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martes, 19 de enero de 2021

Ragú de berenjenas con polenta (Receta vegana)


Vuelvo un poco a la carga tras un patrón bloguero, pero espero ir retomando estos lares poco a poco. Y no hay mejor manera que regresar con un platazo vegano, trampantojo de altura, un bocado sano, divertido, original, loco, que no dejará a nadie indiferente... ni con hambre. Este "ragú" vegetoide te catapultará a otra dimensión culinaria. Berejenas y lentejas forman un dúo que formará parte de tu recetario desde ya perfectamente secundadas por una polenta cremosa a modo de escenario de sueños. 

Desde hace ya casi 1 año estoy en modo vegetariano (por convicción ideológica y felicidad en general) y mimando la comida, el producto, el bienestar animal, la salud planetaria y destapando el frasco de las esencias de la cocina vegeta. Todo un universo lleno de posibilidades y chifladuras maravillosas. Este plato es una buena muestra de ello.

Ni qué decir que yo me limito a inspirarte, a despertar tu lado cocinero y motivarte. Luego tú tuneas las recetas a tu antojo. Prueba con puré de patatas, cambia las lentejas por alubias rojas o frijoles, añade queso rallado a la polenta, juega con las especias y hierbas, usa algún resto de verdura que no pinte nada en tu nevera... No hay límite. Tu cocina, tus reglas. Dale caña y ya sabes... ¡mandiles arriba!  



INGREDIENTES 
  • 1 berenjena grandecita 
  • 100 g de lentejas 
  • 275 g de caldo de verduras
  • 1 cebolla
  • 1 zanahoria grande
  • 150 g de champiñones 
  • 2-3 dientes de ajo
  • 250 ml de vino tinto
  • 400 g de tomates enteros (una lata) 
  • 2 cucharadas de concentrado de tomate 
  • Sal, pimienta negra y Aceite de oliva Virgen Extra
  • Albahaca, Tomillo, romero... (opcional)
Para la polenta cremosa
  • 180 g de polenta
  • 1,5 l de caldo vegetal
  • 50 g de leche de avena
  • Sal y una pizca de cúrcuma
  • Aceite de oliva Virgen Extra 
Comensales: 4 
Tiempo: 45 minutos 

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Dando caña al ragú 
  1. Lo primero de todo será COCER LAS LENTEJAS. ¿Puedes usar lentejas ya cocidas? Sí. Pero lo natural ya se sabe... va sin conservantes ni gaitas. Y puedes hacer de más y guardar para hacer en otro momento un hummus o una buena ensalada. Yo las tengo hirviendo en agua durante 25 minutos (previo remojo).
  2. En una olla grande echa aceite de oliva Virgen Extra y sofríe la cebolla y la zanahoria picada. Esto te llevará unos 5-7 minutos. NOTA: Añade sal para que suden. 
  3. Corta los champiñones en trocitos y pica el ajo. Echas todo dentro y dejas que se cocine todo el conjunto. Buen momento para añadir pimienta negra recién molida y las especias: tomillo, romero, orégano, salvia...
  4.  Corta en dados la berenjena y los añades. Cocina todo unos 8-10 minutos a fuego moderado alto.
  5. Turno del vino tinto. Lo echas y dejas que se evapore el alcohol. NOTA: Buen vino, ¿eh? Seguid la máxima de "cocinar con el mismo vino que acompañarías el 
  6. Ahora echas el tomate concentrado, remueves para integrarlo y que aromatice y luego viertes la lata de tomates enteros y el caldo de verduras. Dejas cocinar todo 15 minutos a fuego suave. Al final añades las lentejas ya cocidas y escurridas y mezclas todo con cuidado. 


La polenta, acompañante perfecto
  1. Coloca el caldo de verduras al fuego y llévalo a ebullición. Cuando rompa el hervor apagas, dejas reposar y añades la polenta
  2. Mezcla todo bien bien. Salpimenta al gusto, cúrcuma y añade un poco de leche vegetal. En unos 12-15 minutos la tendrás más que lista. 

