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martes, 12 de mayo de 2020

SPAGUETTI CON PESTO DE REMOLACHA Y NUECES (Pink Pesto)

Hoy te traigo un plato de pasta de lo más vistoso, colorido, sano y sorprendente, que no se diga. Una salsa pesto animada con remolacha, queso, nueces y albahaca fresca que catapultará a otra dimensión todos tus platos de pasta.  

Se trata de una variación de las clásicas salsas pesto verde y rojo (que son dos monumentos icónicos de la gastronomía, así en general) que más allá de su siempre llamativo aspecto, encierra un sabor de lo más peculiar e interesante para jugar y mezclar. Yo he usado nueces, pero podéis dejaros llevar y añadir avellanas, pistachos, almendras o piñones. La albahaca - cuyo aroma es irrepetible - puede modificarse por espinacas y tira de los quesos que más te apetezcan. Crea. Improvisa. Disfruta. 


Yo te dejo por aquí mi versión y luego tú ya te lanzas a la aventura. Te doy las cantidades del pesto como para unas 4-5 personas. Lo restante puedes, cómo no, reservarlo para otros platos de pasta o darle vida a unas pechugas de pollo y hacer una variante de esta propuesta mía de hace tiempo Pollo al pesto. Lo de siempre: yo te doy ideas, tú ejecutas.

Sin más rollos vamos a colorear de rosa este día, hitchcookian@s... ¡Mandiles arriba!


Ingredientes
  • 90 g de spaghetti por persona (nosotros usamos integrales) 
  • Agua para cocer 
  • Sal 
  • Albahaca fresca 
  • Parmesano rallado y pimienta negra recién molida 
Para el pesto de remolacha 
  • 200-220 g de remolacha cocida
  • 2-3 cucharadas de tomate concentrado 
  • 4-6 cucharadas de  aceite de oliva Virgen Extra 
  • 10-12 nueces peladas 
  • Queso curado y Parmesano rallado 
  • Albahaca fresca y orégano
  • Pimienta negra 
  • 1 diente de ajo 
Tiempo: 15 minutos

Elaboración del pesto
  1. Esta receta es bien sencilla, todo lo que necesitaremos tener a mano es una batidora y una olla alta para la pasta. 
  2. Echa en vaso batidor la remolacha y tritúrala un poco. 
  3. Añade el resto de ingredientes y tritura. El único truco aquí es probar para que des con el sabor y la textura que tú quieras. Debería quedar una pasta densa.
  4. NOTA: Si te va el picante o darle un chispazo a este pesto puedes añadir un poco de guindilla seca (pepperoncino) o unas gotas de Tabasco. 

Culminación del plato
  1. Pon a cocer abundante agua SIN SAL y desde luego SIN ACEITE. Añade la pasta que hayas elegido y ahora sí, lanza un buen pellizco de sal. Cuece según las instrucciones pero OJO que quede bien al dente que terminaremos su cocción junto con la salsa. 
  2. IMPORTANTE: Guarda como medio vaso de agua de la cocción de la pasta antes de escurrirla.
  3. Cuela la pasta y enseguida viértela dentro de la olla con el fuego moderado. Añade unas 4 cucharadas de la salsa pesto de remolacha y el agua de cocción reservada. Empieza a remover bien la pasta para que absorba el sabor y el color del pesto y el líquido casi se evapore. 
  4. Sirve los spaghetti calientes y corona con más queso Parmesano o curado por encima, unas nueces partidas y unas hojas de albahaca cortadas SIEMPRE con las manos. 


¡Que aproveche, hitchcookian@s!  


sábado, 2 de mayo de 2020

ARROZ CON SETAS Y TRIGUEROS (Y SALMORRETA ALICANTINA)

Hablar de arroces o paellas ya son palabras mayores. En este país son casi un ritual y no hay lugar en el que no se tercie un plato representativo. Por no hablar de los ingredientes, caldos o aderezos. O de los tipos: seco, caldoso, meloso... Todo este festín de opciones sube el mundo del arroz al rango de universo. Verduras, carnes, pescados, legumbres... poca materia no cabe en esta maravilla de nuestra gastronomía. Pocos paladares no se dejan seducir por ellos.

