldo de pescado 
  • 1 cdita de Maicena (harina de maíz)
  • Sal y pimienta negra molida
  • Aceite de Oliva Virgen Extra
  • Unas hojas de rúcula aliñadas para acompañar 
Tiempo: 20 minutos

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Pedimos a nuestro gentil pescadero que nos prepare y limpie el pescado para cocinarlo en casa. Eso sí, pedidle que os guarde las raspas y la cabeza (yo lo hago siempre que compro pescado) y así preparáis vuestro propio fumet de pescado. La diferencia se nota... 

Precalentamos el horno a 180º con calor arriba y abajo.

Mientras el horno se calienta preparamos el caldo. Para ello ponemos en una olla con abundante agua los trozos restantes del pescado, un apio, un puerro y un poco de perejil (puedes añadirle cebolla, tomate...)  Salpimentamos y dejamos que cueza durante 10 minutos. 

Pasado el tiempo lo colamos bien y reservamos.

Disponemos el pescado en un bandeja de horno. Salpimentamos por ambas caras y rociamos con un poco de buen aceite de oliva Virgen Extra. Lo cocinamos en el horno durante 10-12 minutos.

Mientras tanto vertemos en una sartén el caldo colado, el vino blanco, las hebras de azafrán y un poco de Maicena diluida en medio vaso de caldo. 

Dejamos reducir la salsa hasta que espese a nuestro gusto, removiendo frecuentemente. 

Colocamos los lomos o filetes de rodaballo en un plato y salseamos con alegría, dejando que el bonito  color amarillo gobierne nuestra vista. Terminamos acompañando con unas hojas de recula aliñadas con aceite, vinagre y sal. 

¡Que aproveche, hitchcookian@s!

miércoles, 15 de febrero de 2017

FISH & CHIPS (El hombre que sabía demasiado)

Fish and chips

La pasión de los británicos por su popular "Fish & Chips" es altamente conocida. Es una comida callejera, asequible y económica. El pescado rebozado y las patatas fritas son casi un emblema gastronómico y jamás hay que perder la oportunidad de catarlos. Una suerte de "finger-food" que hará las delicias de mayores y pequeños - buena opción para incluirles pescado -. 

Normalmente se prepara con pescado, aunque - tal y como he hecho yo - también se puede usar unos buenos filetes de merluza. Como acompañamiento puede tirarse de puré de guisantes, pepinillos en vinagre o de una buena salsa para "dippear". Y por supuesto debemos garantizarnos unas excelentes patatas fritas, melosas por dentro y crujientes por fuera. Abajo te doy las claves del éxito... 

Para tan especial momento nos acompaña en la comparación gastro-cinéfila mi querido Sir Alfred Hitchcock, que nos cede gustosamente su versión americana de "El hombre que sabía demasiado" para llevar este bocado británico a otra dimensión y divertirte (¿acaso debe haber otro propósito?) con esta mezcla maravillosa de cine y cocina. Prepárate que esto se va a llenar de buen suspense culinario. Así que... ¡mandiles arriba! 

Fish and chips

Ingredientes (4 personas)
  • 800 grs de filetes o lomos sin espinas de bacalao o merluza (yo usé merluza)
  • 120 grs de Harina de trigo
  • 100 grs de Maicena 
  • 250 ml de Cerveza 
  • 1 cdita de Curry
  • Perejil fresco picado
  • Sal y pimienta negra molida
  • Aceite de girasol o aceite suave
Para las patatas fritas (chips)
  • 3-4 patatas para freír (variedad Monalisa o Kennebec) 
  • Aceite de oliva 
  • Sal
Para la salsa
  • 4 cdas de Mayonesa 
  • 2 cdas de yogur
  • 1 cda de Mostaza de Dijon
  • Cebollino fresco picado
  • 1 cdita de comino molido
  • Unas gotas de lima o limón
Tiempo: 60 minutos.
Película comparada: "El hombre que sabía demasiado" (Alfred Hitchcock, 1956)

Disfruta de la comparación cinematográfica tras la receta...