Sirve la polenta cremosa y la colocas como base o cama, sobre ella vierte el ragú de berenjenas y lentejas y decora con unas hojas frescas de albahaca y un chorrito de buen Aceite de oliva Virgen Extra. 

¡Que aproveche, hitchcookan@s! 

viernes, 14 de febrero de 2020

FOCACCIA DE NUECES Y CABRALES con aceite de romero y miel

Aprovechando el extenso suministro de Nueces de California que han tenido a bien concederme, se ha gestado una receta de altura panarra por estos lares. Una focaccia aderezada con nueces, queso Cabrales, tomates secos, romero fresco, miel... Un festival gastronómico y un inmortal bocado italiano que sin duda tienes que hacer, que probar, que descubrir, que catapultar a la estratosfera culinaria de tu paladar. Lleva su tiempo - que no cunda el pánico - pero te doy una versión sin amasado que hará de tus delicias y reducirá tus miedos y que extraigo y adapto de las sabios y adictivos vídeos de Las Recetas de Esbieta. Hay que animarse. Sí o sí.

La "focaccia" es un pan típico de la cocina italiana. Es un pan plano con harina, sal, levadura, aceite y agua. Sin más. Luego los "topping" pueden ser del corte que nos dé la real gana. Clásicos con ajo y romero, con mortadela de Bolonia, con verduras de temporada, con diferentes quesos, con pestos o tomates y patatitas... En fin, aquí el abanico que se abre es casi infinito. A vuestra elección lo dejo, pero jugad con las hierbas, con los sabores, con texturas, sin miedo. Esta receta es de lo más agradecida y os aseguro que una vez hecha, caerá una y otra vez.  

Nueces de California además celebra en el mes de Febrero #ElPoderdel3, tal y como señalan ellos las nueces son el único fruto seco con una cantidad importante de ácidos grasos de Omega 3, de origen vegetal, que contribuyen a mantener niveles normales de colesterol en sangre. Y desde aquí se trata de promulgar y divulgar alimentos sanos, de alto valor nutritivo y sobre todo, que nos hagan salivar en las más variadas recetas. Sin más nos arremangamos y nos metemos en harina, nunca mejor dicho, para confeccionar este suculento bocado. ¡Mandiles arriba!





Ingredientes

Para la focaccia
  • 470 g de harina de fuerza
  • 380 g de agua templada
  • 10 g de levadura fresca (o 3 g de levadura seca)
  • 10 g de aceite de oliva
  • 9 g de sal
Para el topping
  • 60 g de Nueces de California
  • 30 g de buen queso Cabrales
  • Cebolleta roja o chalotas 
  • 5-6 tomates secos en aceite de oliva 
  • Aceite de Oliva Virgen Extra, sal y agua
Para el aceite 
  • 2 cucharadas de aceite de oliva Virgen Extra
  • 2 cucharadas de agua
  • 1 cucharada de miel
  • Romero fresco o seco
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En un bol amplio desmenuza la levadura y añade el agua templada. Remueve bien hasta que se disuelva la levadura.

Añade el aceite de oliva y la sal y mezcla bien. Tamiza la harina (te puedes ayudar de un colador) sobre la mezcla e integra con una cuchara hasta que no haya ni rastro de harina. 

Tapa el bol y deja reposar la masa unos 20-25 minutos.

Pasado el tiempo dobla la masa en sobre. Es decir, coge de un lado y dobla hacia el centro. Así con los cuatro lados de la masa. Luego la volteas y vuelves a tapar el bol y a dejarla reposar 20 minutos.

ESTE PROCESO LO HAREMOS 3 VECES MÁS, doblamos en forma de sobre y volteamos la masa. Con sus pausas de 20 minutos para relajar la masa. Así que haz tus cálculos...

En la última tanda ya puedes guardar la masa en la nevera de 24 a 72 horas.

