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lunes, 22 de febrero de 2021

Humus de lombarda con tahini de Nueces de California

Animado siempre por Nueces de California, que anualmente me obsequia con un buen surtido, he decidido lanzarme con una receta de tapeo, de lo más vistosa, vegana y sorprendente. Un Humus donde la lombarda cobra protagonismo y colorea, y que se entremezcla de manera sutil con un magnífico Tahini casero de nueces y sésamo. Un combo de lo más sugerente, estimulante, de aplauso lento...

Esta receta no sólo está de morirse, además tiene buenos argumentos de salud para que la prepares. Toma nota: las nueces son el único fruto seco con una considerable cantidad de ácidos grasos Omega 3 de origen vegetal. ¿Esto qué hace? Pues te ayuda a mantener los niveles normales de colesterol en sangre. Suma además que son uno de los alimentos con más antioxidantes por ración y aportan proteínas, magnesio y fósforo. Un pequeño bocado que logra grandes beneficios para tu salud.


En esta ocasión le damos la oportunidad de formar parte de un Tahini e impregnar así su sabor al plato completo. El Tahini es una pasta hecha a base de sésamo que se usa en la cocina de Oriente Próximo, sobre todo como  parte de los humus (como el nuestro), patés (Baba Ganoush)...

Yo te propongo salirte un poco de la línea marcada y probar cosas distintas, hacer que tu paladar se sorprenda y aprovechar la buena materia prima en otras batallas culinarias. Hoy le damos caña a un humus original y fascinante. Receta fácil donde las haya. No hay excusas... ¡Mandiles arriba! 


Ingredientes 

Para el Tahini de nueces

  • 60 g de nueces de California
  • 1 diente de ajo
  • 2 cucharadas de sésamo tostado
  • 1 cdita de comino molido
  • 1 cdita de pimentón (picante o dulce)
  • Aceite de oliva suave
  • Sal y pimienta negra
  • Zumo de limón
Para el hummus 
  • 1/2 lombarda 
  • 1 diente de ajo
  • 1 cebolleta
  • Agua y sal
Tiempo: 35 minutos + 2 horas de reposo en nevera
Personas: 4-5
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Cocción

Trocea la lombarda, la cebolleta y el ajo. Lo pones todo en una olla con abundante agua y lo llevas a ebullición. Dejas cocer durante 30 minutos (hasta que veas que están blanditas.

Sacas y cuelas bien. NOTA: Puedes guardar parte de la lombarda (si ves que te sobra) en un bote de cristal esterilizado con un poco del agua de cocción y la usas en esa semana para otra receta: lombarda salteada con jengibre y salsa de soja por ejemplo. 

Turno del Tahini

Coloca en la picadora las nueces, el sésamo, el comino y el diente de ajo. Tritura todo hasta tener "una arenilla". Salpimenta al gusto y añade un poco de aceite y mezcla hasta tener una pasta. La cantidad es un poco a ojo. A mí me gusta que quede como en la foto de abajo. 



Vete añadiendo aceite a tu criterio. Importante que la pruebes para corregir lo que haga falta. CONSEJO: Puedes ampliar las cantidades que te doy y haces más de la cuenta y guardas para otras elaboraciones.

Remate final

Con la verdura bien escurrida pasamos a triturarla en un robot de cocina o en la batidora. NOTA: En este punto podrías añadir unos garbanzos cocidos para darle ese toque más de humus. Pero yo prefiero en este caso todo el sabor de la lombarda, que gobierne el plato junto al Tahini.

Nos tendrá que quedar una especie de paté con textura firme pero cremoso. A esta mezcla añadimos el Tahini (no hace falta todo, dos cucharadas, prueba y añade o frena) y trituramos todo junto. 

Dejamos reposar en la nevera bien tapado durante 2 horas. 

Cuando vayas a consumirlo sácalo media hora antes de la nevera. Y lo sirves en boles individuales con un poco de yogur natural por encima, unas nueces picadas y un poquito de guindilla molida. Acompaña con pan, crackers, palitos de cereales, crudités... y a disfrutar.

