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viernes, 14 de febrero de 2020

FOCACCIA DE NUECES Y CABRALES con aceite de romero y miel

Aprovechando el extenso suministro de Nueces de California que han tenido a bien concederme, se ha gestado una receta de altura panarra por estos lares. Una focaccia aderezada con nueces, queso Cabrales, tomates secos, romero fresco, miel... Un festival gastronómico y un inmortal bocado italiano que sin duda tienes que hacer, que probar, que descubrir, que catapultar a la estratosfera culinaria de tu paladar. Lleva su tiempo - que no cunda el pánico - pero te doy una versión sin amasado que hará de tus delicias y reducirá tus miedos y que extraigo y adapto de las sabios y adictivos vídeos de Las Recetas de Esbieta. Hay que animarse. Sí o sí.

La "focaccia" es un pan típico de la cocina italiana. Es un pan plano con harina, sal, levadura, aceite y agua. Sin más. Luego los "topping" pueden ser del corte que nos dé la real gana. Clásicos con ajo y romero, con mortadela de Bolonia, con verduras de temporada, con diferentes quesos, con pestos o tomates y patatitas... En fin, aquí el abanico que se abre es casi infinito. A vuestra elección lo dejo, pero jugad con las hierbas, con los sabores, con texturas, sin miedo. Esta receta es de lo más agradecida y os aseguro que una vez hecha, caerá una y otra vez.  

Nueces de California además celebra en el mes de Febrero #ElPoderdel3, tal y como señalan ellos las nueces son el único fruto seco con una cantidad importante de ácidos grasos de Omega 3, de origen vegetal, que contribuyen a mantener niveles normales de colesterol en sangre. Y desde aquí se trata de promulgar y divulgar alimentos sanos, de alto valor nutritivo y sobre todo, que nos hagan salivar en las más variadas recetas. Sin más nos arremangamos y nos metemos en harina, nunca mejor dicho, para confeccionar este suculento bocado. ¡Mandiles arriba!





Ingredientes

Para la focaccia
  • 470 g de harina de fuerza
  • 380 g de agua templada
  • 10 g de levadura fresca (o 3 g de levadura seca)
  • 10 g de aceite de oliva
  • 9 g de sal
Para el topping
  • 60 g de Nueces de California
  • 30 g de buen queso Cabrales
  • Cebolleta roja o chalotas 
  • 5-6 tomates secos en aceite de oliva 
  • Aceite de Oliva Virgen Extra, sal y agua
Para el aceite 
  • 2 cucharadas de aceite de oliva Virgen Extra
  • 2 cucharadas de agua
  • 1 cucharada de miel
  • Romero fresco o seco
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En un bol amplio desmenuza la levadura y añade el agua templada. Remueve bien hasta que se disuelva la levadura.

Añade el aceite de oliva y la sal y mezcla bien. Tamiza la harina (te puedes ayudar de un colador) sobre la mezcla e integra con una cuchara hasta que no haya ni rastro de harina. 

Tapa el bol y deja reposar la masa unos 20-25 minutos.

Pasado el tiempo dobla la masa en sobre. Es decir, coge de un lado y dobla hacia el centro. Así con los cuatro lados de la masa. Luego la volteas y vuelves a tapar el bol y a dejarla reposar 20 minutos.

ESTE PROCESO LO HAREMOS 3 VECES MÁS, doblamos en forma de sobre y volteamos la masa. Con sus pausas de 20 minutos para relajar la masa. Así que haz tus cálculos...

En la última tanda ya puedes guardar la masa en la nevera de 24 a 72 horas.

Al día siguiente saca la masa de la nevera y deja que se atempere, será más fácil manejarla, aunque tranquilidad, que no vamos a trabajarla, ya ha hecho su labor de alimentarse y llegar a la edad adulta en la nevera. 

Cubre una bandeja de horno con papel vegetal (que cubra bien toda la superficie). 