Al día siguiente saca la masa de la nevera y deja que se atempere, será más fácil manejarla, aunque tranquilidad, que no vamos a trabajarla, ya ha hecho su labor de alimentarse y llegar a la edad adulta en la nevera. 

Cubre una bandeja de horno con papel vegetal (que cubra bien toda la superficie). 

Unta bien el papel con aceite de oliva Virgen Extra, sin miedo - a ver, tampoco vuelques media botella de aceite - pero eso dará sabor y crujiente. Ayúdate de una brocha de cocina para extenderlo bien, asegurándote que cubres todo la superficie y que la masa está en contacto con el aceite.




Vuelca la masa encima de la bandeja, te untas ligeramente las manos con aceite y con MUCHA SUAVIDAD vas haciendo que cubra toda la superficie. Hunde ligeramente y con mucho mimo los dedos en la masa para irla estirando. NOTA: Si ves que cuesta un poco, deja que la masa se relaje unos 10 minutos.

Precalienta el horno a 250º con calor sólo de abajo durante 20 minutos. 

Vete disponiendo tu "topping" encima de la focaccia. Puedes poner lo que quieras, pero yo te recomiendo esta mezcla de nueces, queso Cabrales, cebolleta roja y tomates secos. 

Prepara el aliño con el aceite, el agua, el romero y la miel. NOTA: Te recomiendo que lo metas en un bote, lo cierres y lo agites bien para emulsionar la mezcla. 

Unta la focaccia con el aliño y espolvorea sal gruesa por encima. Esto ayudará a lograr una capa crujiente, ya que generará vapor dentro del horno.



Baja la temperatura del horno a 220º y pon calor de arriba y abajo.

Mete la focaccia y hornea durante 20-25 minutos.


Sirve la focaccia en trozos individuales y riega con un poco más del aceite y con unas nueces para lograr un bocado crocante y fresco a la vez. 

¡Que aproveche, hitchcookian@s! 


miércoles, 7 de agosto de 2019

ENSALADA DE CALAMARES (Calamari salad)

Receta fácil, vertiginosa, refrescante, sana y que acepta tantas versiones o remakes como te dé la gana. Se trata de preparar una buena ensalada y que sea divertida, apetecible. Para ello usamos calamares que cocemos rápidamente y que secundamos con hierbas aromáticas y una excitante vinagreta para potenciar todos los sabores. 

Tú puedes tirar de otros elementos, faltaría más: añadir pulpo cocido, unos mejillones al vapor, berberechos, zamburiñas... Uno sólo o varios a tropel. Ahí manda tu paladar, como siempre. Lo único que te pido es que tires siempre de producto fresco, que la diferencia es abismal y tu estómago merece que lo mimes, no que la pereza gobierne tu cocina. ¿Estamos? 

Pues hala... ¡mandiles arriba!



Ingredientes (2 personas) 

  • 2 calamares frescos 
  • 1 pepino
  • Mezclum de lechugas 
  • 1 taza de perejil picado y cilantro picado 
  • Maíz dulce 
Para la vinagreta 
  • Aceite de Oliva Virgen Extra 
  • 1 limón y su ralladura 
  • Sal y pimienta blanca 
  • Chili flakes (guindilla seca) 
Tiempo: 5 minutos

ELABORACIÓN

Pide a tu gentil pescadero que te dé limpios los calamares. Si no lo hace, cambia de pescadero.

Separamos los tentáculos, las aletas y la tinta. Estos elementos los podremos utilizar para un arroz negro más adelante. Nosotros ahora sólo vamos a necesitar los cuerpos.

Cortamos en anillas los calamares. Las lavamos bien.

Ponemos agua a hervir y añadimos los calamares. Cocemos durante 1 MINUTO. Sacamos enseguida a un bol con agua y hielo para cortar la cocción y mantener su tersura. 

Picamos las mezclas de ensalada o lechuga, las hierbas aromáticas - todo fino - y el pepino en rodajas. Lo echamos todo en un cuenco amplio. Añadimos el maíz dulce bien enjuagado y colado. Por último colocamos las anillas de calamar

Emulsionamos todos los ingredientes de la vinagreta y la volcamos en la ensalada. 