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El rebozado

En un bol vamos a disponer la masa del rebozado. Para ello echamos la harina de trigo y la maicena (harina de maíz) y lo mezclamos todo bien.




Vamos añadiendo la cerveza poco a poco mientras vamos removiendo la mezcla con unas varillas. Nos tendrá que quedar una masa sin grumos.

Incorporamos el perejil, luego el curry y damos un "último meneo" al combinado. 

Limpiamos bien el pescado por si tuviera alguna espina "rebelde" y los cortamos a lo largo, de tal modo que nos queden unas tiras como de un dedo de grosor. Salpimentamos por ambas caras y los sumergimos en la mezcla del rebozado.

En una sartén con aceite bien caliente, vamos friendo las tiras hasta que queden bien doradas por todas partes. Sacamos a papel absorbente hasta terminar con todo el material marino... 

Las chips

Vamos a emplear la técnica de la "doble fritura" para asegurarnos unas buenas patatas fritas suaves por dentro y crujientes por fuera. 

Primera fritura

Pelamos las patatas y las cortamos en bastoncillos (corte común llamado "batonnet"). Las dejamos en remojo durante 10-15 minutos, de ese modo perderán algo de almidón (así no se nos pegarán).

Las secamos a conciencia y calentamos abundante aceite en una sartén. La técnica nos habla que en la primera fritura el aceite debe estar más o menos a 140º. Si tienes termómetro, bien. Pero si no un truco infalible de El Confidencial es echar una miga de pan, si se queda en el fondo es que el aceite está más o menos caliente y podemos echar las patatas. Mejor en tandas, hasta que las veamos ligeramente doradas pero no fritas del todo.

Reposo

Con la primera fritura nos garantizamos que se hagan bien por dentro. Las sacamos y las dejamos enfriar durante 30 minutos. NOTA: En este punto podrías congelarlas (una vez frías) y así tener siempre patatas fritas caseras a punto para un último golpe de fritura. Merece la pena...

Segunda fritura 

Pasamos a la segunda fritura el aceite deberá estar a unos 180º. El truco sin termómetro es echar una miga de pan y si flota, tenemos la temperatura adecuada. Como antes, echamos las patatas por tandas hasta que queden bien doradas, tersas y crujientes. Sacamos a papel de absorber.

Emplatado

Mezclamos todos los ingredientes de la salsa y removemos bien. Ni qué decir que vayáis probando según vayáis echando para dar con "vuestro toque".

Presentamos el pescado sobre papel de periódico para hacerlo más "comida callejera". Servimos las patatas del mismo modo en algún recipiente alto para que sobresalgan y acompañamos con la salsa ligeramente espolvoreada con un poco más de cebollino picado. ¡Que aproveche, hitchcookian@s! 

Película ideal para degustar este plato
THE MAN WHO KNEW TOO MUCH
("El hombre que sabía demasiado" - Alfred Hitchcock, 1956)


Siempre es un placer volver a mis orígenes gastro-cinéfilos con el maestro que dio sentido a esta chifladura de blog. Para la ocasión lo tenía claro desde el inicio. Al tratarse de una receta británica, callejera, con un enorme poderío visual y siendo un "remake" por mi parte de un clásico, había que dejarse atrapar por ese thriller milimétrico y maravilloso llamado "El hombre que sabía demasiado" 

Una de esas "películas familiares" del genio inglés, donde la calma se transforma en tempestad en cuestión de segundos. Y en donde los mundanos personajes son arrastrados por una marea de hechos extraordinarios, y tendrán que sacar a relucir sus mejores dotes detectivescas y heroicas para escapar. Puro Hitchcock, nada le gustaba más que masacrar a la gente corriente... 

Unos pocos antecedentes... 