En este caso en concreto nosotros vamos a lanzarnos con un brutal arroz con setas y trigueros, al que hemos animado con una salmorreta alicantina, un sofrito espectacular con ñoras, tomate, ajos y buen aceite Virgen Extra. No dudéis en probarlo, es un potente aliado para este tipo de arroces de corte alicantino. 


Pero tengamos en cuenta que preparar un buen arroz en casa es complicado, muy limitado a veces y carente de las herramientas más necesarias, sobre todo si la cocina es vitro o inducción. La falta de fuego hace emerger la imaginación y el mimo. Claro que se sacan arrozacos pero hay que conocer tus herramientas para dar con el puntito, la clave de todo este increíble proceso.

Yo te propongo mi versión y mi forma de hacerlo (con sus fallos y su virtudes, sin duda) y puedo asegurar que los resultados suelen ser altamente notorios. Quitaos el miedo de encima: hacer un arroz tiene complejidad, pero se simplifica haciéndolos. Probando. Catando. Errando. Mejorando. Vamos, como todo en esta vida. No hay misterio. 

Y por supuesto yo propongo mis ingredientes y mis mezclas, tu creatividad e intuición culinarias deben soltar nuevas ideas. Tus gustos comandan, así que hazles caso. Nos lanzamos sin temor y con mucha hambre a por este platazo. Abrid un vino, servíos una copa y... ¡mandiles arriba! 


Ingredientes (3-4 personas)
  • 250 g de arroz bomba o redondo 
  • 200 g de setas (se pueden usar de cardo, boletus, champiñones, las que os plazcan o tengáis)
  • 1 manojo de espárragos trigueros
  • 600 g de caldo casero vegetal (o de ave)
  • 1 cebolla (o media si es muy grande
  • 5 arbolitos de brocoli (o un poco de judia verde, o calabacín...)
  • Caldo de verduras (unos 600 g, aunque se puede añadir algo más
  • 1 cucharada de pimentón de la Vera
  • 2-3 cucharadas de Salmorreta 
  • Sal y aceite de oliva virgen extra
Para la salmorreta:
  • 3 ñoras 
  • 6 dientes de ajo
  • 110-120 g de aceite de oliva Virgen Extra
  • Perejil fresco (opcional) 
  • Sal
  • 150 g de tomate rallado 
Tiempo: 45 minutos + 2 horas si haces el caldo casero


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Notas iniciales
    • Siempre recomiendo hacer el caldo casero, aparte del sabor y aroma que da, es una buena salida para algunas verduras o recortes. Yo hice un caldo con la parte verde del puerro, los troncos del brócoli, puntas de judías verdes, zanahorias un poco blandas, patata, cebolleta y su tallo...
    • Yo cocino en inducción y ya se sabe que los buenos arroces necesitan sentir la llama. Pero cada uno en su casa hace lo que puede. El resultado es bastante notable, pero estad siempre al loro, que el fuego cubra la paella bien para que se haga todo por igual, o ir girando el recipiente para que todo pueda cocer de forma uniforme. Eso es CLAVE.
    • Yo uso estos ingredientes pero en vuestra mano dejo hacer cualquier combinación. Y que no os tiemble el pulso a la hora de añadir un poquito más de caldo si veis que se seca. La teoría dice que una vez el arroz y el caldo arrancan no se tocan. Pues mira, haz lo que creas conveniente para dar el buen punto al arroz (sin pasarlo, que eso ya es herejía y sobre todo, incomestible) 
Salmorreta al canto
  1. Quitamos el rabito (pedúnculo) de las ñoras y las vaciamos de semillas. Luego las troceamos. Pelamos los ajos, los cortamos por la mitad y les retiramos el germen interior.
  2. Ponemos el aceite en un cazo y añadimos las ñoras. Calentamos. Y cuando empiece a chisporrotear añadimos los dientes de ajo.
  3. Cocinamos hasta que empiecen a dorarse, en ese momento echamos el tomate rallado. Dejamos cocinar todo a fuego medio unos 5-6 minutos. Sazona al gusto.
  4. Pasa todo por la batidora o por un robot de cocina hasta tener una salsa fina y cremosa.