¡Que aproveche, hitchcookian@s!   

viernes, 14 de febrero de 2020

FOCACCIA DE NUECES Y CABRALES con aceite de romero y miel

Aprovechando el extenso suministro de Nueces de California que han tenido a bien concederme, se ha gestado una receta de altura panarra por estos lares. Una focaccia aderezada con nueces, queso Cabrales, tomates secos, romero fresco, miel... Un festival gastronómico y un inmortal bocado italiano que sin duda tienes que hacer, que probar, que descubrir, que catapultar a la estratosfera culinaria de tu paladar. Lleva su tiempo - que no cunda el pánico - pero te doy una versión sin amasado que hará de tus delicias y reducirá tus miedos y que extraigo y adapto de las sabios y adictivos vídeos de Las Recetas de Esbieta. Hay que animarse. Sí o sí.

La "focaccia" es un pan típico de la cocina italiana. Es un pan plano con harina, sal, levadura, aceite y agua. Sin más. Luego los "topping" pueden ser del corte que nos dé la real gana. Clásicos con ajo y romero, con mortadela de Bolonia, con verduras de temporada, con diferentes quesos, con pestos o tomates y patatitas... En fin, aquí el abanico que se abre es casi infinito. A vuestra elección lo dejo, pero jugad con las hierbas, con los sabores, con texturas, sin miedo. Esta receta es de lo más agradecida y os aseguro que una vez hecha, caerá una y otra vez.  

Nueces de California además celebra en el mes de Febrero #ElPoderdel3, tal y como señalan ellos las nueces son el único fruto seco con una cantidad importante de ácidos grasos de Omega 3, de origen vegetal, que contribuyen a mantener niveles normales de colesterol en sangre. Y desde aquí se trata de promulgar y divulgar alimentos sanos, de alto valor nutritivo y sobre todo, que nos hagan salivar en las más variadas recetas. Sin más nos arremangamos y nos metemos en harina, nunca mejor dicho, para confeccionar este suculento bocado. ¡Mandiles arriba!





Ingredientes

Para la focaccia
  • 470 g de harina de fuerza
  • 380 g de agua templada
  • 10 g de levadura fresca (o 3 g de levadura seca)
  • 10 g de aceite de oliva
  • 9 g de sal
Para el topping
  • 60 g de Nueces de California
  • 30 g de buen queso Cabrales
  • Cebolleta roja o chalotas 
  • 5-6 tomates secos en aceite de oliva 
  • Aceite de Oliva Virgen Extra, sal y agua
Para el aceite 
  • 2 cucharadas de aceite de oliva Virgen Extra
  • 2 cucharadas de agua
  • 1 cucharada de miel
  • Romero fresco o seco
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En un bol amplio desmenuza la levadura y añade el agua templada. Remueve bien hasta que se disuelva la levadura.

Añade el aceite de oliva y la sal y mezcla bien. Tamiza la harina (te puedes ayudar de un colador) sobre la mezcla e integra con una cuchara hasta que no haya ni rastro de harina. 

Tapa el bol y deja reposar la masa unos 20-25 minutos.

Pasado el tiempo dobla la masa en sobre. Es decir, coge de un lado y dobla hacia el centro. Así con los cuatro lados de la masa. Luego la volteas y vuelves a tapar el bol y a dejarla reposar 20 minutos.

ESTE PROCESO LO HAREMOS 3 VECES MÁS, doblamos en forma de sobre y volteamos la masa. Con sus pausas de 20 minutos para relajar la masa. Así que haz tus cálculos...

En la última tanda ya puedes guardar la masa en la nevera de 24 a 72 horas.

Al día siguiente saca la masa de la nevera y deja que se atempere, será más fácil manejarla, aunque tranquilidad, que no vamos a trabajarla, ya ha hecho su labor de alimentarse y llegar a la edad adulta en la nevera. 

Cubre una bandeja de horno con papel vegetal (que cubra bien toda la superficie). 

Unta bien el papel con aceite de oliva Virgen Extra, sin miedo - a ver, tampoco vuelques media botella de aceite - pero eso dará sabor y crujiente. Ayúdate de una brocha de cocina para extenderlo bien, asegurándote que cubres todo la superficie y que la masa está en contacto con el aceite.