A mediados de los años 50, Hitch ya estaba más que consagrado en el panorama mundial. Su virtuosismo técnico y su impronta de suspense eran ya un sello inconfundible. Esa década fue la más prolífica para él y donde podía permitirse lujos al convertirse en su propio productor. Cuando llegó el año 1956 ya había entregado piezas fundamentales de su filmografía "cincuentera" como "La ventana indiscreta", "Yo confieso", "Extraños en un tren" o "Crimen perfecto"

Pero es en ese año cuando decide "auto-revisitarse" a sí mismo (ya lo hizo anteriormente con sus películas de "Sabotaje" de 1936 y 1942), y posa su mirada en su película británica de 1934, "El hombre que sabía demasiado" (protagonizada por Peter Lorre). Ya en Hollywood posee poder total sobre la obra, un abultado presupuesto y un elenco popular y de prestigio (un extraordinario James Stewart y una más que notable Doris Day) para catapultarla al éxito. Y así fue. Con Oscar a la "Mejor Canción" incluido (por la célebre y maxi tarareada Whatever will be, will be - Qué será, será...

El argumento 

Así pues nos encontramos con un Hitchcock cómodo, asentado y dispuesto a divertir al espectador y hacerle sufrir en sus carnes las vicisitudes de un matrimonio común (un médico, su mujer cantante y su hijo pequeño) que se ve inmerso en una trama de espionaje internacional durante unas vacaciones  - aparentemente relajadas - en Marruecos. 

Y es que cuando eres el único poseedor de una información que te susurra un hombre moribundo,  nada bueno puede suceder. A partir de ahí, el secuestro del niño y un plan de atentado irán agitando la trama de esta pareja hasta culminar en un colofón narrativo y dramático como pocas veces se ha rodado. Hablo, naturalmente, de la majestuosa secuencia del Albert Hall. Cine total, ese que funciona con la precisión de un reloj y te mantiene petrificado en el asiento.

Nuestra cine-receta 

Por un lado nos topamos con las similitudes claras con este "English-finger-food": la nacionalidad británica de Alfred Hitchcock, que se trata de un "remake" de una obra inglesa y que la mayor parte de la película transcurre en Londres. Pero vayamos un poco más lejos...

La historia arranca con un placentero viaje por Marrakech, donde un matrimonio disfruta de largos paseos por los zocos y el folclore y la gastronomía marroquí. Esos primeros apuntes que se nos materializan con exóticos aromas como el comino o el curry, perfumando el ambiente y la cocina de una paz que se resquebrajará tarde o temprano.

Empezamos a gestionar el primer nudo de la trama mientras mezclamos en el bol las piezas clave que recubrirán la historia: la harina, la cerveza y la sal equivalen a esa "masa madre" en el que se sumergirán sin querer nuestros protagonistas (el asesinato del espía y su posterior confesión letal al afable doctor) A partir de ahí lo extraordinario se hace con el poder absoluto.

El matrimonio - a nuestros ojos alocados, el pescado - se verán forzados a adentrarse en una espiral de violencia, secuestros, planes criminales y espionaje, y tendrán que mostrar una coraza especial para hacer frente a todos estos hechos. Primero se recubren de la masa para luego pasar por la cólera del aceite caliente. Ya no son dos personas mundanas, ahora deben hacer frente a un dilema crucial: salvar a su hijo o evitar un atentado. 

Una vez que se forma "una costra" en su espíritu es cuando pueden contraatacar, el secuestro del pequeño les empuja a sacar una destreza que creían ausente en sus vidas. La fuerza que les otorga el rebozado, el curry o el perejil les permite "freírse" en acontecimientos de calado criminal. Y la "rubia" de turno - aquí de aparente fragilidad y sumisión - se nos antoja como esas relucientes y crujientes patatas fritas, donde el amarillo predomina, y se erige como un protagonista con un interior amable y maternal pero con una inteligencia y sagacidad propia de un dorado a fuego vivo. A fin de cuentas es ella en realidad la que maneja y descubre los misterios de la trama... 

Al final todo queda postrado en el Albert Hall, donde se cometerá el asesinato del ministro a la espera de una nota concreta. El plato de pizarra se nos asemeja a ese escenario mortal. El cronómetro de Hitchcock gira para sumirnos en un fuego cruzado donde la víctima, la orquesta, el matrimonio y el francotirador se arremolinan en un mismo espacio como el pescado, las patatas y la salsa en un mismo plato de presentación. Ella evita el crimen con su grito (es cantante, buen juego con la personalidad del personaje) y conecta secretamente con su hijo gracias a cantar la célebre canción para culminar en un final feliz, para celebración del espectador y del comensal. 