¡Que aproveche, hitchcookian@s! 

miércoles, 5 de diciembre de 2018

QUINOA CON VERDURAS Y HUEVO EN FLOR

Hoy os traigo un plato a cámara rápida espectacular. Por todo. Por su sencillez, por su vistosidad, por su múltiples beneficios, por su sabor y por su velocidad de preparación. Como veis tiene virtudes, pero sin duda alguna la mejor de todas es... cuando la pruebes, estás condenad@ a repetirla una y otra vez. Ya lo aviso...

La protagonista es la quinoa, que lleva ya un tiempo en nuestras cocinas. Y es lógico. Tiene una buena cantidad de propiedades, proteínas, fibra y vitaminas que nos ayudan. Para los Incas era una planta sagrada, no es un cereal es una semilla, ¿y acaso podemos poner en duda lo que pensaban en Los Andes hace 5.000 años? No creo, ¿verdad? Sólo podemos cocinarla como es debido y arroparla con verduras y un huevo en flor que ya es el remate de la majestuosidad.

¡Mandiles arriba! 


Ingredientes (2 personas)
  • 160 g de quinoa 
  • 6 ramilletes de brocoli 
  • 6 ramilletes de coliflor 
  • 2 zanahorias 
  • 1 puñado de guisantes congelados 
  • 2 huevos 
  • Agua para la cocción
  • Aceite de Oliva Virgen Extra 
  • Sal y pimienta negra 
  • Escamas de guindilla (Chili flakes) 
  • Salsa de soja (opcional) 
Tiempo: 25 minutos 

Cosas de verduras 

Cortamos unos ramilletes de brócoli y coliflor.
Pelamos las zanahorias y las cortamos en bastoncillos, cuadrados, medias lunas, rodajas... Como más te plazca o te seduzca. 

Ponemos una sartén al fuego con un poco de buen aceite de oliva Virgen Extra y salteamos las verduras unos 8-10 minutos. Añadimos los guisantes en el último momento y salpimentamos. 

La quinoa en escena 

Enjuagamos bien la quinoa con ayuda de un colador bajo el agua. Es IMPORTANTE este paso para eliminar la saponina

Pasamos la quinoa bien escurrida a la sartén y la sofreímos con las verduras unos 3 minutos. 

Es el momento de echar el líquido. Para una perfecta cocción las medidas son 3 partes de agua o caldo por 1 de quinoa. Removemos ligeramente y dejamos que hierva durante 2 minutos. Luego tapamos la sartén y cocinamos 15 minutos. 

NOTA: Tiempos orientativos, hay que estar al loro para encontrar el punto justo. El grano debe quedar transparente menos por los bordes y soltar el germen blanco.

IMPORTANTE: La textura debe ser al dente, como la pasta. Nada de granos blandurrios...

El huevo en flor 

Mientras la quinoa y las verduras van a su ritmo preparamos el último toque del plato.

Ponemos un poco de papel film en un vaso o bol pequeño y cascamos el huevo dentro. Lo ponemos a punto de sal y pimienta y cerramos como si fuese un saquito. NOTA: Podemos atarlo con cordón de cocina para asegurarnos que queda perfectamente sellado.

Introducimos los huevos en agua hirviendo (pero no a borbotones) y dejamos que se cocinen unos 3-4 minutos. NOTA: La clara debe quedar cuajada y la yema líquida. Retiramos del fuego y con cuidado abrimos el papel film.