Mise en place

Lo primero de todo es organizarse para disfrutar bien de este ritual gastronómico. Ponte un vino o un vermú, siempre ayuda. 

Lava bien las setas, frotando para eliminar restos de tierra, y luego las secas a conciencia. Las troceamos y las reservamos. 

Cortamos la parte más dura de los tallos de los espárragos y trocea el resto. Reservamos. Picamos la cebolla, el brócoli y ponemos a calentar el caldo vegetal. Todo listo para el abordaje. 

Arrozaco

Ponemos la paella (o una sartén amplia y baja) al fuego con el aceite de oliva Virgen Extra. Sofreímos la cebolla picada unos minutos, que se ablande, pero que no se tueste. Al loro. 

Añadimos nuestras setas troceadas y bien secas. Le damos caña, que se hagan bien. Y metemos en escena al brócoli y los espárragos trigueros. Baja un poco el fuego, necesitamos que el sofrito vaya a su ritmo, soltando jugos, absorbiendo aromas, dotando de personalidad la paella...

Echamos una cucharada de un buen pimentón de la Vera y removemos con energía para evitar que se queme. Turno de la salmorreta: 3-4 cucharadas y a mezclar, que vaya aromatizando al resto de ingredientes y tintando de su particular y soberbio color las verduras. 

Sube el fuego y echa el arroz dentro, vamos a sofreírlo 1-2 minutos para que vaya cogiendo los sabores de todo ese festival que tenemos dentro de la paella. Mojamos con el caldo calente (echa unos 500-550 g, el doble de arroz y un poquito más, y guarda un poco por si debes seguir mojando) y llevamos a ebullición. Reparte con cuidado el arroz y las verduras, haciendo movimientos envolventes con la paella o con la ayuda de una espumadera. 

EL PUNTO: Que hierva primero unos 5-6 minutos a fuego alto (no exagerado) y luego lo bajamos y lo dejamos unos 12-13 minutos más. En total unos 18 minutos, pero leed el paquete del arroz que vayáis usar, y seguid sus recomendaciones, que eso es otro universo. Id mojando con caldo si veis que se seca muy rápido. Sin miedo. Pero poco a poco, buscamos un arroz seco.

 

TRUCO: El socarrat es obra del fuego, pero se puede intentar conseguir en inducción. Para ello y cuando haya concluido el tiempo de cocción, subimos a tope el fuego y echamos un hilo de aceite de oliva por los laterales de la paella y dejamos unos 30-40 segundos. Puede que haya suerte...

IMPORTANTE: Deja reposar el arroz fuera del fuego unos 3-4 minutos. Puedes cubrirlo con papel de aluminio pero estate atent@ que no queremos que se nos pase...

EMPLATADO: Removemos bien todo dentro de la paella y servimos acompañado de alioli o de unas rodajas de limón.

¡Que aproveche, hitchcookian@s! 

domingo, 25 de marzo de 2018

SEIS RECETAS DE ARROZ (Y SUS PELÍCULAS)


Hoy os traigo un fantástico recopilatorio de recetas con arroz. Un universo infinito donde este cereal cobra el protagonismo total y se deja acompañar de secundarios de auténtico lujo. 

Ideas con arroces hay millones que yo os resumo en seis, para que vuestra imaginación y talento culinario vuelen hasta donde quieran. Y para alegrar la velada, cada receta viene de la mano con su propia comparación cinematográfica. Cine y cocina juntos, ya sabéis. Este es el espíritu... 

Así que sin más dilación, os paso a presentar a las auténticas estrellas. Un elenco de lo más variado y nutrido, con sabores exóticos y clásicos, con cocciones cortas y largas, con diferentes técnicas de cocinado y sobre todo, con muchas ganas de abriros el apetito. Esto arranca ya. Así que nosotros a lo nuestro y empezamos siempre con los... mandiles arriba! 

ARROZ CON CALAMARES EN SU TINTA
Película comparada: "Gigante" (George Stevens, 1956) 
Sinopsis: Un clásico fundamental de nuestra cocina, donde unos calamares frescos chapotean en un fumet de pescado con tinta. Al final encontrarán el tan preciado oro negro...