"El hombre que sabía demasiado" es, ante todo, un divertimento ejemplar por parte de uno de los mejores animadores visuales que ha dado el séptimo arte. Nos convierte en detectives y cómplices de una trama muy bien orquestada y que nos lleva por pistas falsas, personajes siniestros y un mar de dudas hasta dar con la verdad total. Es una película clásica de Hitchcock, posee gran parte de sus pasiones y obsesiones: seres normales en hechos que les sobrepasan, conspiraciones, humor negro, misterio y muerte. Nuestra receta ha tratado de mantener ese "espíritu británico" que impregna esta obra basada en su homóloga de los años 30.

Qué será, será... pues, por de pronto, es una gran receta apoyada en un thriller de enorme altura. Ahora ya sabéis demasiado. No os queda otra que prepararla...  

lunes, 30 de enero de 2017

LUBINA AL HORNO CON PATATAS ESPECIADAS (Healthy Fish dish)


Un nuevo #FreeMeatMonday llega a nuestra cocina. Y, en esta ocasión, llega por mar. Esta receta de lubina al horno es de lo más sencilla y agradecida. Basta con hacerse con una buena materia prima para obtener un resultado espectacular. La calidad de los productos siempre, repito, siempre marcan la gran diferencia entre un buen plato y un plato sublime. Así que daos el capricho...

Para acompañar a esta "dama" del mar, preparamos unas patatas de guarnición de una manera también simple y llana, pero que aderezaremos con especias secas para darles un poco más de vida. Yo las cuezo y las paso por la sartén, pero nos sirven hechas al vapor o incluso como "cama" de la lubina cuando entre en el horno. Un plato a cámara rápida sano, delicioso y adictivo. Nos lanzamos al océano para preparar este pescado. Así que coged los arpones y... ¡mandiles arriba!



Ingredientes (2 personas) - 

  • 2 filetes de lubina fresca 
  • 6 patatas de guarnición
  • 2-3 dientes de ajo
  • Perejil fresco picado
  • 1 guindilla (opcional)
  • Un chorro de Vinagre de Vino Blanco
  • Sal, pimienta negra y Aceite de Oliva Virgen Extra
  • Especias secas para las patatas (orégano, albahaca, tomillo...)
Tiempo: 20-25 minutos 

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Precalentamos el horno a 180º -200º

Las patatas

Llenamos una olla con agua y sal y añadimos las patatas. Le damos vida al fuego para que hierva. NOTA: Las patatas deben cocer con un hervor suave, no a borbotones. Dejamos que se hagan durante 15-20 minutos, o hasta que veamos que están blanditas. 

Sacamos, colamos y secamos las patatas. En una sartén calentamos un poco de aceite de oliva, añadimos las patatas y las aplastamos ligeramente. Dejamos que vayan cogiendo color por la piel. Salpimentamos al gusto y añadimos las especias secas que más nos plazcan.

La lubina

Echamos un poco de aceite en la base de una fuente de horno.

Salpimentamos los filetes de lubina por ambas caras y los "acostamos" en la fuente. Les rociamos con un poco más de aceite, echamos un poco de agua (si tenéis caldo de pescado, mejor que mejor) y horneamos durante 8-10 minutos (dependerá del tamaño y grosor)

Mientras freímos unos dientes de ajo laminados con una guindilla en una sartén con aceite (a fuego moderado). Cuando cojan color y desprendan su aroma, añadimos el perejil picado. Apartamos del fuego e incorporamos el vinagre de vino blanco.

Sacamos la lubina del horno y vertemos el sofrito por encima. 