Vuelca la masa encima de la bandeja, te untas ligeramente las manos con aceite y con MUCHA SUAVIDAD vas haciendo que cubra toda la superficie. Hunde ligeramente y con mucho mimo los dedos en la masa para irla estirando. NOTA: Si ves que cuesta un poco, deja que la masa se relaje unos 10 minutos.

Precalienta el horno a 250º con calor sólo de abajo durante 20 minutos. 

Vete disponiendo tu "topping" encima de la focaccia. Puedes poner lo que quieras, pero yo te recomiendo esta mezcla de nueces, queso Cabrales, cebolleta roja y tomates secos. 

Prepara el aliño con el aceite, el agua, el romero y la miel. NOTA: Te recomiendo que lo metas en un bote, lo cierres y lo agites bien para emulsionar la mezcla. 

Unta la focaccia con el aliño y espolvorea sal gruesa por encima. Esto ayudará a lograr una capa crujiente, ya que generará vapor dentro del horno.



Baja la temperatura del horno a 220º y pon calor de arriba y abajo.

Mete la focaccia y hornea durante 20-25 minutos.


Sirve la focaccia en trozos individuales y riega con un poco más del aceite y con unas nueces para lograr un bocado crocante y fresco a la vez. 

¡Que aproveche, hitchcookian@s! 


miércoles, 13 de junio de 2018

TACOS DE NUECES Y CHAMPIÑONES (Trampantojo 100% vegano)

Hoy vamos a ponernos creativos. Aprovechando la propuesta de Nueces de California para que participe en su segundo concurso "Nuez Lover del Año", he tirado de imaginación para confeccionar una receta sana, divertida, sencilla y altamente sabrosa. El resultado es un trampantojo en toda regla, donde las nueces y los champiñones - bien secundados de verduras - se disfrazan de "carne picada para sorprender al ojo y al paladar.

Un festival de sabores, colores, texturas... donde nada es lo que parece
La idea fue cobrando forma a medida que pensaba en qué plato construir que fuese sano y así, poder secundar los poderes nutricionales y saludables de las nueces de California. Enseguida me sobrevino tirar por el "lado vegano de la cocina" y jugar con los matices y texturas del fruto seco en cuestión. Había posibilidades: una boloñesa, unos canelones, unas patatas rellenas... pero cuando me acordé de los tacos de carne, había ganador. Porque el crujiente de las tortillas de maiz y de las propias nueces tenía que ser ya una explosión en la boca... Y lo es, creedme.


Así que tocaba divertirse en los fogones y jugar con las hierbas aromáticas, las verduras cocinadas y en crudo, un toque picante, y esa maravillosa mezcla de las nueces y los champiñones Portobello... Di con un resultado espectacular en todos los sentidos. Primero porque logra asemejarse perfectamente a unos "tacos de carne" corrientes y segundo porque el sabor es increíble. Una opción para el paladar vegano (y no vegano) de lo más recomendable. Un hallazgo. Un nuevo concepto. Una sorpresa culinaria que ni puedes ni debes dejar pasar, hitchcookian@... 

Así que... ¡Mandiles arriba!

Ingredientes (8 tacos)
  • 1 taza de Nueces de California
  • 6 champiñones Portobello
  • 3 ramas de apio
  • 1 cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • 1 pimiento rojo pequeño
  • Salsa de tomate (4 o 5 cucharadas)
  • 2 cucharadas de harina de trigo
  • Albahaca fresca, orégano...
  • Sal, pimienta negra y Aceite de Oliva 
  • Tortillas de maiz 
  • Unas tiras de lombarda 
  • Lechuga romana 
  • Unos golpes de Tabasco
Tiempo: 30 minutos

Primeros pasos

Tiramos de Thermomix o de trituradora para moler. También se puede usar batidora, y hasta de trabajo a cuchillo, pero os llevará tiempo porque debe quedar todo muy picado. Y dios quiera que vuestros dedos se mantengan intactos... Ojo a eso siempre.