ARROZ CON RAPE, LANGOSTINOS Y ALIOLI CASERO
Película comparada: "Lawrence de Arabia" (David Lean, 1962)
Sinopsis: El desierto es el telón de fondo para confeccionar esta receta de arroz en paella. Los personajes del rape y los langostinos vivirán una enorme y épica aventura culinaria.



ARROZ CON POLLO AL ESTILO ETÍOPE
Película comparada: "Memorias de África" (Sidney Pollak, 1985)
Sinopsis: Un romance en toda regla entre el arroz y el pollo bajo el cielo africano. Aromas exóticos, paisajes de ensueño y especias dando vida a una de las grandes historias de amor del celuloide.



ARROZ A LA CUBANA CON PLÁTANO FRITO
Película comparada: "El padrino. Parte II" (Francis Ford Coppola, 1974)
Sinopsis: Los aromas cubanos de los viajes de Michael Corleone se dan cita en este clásico del cine y la cocina. Todo casero, artesanal, como la familia... 



ARROZ CON ALCACHOFAS Y COLIFLOR MORADA
Película comparada: "El mago de Oz" (Victor Fleming, 1939)
Sinopsis: Nada como el hogar, decía Dorothy. Pues aquí cocinamos con productos de la tierra para luego obtener un plato vistoso y de fantasía. Sigue el camino de baldosas amarillas...



ARROZ NEGRO CON SEPIA
Película comparada: "El gran carnaval" (Billy Wilder, 1951)
Sinopsis: Todo se tiñe de negro en este drama periodístico donde un hombre atrapado acaba siendo la atracción del populacho. Una historia sobre los oscuros deseos humanos...




¡QUE APROVECHE, HITCHCOOKIAN@S! 


viernes, 21 de julio de 2017

ARROZ SALVAJE FRITO CON POLLO Y BIMI (Receta sana)

Hoy os traigo una receta saludable y deliciosa que aglutina dos ingredientes principales como el Bimi y el pollo Nutrave con una cama de arroz salvaje frito al más puro estilo Thai. Como siempre, me dejo guiar y aconsejar por la cocina de mi querida Kwan Homsai para obtener maravillosos  y aromáticos resultados. Ideal para una cena ligera o una comida a cámara rápida.

El sabor suave y dulce del Bimi, amén de su batería de nutrientes y propiedades beneficiosas, combina fenomenal con el pollo macerado y con el crocante del arroz y el resto de verduras. Todo para sacar un plato sano, fácil, exótico y asequible. ¿Nos ponemos? Pues... ¡mandiles arriba!

Arroz salvaje frito con pollo y Bimi

Ingredientes (2 personas)

  • 250 grs de arroz salvaje cocido
  • 200 grs de pechuga de pollo Nutrave
  • 10 ramilletes de Bimi
  • 2 huevos
  • 2 dientes de ajo
  • 1 trocito de jengibre fresco
  • 3 cdas de Salsa de Soja
  • 100 grs de champiñones 
  • 1 cebolleta pequeña
  • Pimienta blanca
  • Sal y aceite de girasol 
  • Cilantro fresco y zumo de lima (para rematar)
Tiempo: 10 minutos + 30 del macerado

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Macerando el pollo

Troceamos las pechugas en trozos de un bocado. Aprovechamos la "limpia" para quitarle huesecillos y otras impurezas que nos interesan poco o nada.

Los colocamos en un bol, añadimos una cucharada de salsa de soja y un poco de pimienta blanca. Removemos bien y dejamos macerar una media hora.


Pasado el tiempo lo salteamos en un wok o sartén amplia con un poco de aceite de girasol. Que se nos dore bien por todas partes. Sacamos y reservamos.

El sofrito y el arroz

En ese mismo wok cascamos dos huevos y revolvemos bien.


Añadimos la cebolleta troceada, los ajos, el jengibre (todo bien picado) y los champiñones laminados y bien limpios y secos. Salteamos todo hasta que empiecen a cocinarse. Alrededor de 2 minutos.


Vertemos el arroz salvaje cocido, dos cucharadas de salsa de soja, pimienta blanca y una pizca de sal. Volvemos a saltear todo un minuto.


Incorporamos de vuelta el pollo al wok.