Servimos los filetes de pescado acompañados de las patatas y terminamos con un chorro de buen aceite de oliva Virgen Extra en crudo por encima. ¡Que aproveche, hitchcookian@s! 

lunes, 11 de julio de 2016

PEZ ESPADA A LA CORDOBESA (Un amor por revelar)

Hoy os traigo una receta de lo más sencilla y deliciosa. Muchas veces (más de las que nos creemos), lo simple es el acierto. Y aquí tenéis una prueba de ello. Un pez espada dará buena cuenta de este plato aderezado con una salsa de tomate y cebolleta (adquiridos de mi frutería predilecta Tropicana) y coronada con ajo y perejil frito. 

Esta receta tiene muchos elementos positivos: es muy rápida de preparar, tiene una buena carga de nutrientes (el pescado contiene grasa Omega 3 y el tomate aporta muchas vitaminas y minerales), no hay que enloquecer con los ingredientes y es una idea estupenda para lo más pequeños de la casa al tratarse de un pescado sin espinas. Eso sí, es fundamental hacerse con un buen aceite de oliva Virgen Extra para garantizarnos un éxito en boca. Nuestro oro líquido marcará la diferencia.

Para la ocasión rindo un homenaje cine-culinario a mi buen amigo José Manuel Montes y su cortometraje "Un amor por revelar". Le debía este plato, ya que tuve la oportunidad de colaborar en la producción de su pequeña gran obra. Su viaje a las entrañas de Córdoba me ha sugerido esta receta, y misión cumplida. Sin más, os dejo con este maravilloso plato. ¡Mandiles arriba!

Pez espada a la cordobesa

Ingredientes (2 personas)

  • 2 filetes de pez espada 
  • 2 tomates 
  • 1 cebolleta mediana 
  • 2 dientes de ajo
  • Perejil fresco
  • Sal, Pimienta negra y Aceite de Oliva Virgen Extra
Tiempo

  • 20 minutos



Ponemos una sartén al fuego con un poco de aceite de oliva. Rehogamos la cebolleta picada en brunoise (finamente) y el tomate picado. Dejamos unos minutos para que se vayan ablandando y cogiendo sabor. Ponemos a punto de sal y les damos libertad para que vayan cocinándose sin prisa.

Picamos los dientes de ajo y el perejil. En otra sartén con otro chorrito de aceite de oliva, freímos el ajo y el perejil hasta que cojan color pero sin llegar a quemarse.

Por último salpimentamos los filetes de pez espada por ambas caras y calentamos una plancha con un poco de aceite. Los cocinamos por los dos lados a fuego vivo. NOTA: Mejor que sean filetes "gorditos", ya que si son muy finos pueden quedarnos demasiado secos. Y no debemos pasarnos en su cocción, así que vigilantes como halcones en la plancha.

Para emplatar disponemos el pescado en el centro del plato, trazamos una línea gruesa con el tomate y la cebolleta pochada y por encima la picada frita de ajo y perejil y su aceite. Opcionalmente podemos rallar algo de corteza de limón o naranja. 

Y no hay más. Tan sencillo y delicioso como parece. ¡Que aproveche, hitchcookian@s! 

Cortometraje ideal para degustar esta película 
UN AMOR POR REVELAR
(José Manuel Montes, 2015)


Trailer Oficial "Un amor por revelar"

Tenía esta deuda pendiente. Y las deudas se pagan o se cocinan. The Hitchcock: cocinando a cine lento tuvo el placer de participar como "mecenas" en la producción de este cortometraje diseñado en su integridad por José Manuel Montes, así que no podía por menos que rendirle un culinario homenaje a esta pequeña pieza romántica y mágica llamada "Un amor por revelar".

La historia - como todas las grandes historias - parte de una historia de amor imposible de primeras, y que poco a poco, va mutando en un encuentro ineludible. Las calles de la Córdoba nocturna, los callejones, las esquinas,  los épicos puentes o los rincones secretos, son testigos (tal vez cómplices) de ese paseo de la pareja protagonista: Mickey, un apocado joven con un defecto en un ojo - que le hace ver la mitad de la realidad en negativo - y Cate, una turista inglesa de vacaciones -. Un viaje de conocimiento y descubrimiento. Conocimiento por cómo indagan en las vidas de cada uno a lo largo de la madrugada cordobesa y de descubrimiento para ella, casi como una ruta turística privada a través de los misterios y memorias de la ciudad.