Servimos la quinoa con las verduras un plato hondo y coronamos con el huevo en flor. Rompemos la yema ligeramente para que salga su oro líquido y le damos vida con un poco de chili flakes y un chispazo de salsa de soja

¡Que aproveche, hitchcookian@s! 

jueves, 10 de agosto de 2017

ENSALADILLA RUSA CON HIERBABUENA Y ARENQUE AHUMADO (Clásico revisitado)

Hoy os traigo un clásico inmortal de nuestra cocina, especialmente diseñada para la época veraniega. Aunque, sinceramente, la ensaladilla rusa funciona todo el año. Pero vamos a darle un poco de "chispa" añadiendo hierbabuena fresca y arenque ahumado, que le va a otorgar al plato un sabor de lo más peculiar y sorprendente. 

El arenque ahumado ya se vende en grandes superficies, no hace falta perderse en tiendas orientales especializadas, aunque si tenéis ocasión no dejéis de hacerlo. Tiene un sabor intenso y casa muy bien con los ingredientes de la ensaladilla, dotando de nuevos matices un plato que sabe a hogar.

Por supuesto que la ensaladilla rusa tiene mil combinaciones posibles: gambas, espárragos, aceitunas, maíz... pero la base siempre deberá ser patata, zanahoria y mayonesa. A partir de ahí dejad volar la imaginación, vuestros gustos personales o los recuerdos de la infancia. Yo os propongo ideas, de vosotros depende llevarlas a cabo... ¡Mandiles arriba! 



Ingredientes (4 personas)

  • 500 grs de patatas para cocer 
  • 1-2 zanahorias 
  • 2 huevos duros 
  • 12 lascas de arenque ahumado
  • 1 puñadito de guisantes congelados 
  • Hierbabuena fresca 
  • 1 lata de ventresca o de atún
  • Mayonesa (1 huevo, sal, limón y aceite de oliva suave)
  • Sal
  • Agua para cocer
Tiempo: 20-25 minutos

Cociendo...

Lavamos las patatas sin quitarles la piel, así como las zanahorias. Ponemos una olla con abundante agua al fuego y vertemos las verduras. Añadimos sal y bajamos el fuego y dejamos que se cocinen durante 20 minutos aproximadamente. NOTA: Que no borbotee demasiado el agua. Y para asegurarnos que están cocidas, lo mejor es pincharlas. Si necesitan más tiempo, pues se lo damos...

Pasados los 20 minutos, sacamos las patatas y las zanahorias y dejamos enfriar antes de pelar.

En otra cazuela calentamos agua y añadimos los huevos con otra pizca de sal. Dejamos cocinar 10 minutos desde que rompe el hervor. Sacamos y refrescamos. NOTA: Aprovechamos al mismo tiempo para añadir un puñado de guisantes congelados al agua para que se pongan tiernos.

Preparando los ingredientes...

Pelamos las patatas y las cortamos en daditos (o en la forma que te plazca). Hacemos lo mismo con la zanahoria y con el huevo duro.

Lavamos y picamos finamente la hierbabuena fresca. Colamos el aceite de la ventresca. ¡Pero no lo tiramos! Podemos aprovecharlo para la mayonesa.

Lo que nos lleva a preparar la mayonesa. En un vaso alto añadimos un huevo (mejor a temperatura ambiente, como el aceite), una pizca de sal, un chorrito de limón y como 200 ml de aceite suave o de girasol. Bajamos la batidora hasta el fondo y le damos caña a máxima potencia. Cuando coja cuerpo vamos subiendo lentamente el brazo batidor y terminamos de emulsionar. 

Presentación... 

Mezclamos los dados de patata, la zanahoria, el huevo, los guisantes, la hierbabuena y el huevo en un bol. Añadimos una pizca de sal y la mayonesa. Removemos bien para que se mezcle. 

Servimos una generosa cucharada en el centro del plato, coronamos con unas lascas de arenque ahumado y unas hojas de hierbabuena. ¡Que aproveche, hitchcookian@s! 

miércoles, 26 de julio de 2017

CREMA DE CALABAZA CON JENGIBRE Y HIERBABUENA

Tiempos de calor traen inexorablemente recetas para combatirlos. En esta ocasión blandimos la cuchara para hacer frente a las altas y crueles temperaturas para saborear una sencilla crema de Calabaza con el toque y la personalidad del jengibre.