Añadimos las nueces al vaso batidor y trituramos. La idea es que queden trocitos, un picado rústico. Incorporamos los Portobello en cuartos y trituramos un poco más. 


Vertemos la harina, sal y pimienta negra recién molida, y mezclamos sin triturar más. 

Concluido este paso, volcamos la mezcla en una sartén con 1-2 cucharadas de aceite de oliva y lo vamos a cocinar durante 15 minutos a fuego suave. Vigilantes de remover para que no se queme.


El aspecto debe evocarnos a la carne picada cocinada, se trata de eso, de engañar al ojo...  NOTA: Si véis que os queda demasiado "pastoso" podéis añadir 2 o 3 nueces picadas a cuchillo para que se asemeje más a nuestro "truco".

El sofrito 

Por otro lado picamos en brunoise (trocitos pequeños) el pimiento rojo, la cebolla y el apio. Ni qué decir tiene que todas las verduras deberán estar limpias como patenas. 

Las vamos sofriendo en una sartén con 2 cucharadas de aceite para que se vayan ablandando. Unos 10-12 minutos. En ese momento añadimos el ajo picado y cocinamos 2 minutos más.


Añadimos la salsa de tomate al sofrito y mezclamos unos minutos. Picamos las hierbas y las añadimos igualmente. En mi caso albahaca fresca y orégano. Volcamos la "falsa carne" de nueces y champiñones en la otra sartén y removemos para integrar todos y cada uno de los ingredientes. NOTA: Aquí puedes añadir un toque picante con un poco de Tabasco al gusto...

El montaje final

Calentamos las tortillas en el horno (tal y como aconsejen los sabios fabricantes) y empezamos con el relleno. Picamos en juliana un poco de lechuga romana y la colocamos de base o cama. Por encima vertemos nuestra maravillosa mezcla. 

Terminamos decorando con unas tiras de lombarda para dar crujiente extra y fresco y ya puestos, colorido a este maravilloso bocado. ¡Que aproveche, hitchcookian@s!

lunes, 26 de febrero de 2018

CREMA DE ROMANESCU Y NUECES (Free Meat Monday)

Un nuevo Free Meat Monday nos trae una receta sana, nutritiva y de lo más agradecida. Para la ocasión vamos a preparar una crema de romanescu y nueces de manera rápida y sencilla. Una cena saludable con el mínimo esfuerzo.

El romanescu es un híbrido entre la coliflor y el brócoli. Sorprende su forma, casi extraterrestre, y su bonito verdor. Es una pieza que está de temporada y contiene buenas dosis de potasio, fósforo y muy bajo valor calórico. Si a esto le sumamos las Nueces de California, conseguimos un plato de lo más completo y cargado de elementos positivos para nuestro organismo.

Tiempos de frío nos obligan a pensar en platos de cuchara, y esta crema es una solución muy simple para arreglar una cena ligera o para un primer plato de la comida. Luego tú la "tuneas" a tu antojo, yo únicamente te muestro el camino, hitchcookian@... ¡mandiles arriba!



Ingredientes (4 personas)

  • 500 g de Romanescu
  • 150 g de patata 
  • 60 g de cebolla
  • 60 g de puerro
  • 60 g de zanahoria 
  • Nueces de California (20 gr por persona)
  • Sal y aceite de Oliva Virgen Extra
  • 1 litro de agua o caldo de verduras 
Tiempo: 50 minutos


Elaboración de la receta

Limpiamos y troceamos los vegetales. Sacamos los "arbolitos" del romanescu. 

Ponemos una olla al fuego con un poco de aceite de oliva. Sofreímos la cebolla, el puerro y la zanahoria unos minutos, para que se hagan ligeramente. 

Incorporamos el romanescu y la patata. Removemos unos 2 minutos. 

Añadimos el líquido (agua o caldo, o agua con una pastilla de caldo) y sazonamos al gusto. Llevamos a hervir y dejamos que se cocinen todas las verduras hasta que estén tiernas. Unos 40 minutos. Pero bastará con sacar un trocito de romanescu y comprobar su textura. 