Y por último el Bimi. Damos un último salteado a fuego vivo sin dejar de remover durante 1 minuto. NOTA: Para mí el Bimi cuanto menos trabajado más propiedades conserva. Pero si quieres puedes escaldarlo antes 1 minuto en agua hirviendo.

Servimos en bols individuales 
y espolvoreamos unas hojas de cilantro y un chorrito de lima. ¡Que aproveche, hitchcookian@s!



viernes, 14 de julio de 2017

ARROZ CON ALCACHOFAS Y COLIFLOR MORADA (El mago de Oz)


Ingredientes (4 personas)
  • 350-370 grs de arroz redondo
  • 4 alcachofas 
  • 1/2 coliflor morada 
  • 1 litro de caldo de alcachofas Aneto
  • 1 puerro
  • 1 cebolla grande
  • 2 dientes de ajo
  • 1 cda de cúrcuma
  • 1/2 vaso de vino blanco
  • Sal y pimienta blanca
  • Aceite de Oliva 
Tiempo: 40 minutos
Película comparada: "El mago de Oz" de Victor Fleming, 1939

Sigue el camino de baldosas amarillas para llegar a la cine-receta, hitchcookian@...

Momento verduras: mise en place.

Lo primero de todo es meternos con las alcachofas. NOTA: Puedes ver el proceso en esta receta de Spaghetti con Alcachofas y pesto. Pero vamos, basta decir que hay que ir "deshojando" hasta llegar a las hojas más tiernas. Cortamos el pie, las partimos en cuartos y les retiramos "los pelillos" del corazón. Las vamos metiendo en un bol con agua y limón. 

Cortamos los arbolitos de la coliflor morada, los lavamos y los reservamos. Picamos las cebolla, el puerro y los dientes de ajo en brunoise.

Por último ponemos a calentar en un cazo el caldo. Todo en marcha...

A la cazuela

Echamos un poco de aceite de oliva y salteamos las alcachofas hasta que se doren ligeramente. Las sacamos y dejamos que descansen hasta volver a entrar en escena.


En esa misma cazuela sofreímos la cebolla, el puerro y los ajos (añadimos más aceite si hiciera falta) Cuando empiecen a estar tiernas, incorporamos la coliflor morada. Salteamos.


Incorporamos el arroz a la cazuela y lo tostamos durante 1-2 minutos para que vaya cogiendo aromas del resto de ingredientes. 


Vertemos el caldo caliente (2 partes de líquido por 1 de arroz, añadiendo algo más de caldo si hiciera falta para dejarlo en el punto adecuado) y la cúrcuma. Removemos para que se integre.


Cuando rompa el hervor reincorporamos las alcachofas y dejamos cocinar unos 20 minutos a fuego suave, vigilantes siempre del punto, del nivel de caldo y de los bíceps que tenga vuestra cocina.

Cuando esté como debe estar, apagamos el fuego y dejamos reposar 5 minutos. Servimos directamente la sartén o cazuela en la mesa y que cada comensal se sirva lo que guste. ¡Que aproveche, hitchcookian@s!

Película ideal para degustar este plato
THE WIZARD OF OZ
("El mago de Oz", Victor Fleming-1939)


La locura colorista del plato debía tener un reflejo cinematográfico igualmente excéntrico. Toda esa paleta pictórica otorgada por las verduras, se me antojaba casi como un viaje a un mundo de fantasía, donde cosas extraordinarias pueden pasar ante la quietud de tu mirada. Es en ese punto donde la fiesta culinaria se topa de bruces con la sensacional e inmortal obra musical: "El mago de Oz" 

Una obra de lo más inquietante y abrumadora en todo su contexto. Muy adelantada a su tiempo y que, sin duda, debería permanecer en nuestra retina. El viaje de una joven en un mundo extraño, amable y desolador al mismo tiempo, que emprende un camino por el camino de baldosas amarillas en busca de la Ciudad Esmeralda y en compañía de unos acompañantes de lo más peculiares (un espantapájaros, un hombre de hojalata y un león cobarde) para dar con el todopoderoso Mago de Oz y lograr así huir. 

Unos pocos antecedentes...