El jengibre es un poderoso aliado para nuestra salud, ya que, entre otras virtudes ayuda a prevenir el estrés, a combatir migrañas y la congestión, es un anti-inflmatatorio natural... Los chinos sabían lo que se hacían en cuestiones medicinales. 

Pero más allá de sus propiedades nutricionales nos va a aportar un peculiar sabor y aroma a la calabaza, que se mezcla fenomenal con el frescor de la hierbabuena, otorgándonos un plato de lo más completo, aromático y agradable en boca. ¿No me crees? Pues no te queda otra que prepararlo y contarme el resultado. Caliente o fría, esta crema hará tus delicias... ¡Mandiles arriba! 

Crema de calabaza y jengibre

Ingredientes 

  • 600 grs de calabaza limpia
  • 500 grs de caldo de verduras 
  • 1 puerro (parte blanca)
  • 1 cebolla mediana
  • 1 patata pequeña 
  • 1 trocito de jengibre fresco (al gusto)
  • Hierbabuena
  • Semillas de sésamo tostado
  • Aceite, sal y pimienta negra
Tiempo: 30-35 minutos

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Añadimos aceite de oliva a una olla y calentamos. Troceamos la cebolla y el puerro y los vertemos en la olla. Sofreímos durante 5-7 minutos.


Troceamos la calabaza, la patata pelada y el jengibre pelado con ayuda de una cucharilla de café. Los echamos en la olla y sofreímos todos los elementos otros 5-7 minutos. Salpimentamos al gusto.

NOTA: No hace falta trocear muy finamente, se trata que suden las verduras y saquen todo su sabor, ya que luego pasarán por la trituradora o el robot de cocina.

Cubrimos la olla con el caldo de verduras (o de pollo) y llevamos a ebullición. Cuando rompa el hervor, bajamos el fuego y cocinamos hasta que la calabaza y la patata estén tiernas. Alrededor de 20-25 minutos. Corregir de sal si hiciera falta...

Dejamos enfriar, que no se trata de abrasarnos a la hora de triturar. 

Pasamos el contenido de la olla a un robot de cocina o directamente lo trituramos con la batidora (luego convendría pasarlo por un chino para eliminar posibles hebras y demás) 

Servimos fría o caliente en bols individuales. Decoramos con hierbabuena fresca finamente picada y unas semillas de sésamo, aunque también puedes añadir pipas de calabaza peladas, unas gotas de leche evaporada o un poco de aceite de oliva virgen extra.

¡Que aproveche, hitchcookian@s! 

viernes, 21 de julio de 2017

ARROZ SALVAJE FRITO CON POLLO Y BIMI (Receta sana)

Hoy os traigo una receta saludable y deliciosa que aglutina dos ingredientes principales como el Bimi y el pollo Nutrave con una cama de arroz salvaje frito al más puro estilo Thai. Como siempre, me dejo guiar y aconsejar por la cocina de mi querida Kwan Homsai para obtener maravillosos  y aromáticos resultados. Ideal para una cena ligera o una comida a cámara rápida.

El sabor suave y dulce del Bimi, amén de su batería de nutrientes y propiedades beneficiosas, combina fenomenal con el pollo macerado y con el crocante del arroz y el resto de verduras. Todo para sacar un plato sano, fácil, exótico y asequible. ¿Nos ponemos? Pues... ¡mandiles arriba!

Arroz salvaje frito con pollo y Bimi

Ingredientes (2 personas)

  • 250 grs de arroz salvaje cocido
  • 200 grs de pechuga de pollo Nutrave
  • 10 ramilletes de Bimi
  • 2 huevos
  • 2 dientes de ajo
  • 1 trocito de jengibre fresco
  • 3 cdas de Salsa de Soja
  • 100 grs de champiñones 
  • 1 cebolleta pequeña
  • Pimienta blanca
  • Sal y aceite de girasol 
  • Cilantro fresco y zumo de lima (para rematar)
Tiempo: 10 minutos + 30 del macerado

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Macerando el pollo

Troceamos las pechugas en trozos de un bocado. Aprovechamos la "limpia" para quitarle huesecillos y otras impurezas que nos interesan poco o nada.