Unta bien el papel con aceite de oliva Virgen Extra, sin miedo - a ver, tampoco vuelques media botella de aceite - pero eso dará sabor y crujiente. Ayúdate de una brocha de cocina para extenderlo bien, asegurándote que cubres todo la superficie y que la masa está en contacto con el aceite.




Vuelca la masa encima de la bandeja, te untas ligeramente las manos con aceite y con MUCHA SUAVIDAD vas haciendo que cubra toda la superficie. Hunde ligeramente y con mucho mimo los dedos en la masa para irla estirando. NOTA: Si ves que cuesta un poco, deja que la masa se relaje unos 10 minutos.

Precalienta el horno a 250º con calor sólo de abajo durante 20 minutos. 

Vete disponiendo tu "topping" encima de la focaccia. Puedes poner lo que quieras, pero yo te recomiendo esta mezcla de nueces, queso Cabrales, cebolleta roja y tomates secos. 

Prepara el aliño con el aceite, el agua, el romero y la miel. NOTA: Te recomiendo que lo metas en un bote, lo cierres y lo agites bien para emulsionar la mezcla. 

Unta la focaccia con el aliño y espolvorea sal gruesa por encima. Esto ayudará a lograr una capa crujiente, ya que generará vapor dentro del horno.



Baja la temperatura del horno a 220º y pon calor de arriba y abajo.

Mete la focaccia y hornea durante 20-25 minutos.


Sirve la focaccia en trozos individuales y riega con un poco más del aceite y con unas nueces para lograr un bocado crocante y fresco a la vez. 

¡Que aproveche, hitchcookian@s! 


jueves, 23 de febrero de 2017

SPAGHETTI A LA CARBONARA (Receta original)

La Carbonara es un tipo de salsa italiana de lo más socorrida y sencilla de preparar, si se prepara bien, quiero decir. Hace unos meses pude asistir a una show-cooking de Pasta Garofalo con el Chef Gianni Pinto (aquí os dejo mi CRÓNICA) y pude tomar nota de ciertos trucos o técnicas. 

Como siempre en estos casos, conviene apuntalar que la salsa Carbonara original no lleva nata. Otra cosa es que tú quieras añadirla, pero debes saber que tendrás un italiano acechando en cada esquina.  Su untuosidad viene dada por el queso y la yema de huevo... 

También se debe señalar que se suele añadir champiñones o cebolla, ingredientes magníficos pero que nada pintan en la receta original. Insisto, cada cual es más que libre de "versionear" a su antojo los platos que quiera. El fanatismo culinario no es lo mío. Pero sabed que la receta clásica es mucho más jugosa y aromática, y si cabe, más fácil de preparar.

El tema del queso. Se suele añadir Pecorino romano o bien Parmesano, a veces la mezcla de ambos. Cualquier puede servir para este uso, aunque recomiendo efusivamente que sean quesos buenos y no bolsitas donde el queso brilla por su ausencia.

Y el tema de la panceta. Los italianos suelen usar Guanciale (una especie de chacina sin ahumar hecha con las carrilleras del cerdo) pero un buen pedazo de panceta nos hará el apaño para intentar ser lo más fieles posibles sin caer en grandes pecados.

Así pues hoy nos vamos a las entrañas de la cocina del país vecino para recrear una de sus populares salsas. Tiempo mínimo. Resultado extremo. ¡Mandiles arriba!

Spaghetti a la carbonara (receta original)

Ingredientes (2 personas)
  • 200 grs de spaghetti (en mi caso Garofalo
  • 50 grs de queso Pecorino o Parmesano 
  • 100 grs de Panceta 
  • 3 yemas de huevo M o 2 yemas de huevo L
  • Sal y pimienta negra molida 
  • Aceite de oliva Virgen Extra
  • Agua para la cocción

Tiempo: 10-15 minutos

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Mientras preparamos nuestra "carbonara" por un lado, vamos a ir dejando hechos los spaghetti. Así que al lío, que este plato se tarda poco en preparar pero hay que hacerlo bien.