Dejamos enfriar unos minutos y trituramos con la batidora. Pasamos la crema por un colador chino. NOTA: Podéis triturar en Thermomix durante 1 minuto velocidad progresiva 5-7-9.

Servimos caliente o templada con unas Nueces de California ligeramente machadas por encima para darnos un buen toque crocante al final. ¡Que aproveche, hitchcookian@s! 

lunes, 27 de marzo de 2017

SPAGHETTI CON ALCACHOFAS Y PESTO DE ESPINACAS Y NUECES

Volvemos a tener ante nosotros un nuevo Free Meat Monday. Y lo vamos a cumplir a rajatabla con un espectacular y diferente plato de pasta. Para la ocasión tiramos de los detalles de Nueces de California para confeccionar una salsa pesto original a base de espinacas y nueces. La clásica lleva albahaca y piñones, pero os aseguro que esta variante le llega a la altura.

Todo ello además viene secundado con unas maravillosas alcachofas. Y os intento relatar una forma sencilla de limpiarlas para así ahorrarnos tirar de "las de bote". La diferencia, como casi siempre, es abismal, así que os animo encarecidamente a que os lancéis a prepararlas vosotr@s. 

Una receta sencilla, sana, vegetal y llena de sabor. Pues al lío... ¡Mandiles arriba! 

Spaghetti con alcachofas y pesto de espinacas y nueces

Ingredientes (4 personas)
  • 300 grs de Spaghetti 
  • 6 alcachofas medianas
  • Agua 
  • Sal
  • 1 limón
  • Aceite de Oliva
Para el pesto de espinacas y nueces
  • 100 grs de espinacas
  • 60 grs de nueces 
  • 1 diente de ajo
  • 50 grs de Queso Parmesano rallado 
  • Aceite de Oliva Virgen Extra
  • 1 poco de zumo de limón
Tiempo: 30 minutos

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Las alcachofas

Lo primero de todo es ir "tuneando" nuestras brillantes y hermosas alcachofas, aquí presentes. Preparamos un bol con agua fría y el zumo del limón para, según las vayamos limpiando, caigan en el baño y no se oxiden. Todo mimo es poco...


Les cortamos el tallo y con ayuda de una puntilla (o cuchillo pequeño y afilado) recortamos la parte más gruesa de la base. Quitamos las hojas exteriores hasta que veamos la base amarilla. Cortamos después la punta de las alcachofas para quedarnos con el corazón. Lo partimos en cuatro trozos y eliminamos los pelillos que veremos en el interior. 


Salteamos las alcachofas troceadas en una sartén con un poco de aceite de oliva y sal. Alrededor de 4-5 minutos, para que cojan color. Añadimos entonces un vaso de agua y dejamos cocer a fuego medio durante 8-9 minutos con tapa. Luego cocemos unos minutos más ya destapadas,  o hasta que se haya evaporado todo el líquido y veamos que estén tiernas.



El pesto de espinacas y nueces

Pelamos el ajo y lo cortamos por la mitad. Le retiramos el germen interior. Lo trituramos con la batidora.

Añadimos las espinacas - bien lavadas y secas - y trituramos un poco más.

Incorporamos las nueces y vuelta a la batidora. A mí me gusta que se note cierto crujiente del fruto seco, así que lo trituro pero no demasiado. Pero ahí ya, a vuestro juicio culinario...Rallamos un buen queso Parmesano en la pasta creada y exprimimos un poco de limón.

Por último vamos añadiendo Aceite de Oliva Virgen Extra - nuestro oro líquido - en la mezcla y vamos removiendo hasta obtener un pesto cremoso. La cantidad os la irá pidiendo el cuerpo, debe quedar únicamente a vuestro gusto.

NOTA: Es importante que vayáis probando según añadáis ingredientes para dar con el toque perfecto.





Resultado final del pesto de espinacas y nueces
La pasta y montaje final

Ponemos un cazo con abundante agua (SIN ACEITE, por favor) y lo llevamos a ebullición. Una vez que añadamos la pasta es el momento de incorporar la sal. Si lo hacemos antes retrasaremos el hervor. Dejamos cocer según nos recomiende el fabricante. Pero siempre recordar que terminaremos de cocinar la pasta en la sartén con la salsa, así que bajad un par de minutos de la recomendación.