El año 1939 daba fin a una década de lo más provechosa y creativa en Hollywood. El color empezaba a instaurarse en las pantallas, llegando a su cima con "Lo que el viento se llevó" (del mismo año, y curiosamente co-dirigida por el propio Fleming) Nuevas corrientes llegaban al celuloide, nuevos conceptos, se cerraba una época fructífera y ahí estaba "El Mago de Oz" para sacudir los cimientos. Una película que costó dios y ayuda sacar adelante, que no parecía apropiada y que luego resultó ser un éxito apabullante y un claro referente para el futuro.

Ya no sólo se trata de una película querida, recordada y venerada por generaciones, es un ejercicio de estilo y forma en toda regla. Cabe señalar su osadía a la hora de jugar con el blanco y negro y el color, su magnífica banda sonora y su esfuerzo por crear un mundo fantástico donde caben las canciones benévolas y los planos en forma de pesadillas. Brujas perversas, monos voladores, un mago misterioso, árboles raptores, los münchkins  y sobre todo la inexorable soledad de la joven Dorothy (maravillosa Judy Garland) en un mundo del que sólo quiere salir de ahí "y volver a Kansas". Una meta clara. Dura. Una suerte de Alicia en un país que le supera, que no comprende.



Nuestra cine-receta

Tiene claros componentes visuales que se ajustan a la propuesta de Fleming. El abanico de cromatismos donde predomina el morado de la coliflor o el verde de la alcachofa, nos catapultan de manera nítida a ese mundo de colores vivos, casi palpables, exagerados, irreales de alguna forma.

Pero, al igual que Dorothy y su perro Totó, empezamos el viaje cargados de inocencia, en blanco y negro, donde nuestras verduras se mantienen crudas, inocentes, ignorantes al tornado que les sacudirá para formar parte de una cazuela de ensueño.

Poco a poco irán cobrando sabor y, sobre todo, color al dar los primeros pasos.  Y yendo más lejos, ccomo siempre, podría decirse que ambas protagonistas pueden asemejarse al duelo de brujas (la buena del Norte y la malvada del Oeste): el verde de la alcachofa encuentra en la piel verdosa de la pérfida su similitud, así como la coliflor morada desprende ese mágico atuendo de la benévola. 

Entonces vamos construyendo ese viaje que emprende Dorothy junto a sus esperpénticos compañeros  por el camino de baldosas amarillas. Esos adoquines que cobran forma de granos de arroz y que se tiñen de dorado gracias a la cúrcuma. La odisea es a fuego lento, una cocción suave que necesita de toda nuestra atención para sortear los obstáculos y peligros del camino, el punto del arroz, la necesidad de más caldo, el toque de la sal...

Y así mientras el caldo oculta la ciudad Esmeralda, una vez que se consume nos muestra la fabulosa visión de los dominios del Mago de Oz. El final del camino, la cocción perfecta.

El reposo del arroz no hace más que incrementar el suspense cuando Oz nos niega los deseos de volver a casa o de hincarle el diente. Pero todo cobra sentido al destapar el "misterio" del mago y asumir su condición de humano. Nuestra voluntad se cumple: hay un corazón para el hombre de hojalata, un cerebro para el espantapájaros, valor para el león, un vehículo de huida (un globo) para Dorothy y un buen tenedor para nosotros. 

Está claro que "como en casa en ningún sitio", y así debe ser la comida. Este plato ha querido acercarse a la fantástica película de "El Mago de Oz" desde el clasicismo (un proceso cotidiano) pero con notas de modernidad y mucho colorido. El viaje de las verduras por la tierra de la cazuela, caminando sobre el arroz y buscando encontrarse contigo, porque tú eres el auténtico mago de Oz, tiene que suponerte una mirada a la infancia. Cuando las películas y las comidas suponían trasladarte a otros mundo sin salir del sofá o de la silla del comedor.

Así que átate el mandil, aclara tu garganta y corea conmigo: We're off to see the wizard... the wonderful Wizard of Oz! Because, because, because... of the wonderful things he does!

lunes, 27 de marzo de 2017

SPAGHETTI CON ALCACHOFAS Y PESTO DE ESPINACAS Y NUECES

Volvemos a tener ante nosotros un nuevo Free Meat Monday. Y lo vamos a cumplir a rajatabla con un espectacular y diferente plato de pasta. Para la ocasión tiramos de los detalles de Nueces de California para confeccionar una salsa pesto original a base de espinacas y nueces. La clásica lleva albahaca y piñones, pero os aseguro que esta variante le llega a la altura.