Cocción de la pasta

Calentamos abundante agua en una olla alta SIN SAL NI ACEITE. La sal (1 gr o 1'5 grs por cada litro) la incorporaremos cuando empiece a hervir, si la echamos antes retrasamos la ebullición. Y si echáis aceite pasarán dos cosas: 1) un italiano morirá en alguna parte. 2) la salsa no se agarrará como es debido a la pasta.





Cuando empiecen los borbotones añadimos la pasta y dejamos cocinar según nos recomiende el fabricante de turno, aunque mi recomendación es que bajéis 2 minutos el tiempo que os digan. Necesitamos una pasta al dente y terminará de cocinarse con la salsa. La pasta "blandurria" no nos vale, nuestro morro es fino, no lo olvidéis...


La carbonara 

Por un lado troceamos la panceta (evitad si podéis el bacon troceado y envasado, vuestro carnicero os dará producto de calidad) y la freímos en una sartén sin aceite. La panceta irá soltando su propia grasa y es la que nos interesa. Dejaremos hasta que se dore bien.


En un bol amplio vertemos las yemas de los huevos y las batimos. 


Rallamos el queso Pecorino (si no tenéis podéis usar Parmesano) y mezclamos. Añadimos una buena cantidad de pimienta negra molida - fundamental - y sal al gusto. 


Ahora es el momento de incorporar los spaghetti a la sartén con la panceta. Les damos un buen salteado conjunto a fuego vivo, añadiendo un poco del agua de cocción. 


Apartamos del fuego y vertemos la mezcla de huevo, queso, sal y pimienta negra. Removemos bien para que se vaya haciendo ligeramente. NOTA: No se trata de que cuaje el huevo, sino que quede una mezcla muy cremosa. Podéis acercarlo al fuego levemente y remover a conciencia.


Ya sólo nos queda servir enseguida en platos hondos. Espolvoreamos un poco más de queso rallado y un poco más de pimienta negra. Blandimos el tenedor y disfrutamos, sin complicaciones. 

¡Que aproveche, hitchcookian@s! 

miércoles, 9 de noviembre de 2016

TROFIE CON ALMEJAS (Trofie Alle Vongole)

Sé que últimamente os tengo un poco (bastante, demasiado...) olvidados, pero eso lo arreglo yo ahora mismo con una receta de órdago. Para todos los amantes de la pasta - que sé que somos un buen puñado - os traigo un plato clásico pero con ciertos toques distintivos. El icónico "Alle Vongole"  (almejas) cobra vida en nuestra cocina acompañado de matices picantes y aromáticos.

Para la ocasión tiro de Trofie - que compré en el Mercado Di Fiori en Roma -  que es una pasta corta, fina y rizada. Ni qué decir tiene que podéis emplear el tipo que más os plazca o que tengáis por la despensa a la espera de un futuro culinario a la altura. Completamos la receta con toques de peperoncino, jengibre y especias para dar personalidad a este clásico universal de la cocina italiana. 

Es una receta muy sencilla, que lleva cierto tiempo por la espera de la almeja sumergida en agua para que suelte la posible arena que contenga, pero que merece mucho la pena. Si encima cueces la pasta en caldo de pescado casero (que no es obligatorio) tendrás un plato 100% marítimo. ¡Mandiles arriba!


Ingredientes (4 personas)

  • 1 kg de almejas
  • 380 grs de Trofie (o la pasta que quieras)
  • 2 dientes de ajo
  • 1 trocito de jengibre fresco
  • Guindilla seca (Peperoncino) 
  • Perejil fresco
  • Vino blanco (de buena calidad)
  • Sal, pimienta negra y Aceite de Oliva
  • Orégano, albahaca, comino en grano, tomillo... 
  • Agua o caldo de pescado para cocer la pasta
Tiempo
  • 20 minutos + 2 horas de reposo de las almejas en agua
Lo primero de todo será poner las almejas en un bol con agua fría y dejarlas reposar tranquilamente para que vayan soltando un poco la arenilla. Nada más desagradable que masticar granos crujientes en la boca. Nos interesa muy poco tirando a nada. Recomiendo unas 2 HORAS.