Escurrimos ligeramente la pasta y la echamos en una sartén caliente. Añadimos un poco del agua de cocción (como 50 ml) y salteamos junto a las alcachofas. Añadimos el pesto de espinacas y nueces y removemos bien para que se impregnen bien los spaghetti. 



Servimos enseguida en platos hondos y rallamos si se quiere un poco más de queso Parmesano y decoramos con unas hojitas de albahaca o espinaca.

¡Que aproveche, hitchcookian@s! 

Spaghetti con alcachofas y pesto de espinacas y nueces

lunes, 6 de marzo de 2017

ENSALADA DE ALUBIAS CON VERDURITAS Y NUECES (Free Meat Monday)

Esta ensalada es todo un festival de sabores e ingredientes, y que debe servirnos para utilizar como se merece toda esa materia prima sin suerte ni destino de nuestras despensas o neveras. Una receta de aprovechamiento en toda regla para un nuevo Free Meat Monday

Desde Nueces de California me hicieron llegar un amplio surtido que claramente estaba destinado a ser empleado de forma fresca y saludable. Así que nada mejor que combinar productos refrescantes y coronarlos con el crujiente de las nueces, aportando sabor, textura y beneficios nutricionales. ¿Se puede pedir más?

Yo aquí te muestro mi versión pero que sólo te sirva como inspiración. Usa tus propios recursos y date un auténtico homenaje a toda velocidad. O déjate preparado un tupper para el trabajo, serás la envidia de la oficina. Pisamos el acelerador... ¡Mandiles arriba!


Ingredientes (2 personas)
  • 1 bote de alubias cocidas de unos 250 grs. 
  • 30 grs de Nueces de California 
  • 1/2 aguacate 
  • 4 tomatitos cherry Kumato 
  • 4 frambuesas 
  • 1 huevo cocido 
  • 1 lata de atún natural 
  • Unos brotes de rúcula 
  • Sésamo negro tostado 
Para el aliño 
  • Mostaza de Dijon, vinagre de manzana, sal, pimienta blanca y Aceite de Oliva Virgen Extra
Tiempo: 10 minutos
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Esta vertiginosa ensalada la vamos a consumar lo que tarde el huevo en cocerse. O sea, 10 minutos. Ponemos el huevo en un cazo con agua (o ya que estamos metidos, ponemos varios y los reservamos para otras recetas: huevos rellenos, por ejemplo) y calentamos. Cuando rompa el hervor, bajamos la potencia del fuego y dejamos cocer durante 10 minutos.

Mientras tanto...

Colamos las alubias del bote y las remojamos bien con agua fría para eliminar el líquido de la conserva, que no nos interesa nada.

Abrimos el aguacate por la mitad, vaciamos una parte con una cucharilla de café y lo picamos. 

Lavamos los tomatitos cherry y los cortamos en cuartos o gajos. Y colamos el atún.

Preparamos la vinagreta o aliño mezclando todos los ingredientes un poco al gusto (yo suelo echar una cucharada de mostaza, 1 cucharada de vinagre y 3 cucharadas de aceite) NOTA: Si queréis espesar el aliño porque así os lo pide el cuerpo, os recomiendo que en esa mezcla añadáis las yemas del huevo cocido y emulsionéis bien hasta que se integre con el resto de ingredientes. 

Sólo queda montar la ensalada. En un bol amplio añadimos todos los ingredientes ya limpio, secos, aseados, impolutos. Regamos con la vinagreta y mezclamos bien.

Por último coronamos con nueces picadas, sésamo negro y unos brotes de rúcula.

¡Que aproveche, hitchcookian@s!

viernes, 17 de junio de 2016

COCTELMOOTHIE PICANTE DE NUECES, FRUTAS Y JALAPEÑO (Desayuno con diamantes)

De repente, Nueces de California organiza un concurso de Smoothies para su 2ª Edición de Nueces de California Experience. Y me invitan a participar. Yo encantado de la vida de perderme siempre en una cocina y no encontrar la salida. Pero además le añaden un ingrediente sorpresa: el premio es un viaje a California en Octubre, para visitar los campos de cultivo de sus nueces y disfrutar de todo el amplio abanico turístico y gastronómico que ofrece el gran estado del Oeste estadounidense. 