Los colocamos en un bol, añadimos una cucharada de salsa de soja y un poco de pimienta blanca. Removemos bien y dejamos macerar una media hora.


Pasado el tiempo lo salteamos en un wok o sartén amplia con un poco de aceite de girasol. Que se nos dore bien por todas partes. Sacamos y reservamos.

El sofrito y el arroz

En ese mismo wok cascamos dos huevos y revolvemos bien.


Añadimos la cebolleta troceada, los ajos, el jengibre (todo bien picado) y los champiñones laminados y bien limpios y secos. Salteamos todo hasta que empiecen a cocinarse. Alrededor de 2 minutos.


Vertemos el arroz salvaje cocido, dos cucharadas de salsa de soja, pimienta blanca y una pizca de sal. Volvemos a saltear todo un minuto.


Incorporamos de vuelta el pollo al wok.


Y por último el Bimi. Damos un último salteado a fuego vivo sin dejar de remover durante 1 minuto. NOTA: Para mí el Bimi cuanto menos trabajado más propiedades conserva. Pero si quieres puedes escaldarlo antes 1 minuto en agua hirviendo.

Servimos en bols individuales 
y espolvoreamos unas hojas de cilantro y un chorrito de lima. ¡Que aproveche, hitchcookian@s!



martes, 27 de junio de 2017

PAN DE MOLDE CASERO (Pequeña Miss Sunshine)

Amantes del pan, o simplemente "panarras míos", hoy os traigo todo un festival con miga para disfrutar y deleitar al personal. Cuando saques tiempo para preparar tu propio Pan de Molde, la vida será distinta. Esa fragancia de "recién hecho" por las mañanas tiene pocas comparaciones...

La receta lleva cierto tiempo pero todo el que inviertas merecerá la pena. Hay que meterse en harina, palpar la masa, trabajarla, saborear el momento, porque creo que en eso consiste hacer pan: en sentirlo mientras lo creas. Quitaros el miedo de encima (si es que lo tenéis) y lanzaros a preparar esta receta junto a esa "peculiar familia" de Pequeña Miss Sunshine. Todo un viaje lleno de aventuras, frustraciones y éxitos. Arrancamos motores y... ¡mandiles arriba! 


Ingredientes 
  • 300 grs de harina de fuerza
  • 85 grs de agua tibia
  • 85 grs de leche entera
  • 6 grs de levadura fresca
  • 30 grs de mantequilla blanda
  • 15 grs de azúcar blanca
  • 10 grs de sal
Tiempo: 60 minutos + los tiempos de levado (un rato, vaya)
Película comparada: "Pequeña Miss Sunshine" (Johnattan Dayton y Valerie Faris, 2006)



En un bol amplio echamos la harina y la sal. Mezclamos bien con las manos - aquí hay que mancharse, merece la pena sentir cómo va cogiendo forma nuestra creación -. 

Diluimos la levadura en el agua tibia (de 32º a 38º) y dejamos que "se active" unos 5 minutos. Vertemos el agua y la levadura en el bol, junto con la leche, la mantequilla y el azúcar. Ahora toca amasar, sacudirnos el estrés, disfrutar del trabajo artesano...


Trabajamos la masa durante 10 o 12 minutos, hasta obtener una masa firme y que no se pegue a las manos. Hacemos una bola y la colocamos en el bol ligeramente engrasado con aceite. Tapamos y dejamos que doble su volumen. NOTA: El tiempo dependerá de la temperatura que haya en el ambiente... 



Enharinamos ligeramente una superficie lisa y limpia con harina. Volcamos la "bola" y la aplastamos por el centro para sacarle el gas (desgasificar) Doblamos la masa para colocarla en el interior de un molde tipo "plumcake" ligeramente engrasado. Cubrimos con un paño húmedo y dejamos reposar de nuevo hasta que vuelva a doblar su volumen.