En una sartén amplia calentamos un poco de aceite de Oliva (unas 2-3 cucharadas) y freímos ligeramente los dientes de ajo picados, la guindilla, el jengibre y las especias secas. Añadimos vino blanco y las almejas escurridas y cocinamos hasta que se abran. Espolvoreamos perejil fresco.






Sacamos las almejas y, con cuidado extremo de no quemarnos, vamos sacando la carne de cada una, reservando algunas íntegras para decorar. 

Devolvemos las almejas a la sartén, salpimentamos y cocinamos brevemente a fuego bajo. 


Por otro lado cocemos la pasta en abundante agua caliente con sal (SIN ACEITE) durante 10 minutos en el caso de la pasta Trofie. Vertemos la pasta en la sartén y un poco del agua de cocción y mezclamos bien todos los ingredientes. Apartamos del fuego.

Servimos la pasta en platos hondos, disponemos algunas almejas enteras por encima, espolvoreamos un poco más de peperoncino y perejil fresco. ¡Que aproveche, hitchcookian@s! 


miércoles, 14 de septiembre de 2016

MARE NERO (Risotto negro con marisco y alioli de albahaca)

Seguimos inmersos en la beca de Demos la vuelta al día y para la ocasión estábamos retados a reproducir un plato que haya captado nuestra atención en la época veraniega. En mi caso, una visita a Roma en pleno ferragosto fue la clave para desarrollar este homenaje culinario. Un risotto nero al que doté de mariscos con los que preparé además un fumet de pescado, clave para esta elaboración.

El risotto es uno de mis platos favoritos de la cocina italiana. La melosidad y la suavidad de cada bocado han sido siempre del agrado de mi paladar. Por estos lares solemos preparar los todopoderosos arroz negro, arroz con calamares en su tinta... pero nunca me había dejado caer por un risotto nero. El proceso lleva su tiempo y requiere de mucho mimo y paciencia. Sin embargo, os aseguro un platazo cargado de sabor, de matices, de texturas...

Para ello nos haremos con buena materia prima y un arroz ideal para el risotto. Suelen ser Carnaroli o Arborio, unos granos con mucha cantidad de almidón y gran capacidad para absorber líquidos. Sin más nos ponemos al lío, así que respirad hondo y... ¡mandiles arriba! 


Ingredientes (4 personas)

  • 270-280 grs de arroz Carnaroli 
  • 2 litros de fumet de pescado
  • 2 sobres de tinta de calamar o sepia (o las tintas de los chipirones) 
  • 200 grs de chipirones (cuerpos y tentáculos)
  • 1 cebolla o 1 chalota
  • 1/2 pimiento verde
  • 1 diente de ajo
  • 200 ml de buen Vino Blanco (Chianti en mi caso)
  • 30 grs de mantequilla y Aceite de Oliva Virgen Extra
  • Perejil fresco picado
  • Queso Parmesano rallado
  • 8-10 gambones 
  • 8-10 zamburiñas 
Para el fumet de pescado

  • 2 litros de agua
  • 1 zanahoria
  • 1 cebolla
  • 1 puerro
  • Cáscaras y cabezas de los gambones 
  • El coral de las zamburiñas (parte naranja)
  • 1 cda de puré de tomate 
  • 1/2 vaso de Brandy o Coñac
  • Perejil fresco
  • Sal, pimienta negra molida y Aceite de Oliva 
Para el alioli de albahaca

  • 1 huevo, 1 diente de ajo, 1 manojo de albahaca fresca, sal, zumo de limón y Aceite Suave o de Girasol DIA.
Tiempo: 1 hora y 30 minutos



Aquí tenéis la video receta para que no perdáis detalle...