Ese amor que surge por su conexión cinematográfica inicial, va cobrando forma, levantándose como un emblemático monumento, a cada paso que dan, a cada copa que comparten, a cada confidencia que se hacen. A la memoria nos vienen obras como "Antes del amanecer", "La gran belleza" "Breve encuentro" y hasta reminiscencias woodyallenescas por sus pinceladas mágicas. 

En este cortometraje nos vamos a topar con un fragmento en las vidas de dos seres solitarios, que entrelazan sus destinos (sin saber qué será de ellos más allá de la noche compartida) para encontrar un poco de calor humano, de compañía, un hombro amigo sobre el que descansar las penas y las ilusiones. Y mientras tanto, la ciudad observa silenciosa el devenir de su romance.

Nuestra receta evoca a Córdoba, tercer personaje principal de "Un amor por revelar". En sus entrañas se aglutina todo el deambular de esta pareja noctámbula. Tomemos el pescado como el mapa de la ciudad, que sirve como escenario o laberinto. En su alfombra (o carne) se trazan caminos marcados a fuego en la plancha que nos catapultan a esos pasadizos y callejuelas que serpentean por la localidad. La irregularidad del propio pez espada también nos hace pensar en esos caminos de adoquinado agreste, abombado, por cuyos rostros han pasado millones de suelas. Y su color tostado, brillante, como lo es el suelo a la luz tenue de las farolas.

Mickey y Cate comienzan su aventura por separado, como la cebolleta y el tomate. Cada uno por su lado hasta que un encuentro forzado les hace intercambiar las primeras palabras. Él, dulce como la cebolleta, sin un sabor demasiado fuerte, tierno en su forma de hablar y de mostrar sus sentimientos. Ella representa la fantasía, la tentación, el rojo pasión del tomate. En los compases iniciales ambos se nos presentan esquivos, algo nerviosos, marcando las distancias... Pero cuando toman la decisión de vagar por la inmensidad de la noche (o a lanzarse al vacío de la sartén) la tensión va desapareciendo, dejando hueco a la unidad. Un pochado a fuego lento que va mezclándoles, en sabor y en emociones.

El ajo y el perejil nos otorgan ese punto de secretismo, de oscurantismo, que sobre todo invade a Mickey y su coqueteo con sustancias que le hagan sobreponerse al fallecimiento de su madre. Un lado oculto que trata de mantener lejos de Cate, sin saber que ella es final y realmente la droga que necesita para salir a flote y ver la realidad en su entera composición.

Al final, Mickey obtiene un mundo en color. Nada "negativo" se encuentra ya en su visión. Y explota el amanecer sobre Córdoba y su Mezquita, llenando la pantalla de una paleta de colores infinita. Nuestro plato florido, así como la flor decorativa, se asemejan a las macetas que bailan en los balcones. Y la salsa de tomate y cebolleta cruza el Guadalquivir (el pez espada como elemento marítimo o al menos, acuático) como lo hace el Puente Romano. 

"Un amor por revelar" es una estupenda comedia romántica, o un romance de trazos cómicos, que se sirve de unos decorados naturales estupendamente fotografiados y plasmados. Pocas veces se habrá indagado en la noche cordobesa como lo hace José Manuel Montes. Y el resultado final es un óleo lleno de texturas, matices, sabores y olores perfectamente trazado. Y todo, como nuestra receta, sin prisa, disfrutando de cada paso, deteniéndonos a respirar el aliento de una ciudad única...

martes, 5 de julio de 2016

UNIVERSO ASALMONADO: Grandes recetas de salmón

Ay, el salmón. Tal vez mi pescado favorito (sin querer menospreciar a todo el elenco de fantásticos seres que deambulan por el mar) Pero lo cierto es que tiene algo que le hace especial: la variedad de técnicas que se pueden emplear para sacarle partido. Amén de un sabor increíble, una ristra de beneficios nutricionales importante y una gran versatilidad en la combinación de ingredientes.