Todo ello además viene secundado con unas maravillosas alcachofas. Y os intento relatar una forma sencilla de limpiarlas para así ahorrarnos tirar de "las de bote". La diferencia, como casi siempre, es abismal, así que os animo encarecidamente a que os lancéis a prepararlas vosotr@s. 

Una receta sencilla, sana, vegetal y llena de sabor. Pues al lío... ¡Mandiles arriba! 

Spaghetti con alcachofas y pesto de espinacas y nueces

Ingredientes (4 personas)
  • 300 grs de Spaghetti 
  • 6 alcachofas medianas
  • Agua 
  • Sal
  • 1 limón
  • Aceite de Oliva
Para el pesto de espinacas y nueces
  • 100 grs de espinacas
  • 60 grs de nueces 
  • 1 diente de ajo
  • 50 grs de Queso Parmesano rallado 
  • Aceite de Oliva Virgen Extra
  • 1 poco de zumo de limón
Tiempo: 30 minutos

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Las alcachofas

Lo primero de todo es ir "tuneando" nuestras brillantes y hermosas alcachofas, aquí presentes. Preparamos un bol con agua fría y el zumo del limón para, según las vayamos limpiando, caigan en el baño y no se oxiden. Todo mimo es poco...


Les cortamos el tallo y con ayuda de una puntilla (o cuchillo pequeño y afilado) recortamos la parte más gruesa de la base. Quitamos las hojas exteriores hasta que veamos la base amarilla. Cortamos después la punta de las alcachofas para quedarnos con el corazón. Lo partimos en cuatro trozos y eliminamos los pelillos que veremos en el interior. 


Salteamos las alcachofas troceadas en una sartén con un poco de aceite de oliva y sal. Alrededor de 4-5 minutos, para que cojan color. Añadimos entonces un vaso de agua y dejamos cocer a fuego medio durante 8-9 minutos con tapa. Luego cocemos unos minutos más ya destapadas,  o hasta que se haya evaporado todo el líquido y veamos que estén tiernas.



El pesto de espinacas y nueces

Pelamos el ajo y lo cortamos por la mitad. Le retiramos el germen interior. Lo trituramos con la batidora.

Añadimos las espinacas - bien lavadas y secas - y trituramos un poco más.

Incorporamos las nueces y vuelta a la batidora. A mí me gusta que se note cierto crujiente del fruto seco, así que lo trituro pero no demasiado. Pero ahí ya, a vuestro juicio culinario...Rallamos un buen queso Parmesano en la pasta creada y exprimimos un poco de limón.

Por último vamos añadiendo Aceite de Oliva Virgen Extra - nuestro oro líquido - en la mezcla y vamos removiendo hasta obtener un pesto cremoso. La cantidad os la irá pidiendo el cuerpo, debe quedar únicamente a vuestro gusto.

NOTA: Es importante que vayáis probando según añadáis ingredientes para dar con el toque perfecto.





Resultado final del pesto de espinacas y nueces
La pasta y montaje final

Ponemos un cazo con abundante agua (SIN ACEITE, por favor) y lo llevamos a ebullición. Una vez que añadamos la pasta es el momento de incorporar la sal. Si lo hacemos antes retrasaremos el hervor. Dejamos cocer según nos recomiende el fabricante. Pero siempre recordar que terminaremos de cocinar la pasta en la sartén con la salsa, así que bajad un par de minutos de la recomendación.


Escurrimos ligeramente la pasta y la echamos en una sartén caliente. Añadimos un poco del agua de cocción (como 50 ml) y salteamos junto a las alcachofas. Añadimos el pesto de espinacas y nueces y removemos bien para que se impregnen bien los spaghetti. 



Servimos enseguida en platos hondos y rallamos si se quiere un poco más de queso Parmesano y decoramos con unas hojitas de albahaca o espinaca.

¡Que aproveche, hitchcookian@s! 

Spaghetti con alcachofas y pesto de espinacas y nueces