Preparando el fumet de pescado 

Picamos gruesamente las verduras (zanahoria, cebolla y puerro) y aplastamos los ajos. Al mismo tiempo aprovechamos para pelar bien los gambones y quitarles el intestino. Reservamos, por supuesto, las cabezas y cáscaras. Eso nos dará personalidad al caldo.



En una olla amplia echamos 2-3 cucharadas de aceite de Oliva y sofreímos unos minutos las verduras, para que vayan soltando aroma. Añadimos las cáscaras y las cabezas de los gambones y las aplastamos bien para que suelten todos los jugos. NOTA: Yo me he ayudado de un "machacador de patatas", que ha resultado una herramienta de lo más útil para este cometido.




Quitamos el coral de las zamburiñas y lo vertemos en la olla. Removemos bien a fuego alto. Vertemos el brandy y (con extremo cuidado) flameamos el alcohol. 




Incorporamos la cucharada de puré de tomate o tomate concentrado y seguimos mezclando. Añadimos el agua (2 litros), salpimentamos y damos vida con unos manojos de perejil y orégano fresco (en este punto puedes añadir eneldo fresco, laurel...) 

Dejamos cocer medio tapada la olla durante 1 hora u hora y media a fuego bajo. NOTA: Habrá que ir desespumando siempre que haga falta. Finalmente lo colamos y ya tenemos el fumet listo.



El risotto

En una sartén honda o rondón añadimos mantequilla y un poco de aceite de oliva (para evitar que se queme) Sofreímos la cebolla o chalota y el pimiento verde cortado finamente. Añadimos los cuerpos de los chipirones (bien limpios y secos) y les damos color en la sartén.





Vertemos el vino blanco y dejamos evaporar el alcohol. Turno del arroz. Para el risotto conviene usar arroz Carnaroli o Arborio, que absorben mejor los líquidos y tiene mayor índice de almidón. Lo añadimos a la sartén y lo tostamos un par de minutos. 


Rompemos las tintas y las mezclamos en un vaso con un poquito del caldo de pescado. Las añadimos al conjunto y removemos para ir "ennegreciendo" el plato. Ahora toca paciencia y mimo. Iremos vertiendo el fumet caliente en la sartén cazo a cazo. 


El truco radica en ir removiendo constantemente el arroz para que absorba el caldo y quede meloso. No debe estar nunca ni demasiado seco ni demasiado húmedo. Poco a poco, sin prisa, a su ritmo... así durante 18 minutos (más o menos, cada tipo de arroz tiene su punto de cocción)



Una vez hayamos terminado apagamos el fuego y añadimos una nuez de mantequilla y un poco de Parmesano Rallado. Mezclamos y tapamos durante 5 minutos. Que repose la estrella...



El marisco y el alioli de albahaca 


En una sartén calentamos un poco de aceite y freímos a fuego vivo los tentáculos de los chipirones por un lado, luego los cuerpos de los gambones y por último las zamburiñas. Que queden con un bonito color tostado...

Por otro lado vertemos en un vaso de batidora el ajo, el manojo de albahaca fresco, el zumo de limón la sal y el huevo. Batimos todo bien. Incorporamos el aceite y emulsionamos todo hasta conseguir un alioli denso y con un sugerente todo verde. Lo pasamos a un biberón de cocina.

Emplatado 

En un plato hondo disponemos un par de cucharadas generosas de risotto nero. Colocamos el marisco por encima y un poco de perejil fresco. Espolvoreamos peperoncino seco (para dar heavy metal), un poco de Parmesano rallado y rociamos un hilo de buen aceite de oliva Virgen Extra.




Por último añadimos unos puntos de alioli de albahaca alrededor del plato para que cada cual pueda ir mezclando a su gusto. 


Receta elaborada pero divertida. Cada minuto que invirtáis en ella será luego un éxito en boca. Así que armaos de paciencia para despuntar con este "mare nero" con un sabor de locura y un sinfín de matices. ¡Que aproveche, hitchcookian@s!