Precalentamos el horno a 200º. Y lo bajamos cuando metamos el molde a 180º.

Metemos el molde en el horno y horneamos durante 35-40 minutos. NOTA: Estad atentos para que no se dore demasiado la superficie, de ser así, podéis cubrir con papel de plata.


Sacamos del horno y lo dejamos reposar 5 minutos en una rejilla (sin desmoldar) Pasado ese tiempo, lo desmoldamos y enfriamos totalmente sobre la rejilla. Listo para sacar rebanadas y disfrutar de un buen pan de molde casero para el desayuno. ¡Que aproveche, hitchcookian@s! 

Película ideal para degustar este plato
LITTLE MISS SUNSHINE 
("Pequeña Miss Sunshine - Johnattan Dayton y Valerie Faris, 2006)

Esta obra de 2006 – encerrada si acaso en el género de “cine indie” – supuso toda una sorpresa para la crítica y el público del momento, pues cuestionaba de un modo fresco y cómico los valores del éxito, la belleza y la familia. Todo a través de los ojos inocentes de una niña apocada pero decidida, su entorno cercano y desequilibrado, y una furgoneta Volkswagen Combi que los lleva de viaje, no sólo a un concurso de belleza infantil, sino a descubrirse. Es todo un canto positivo a los seres diferentes. 

La película se nos antoja un viaje vital, de descubrimientos y decepciones, de éxitos y de valores. Físicamente se materializa en el viaje en furgoneta, contenedor de los personajes, y cuyos fallos mecánicos no son más que obstáculos que deberán sortear como familia, requiriendo la ayuda de los otros y plasmando de modo gráfico que la unión hace la fuerza.

En nuestra cine-receta  vamos a amalgamar todo ese espíritu de unidad en una masa de pan de molde casero, que se nos presenta rebanado, dando a entender que la familia está desestructurada, dividida, con problemas individuales pero que necesitan de un buen horneado común para hallar la felicidad…


Una madre desquiciada, un padre obsesionado con el éxito, un hijo con voto de silencio, un tío con ansias suicidas, un abuelo que pasa heroína y que tiene una relación especial con su nieta de 7 años. Este elenco de alocadas mentes se une y arremolina en el interior de un bol amplio como la harina, la levadura, el agua, la leche, el azúcar, la mantequilla y la sal.

A la pequeña Olive la han seleccionado para participar en el concurso de belleza “Little Miss Sunshine” y la familia al completo decide partir en una cruzada a lomos de la Volkswagen Combi amarilla para cumplir el sueño de la pequeña. Un viaje que empieza con la tranquilidad de una "masa que reposa" pero que poco a poco irá creciendo como lo hacen las frustraciones y desavenencias entre los miembros de la familia al tiempo que el vehículo va acumulando fallos,

Entre otros contratiempos como la pérdida de un contrato o la irrupción de un ex novio, emerge el fallecimiento del abuelo a causa de una supuesta sobredosis. Nuestra masa tendida en el recipiente, inerte y cubierta con un paño se nos antoja a ese cadáver anciano… Parece que el viaje concluye, pero nada impedirá a esa niña acabar el trabajo que hizo su abuelo con ella…

Olive va a actuar pero la competencia es atroz y no quieren que sufra una humillación. Nada importa para ella, decide adentrarse en el horno y desatar su magia durante 30-35 minutos al ritmo burlesque de Super Freak de Rick James.


Ante la reacción negativa del público, la familia al completo se une a la interpretación de la niña y hacen que esa “masa cruda” tenga su momento de gloria. Que se cueza. Que brille con luz propia. Y tras salir del horno – y de los acalorados improperios de la organización – se desmoldan y se enfrían en una rejilla para volver a coger el camino a casa en su destartalada Volkswagen Combi amarilla. Compactos como una familia y como un pan de molde casero que una vez les hizo triunfar en un concurso de belleza…