El salmón es un pescado azul cuya grasa es muy saludable (aunque conviene evitar freírlo para que no pierda sus propiedades esenciales) y rica en ácidos Omega-3, que ayudan a cuidar el corazón y a disminuir los niveles tensión arterial. Protegen de apoplejías y cardiopatía y es un gran aliado para reducir el colesterol alto. No está mal...

Gastronómicamente hablando, nos encontramos con infinidad de platos y técnicas para cocinar el salmón: marinado, ahumado, a la plancha, en papillote, asado, al vapor, como relleno, como plato único, como bocado de aperitivo, como gelatina, en bocadillo, en un plato de pasta... 

Como veis tiene un sinfín de posibilidades para no quedarnos en los clásicos y sorprender a los comensales con recetas magníficas y muy sencillas de preparar. Aquí os dejo este Universo de amigos bloggers para vuestro deleite. Que lo disfrutéis y ¡mandiles arriba! 


Comenzamos surcando el gran azul con Picoteando Ideas y su propuesta de Calabacín Gratinado con Salmón. Una mezcla de mar y tierra (o huerto) de lo más sugerente y sencilla de preparar. Tiempo mínimo, máximo resultado, donde el horno le echa una mano para dar el toque final y luego redondea la jugada con una salsa de teriyaki, miel, aceite y vinagre. ¡Qué combinación! 


Entre 3 fogones nos muestra una técnica culinaria de lo más socorrida: el marinado. Y lo usa para mostrarnos este bocado (tan emblemático y personal para ella) de Salmón Marinado al Eneldo. Para el proceso se vale de sal gorda, azúcar y "sumerge" el pescado bien limpio para luego dejarlo reposar 24 horas en nevera. El aceite de oliva y el eneldo fresco completan esta delicia.


Las recetas fáciles de María nos catapultan a otra dimensión de este pescado con su Gelatina de Vino Blanco para Pastel Frío de Salmón. Por un lado prepara un fantástico pastel de salmón con gelatina,  pan de molde, crema de leche, gambas, zanahorias... Luego se sustenta de un buen fumet de pescado y corona la cima con una gelatina de vino blanco. Un espectáculo para la vista y el paladar.


Ahora vamos a una rodaja de pescado y a vestirla gracias a La cocina de Masito y su Salmón con Salsa de naranja, yogur y romero. Una estupenda propuesta y muy sencilla para potenciar el sabor del pescado y darle unos aromas de cítricos y hierbas. Bastará con ir reduciendo la salsa hasta obtener una consistencia espesa mientras se cocina nuestro protagonista. Una mezcla de éxito.


La pasta encuentra en Dulce de Limón su mejor aliado y su oferta de Macarrones con salmón al horno. Una receta de lo más socorrida donde el pescado se ve secundado de verduras variadas: espárragos, ajetes, cebolla... Se mezclan con vino blanco y leche evaporada y se introduce la pasta con la salsa en el horno para terminar el viaje. El resultado salta a la vista: de vicio.


No podían faltar los rellenos y aquí Olor a Hierbabuena tiene algo que decir. Nos trae unas sensacionales Berenjenas Rellenas de Salmón y Langostinos aderezadas con una bechamel casera. Cuece las berenjenas en el microondas y luego trabaja todo el proceso en Thermomix para lograr obtener un bocado de lo más tentador y marítimo. Un plato fantástico y muy bien ejecutado.


Y por último el menda. Para la ocasión os traigo unos Solomillo de Salmón con salsa de Mostaza y Alcaparras. Una forma original de dar al pescado un recubrimiento distinto. En mi caso las alcaparras y la mostaza otorgan un sabor especial, y añado toques de jengibre, ajo y eneldo fresco para resaltar todos los aromas. Es muy fácil de preparar con el paso a paso que os dejo explicado.


Aquí concluye este viaje por el universo asalmonado. Una variedad de recetas muy asequibles y divertidas de ejecutar para los amantes de este popular y sensacional pescado. Ahora os toca a vosotros poner en práctica este abanico de ideas...

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