La zanahoria delante para perseguirla sin cuartel. Todo listo para la tarea. Taurus nos obsequia con una Batidora Óptima Magnum 6 y Nueces de California nos aprovisiona del fruto seco estrella. Hay que pensar. Y enseguida me sobrevino la idea de un cóctel Margarita, me apetecía recrear esa fantasía en un smoothie, con toques frutales, verdura, cítricos, nueces y... un elemento picante y sorprendente: el jalapeño. De ese modo, en mi cabeza, se plasmarían sabores con personalidad dejando rastros aromáticos que estimulen el paladar: dulce y picante, almíbar y jalapeño con notas de fruta y verdura fresca y un crocante de nuez. Parecía un buen plan... y lo fue. 

Este "cóctelmoothie" es toda una sorpresa. Es elegante, es divertido, es vistoso y te aseguro que dejarás al comensal o al bebedor de turno, por lo menos, picado por la curiosidad. Le he pedido a Blake Edwards y a Audrey Hepburn que me ayuden a la comparación cinematográfica, y me han prestado para la ocasión su monumental comedia "Desayuno con diamantes". Todo un lujo de obra, para un trago de lo más tentador. ¡Mandiles arriba! 


Ingredientes (4 cóctelsmoothies) 
  • 2 plátanos congelados o frescos
  • 1 mango congelado o fresco
  • 2 tazas de hojas de espinaca baby
  • 30 grs de Nueces de California (unas para el smoothie y otras para el borde de la copa)
  • 1/2 cdita de jalapeño o una rodajita 
  • 1 golpe de lima
  • 2 tazas de agua fría
  • 1 toque de sal
Para el almíbar de nuez
  • 1 taza de agua
  • 1 taza de azúcar blanco
  • 30 grs de Nueces de California picadas
  • Ralladura de 1 limón
Herramienta utilizada

Personaje dispuestos para salir a escena...
Lo primero de todo será preparar nuestro almíbar, que nos servirá de "cemento" para adherir las nueces y fantasear con la idea de la clásica sal colocada en el borde de un cóctel Margarita. 

En un cazo añadimos el agua y el azúcar y removemos bien. Ponemos al fuego y añadimos la ralladura de limón y las nueces picadas en mortero. Cocemos durante 10 minutos sin dejar de remover con unas varillas, de lo contrario se podría caramelizar. 


Pensad que el almíbar tiene muchos usos (para conservar frutas, para tartas o bizcochos), pero nosotros necesitamos que haga las veces de pegamento. Así que unos pocos minutos de ebullición ya nos dará la textura pegajosa que buscamos. 


Luego colamos las nueces para quedarnos sólo con la parte líquida. Al estar en el almíbar se habrán ablandado, y buscamos el supercrocante de una nuez en crudo para la presentación final. 

En el vaso de nuestra Batidora Óptima Magnum 6 de Taurus añadimos las espinacas (bien lavadas y secadas), el mango troceado, los plátanos partidos, las nueces, el jalapeño (yo eché dos porque soy un loco del picante pero con uno será más que suficiente), una pizca de sal, un toque de lima y las dos tazas de agua. NOTA: Puedes congelar las frutas o verduras previamente para que el smoothie esté mucho más refrescante a la hora de servirlo. 


Batimos todo a velocidad 2 hasta conseguir una mezcla homogénea. NOTA: La textura o cremosidad la tendrás que ir calibrando según tu paladar, que es el único que manda en la cocina. 

Batidora en pleno funcionamiento...
Ahora llega la parte creativa: el "envasado". Usaremos para crear la ilusión óptica copas de cóctel. Primero pasamos con tranquilidad el borde por el almíbar - también te puedes ayudar de un pincel de cocina - y luego hundimos la copa en la nuez picada. Pegamos bien el fruto seco al almíbar. 


Servimos desde el vaso nuestra mezcla especial y rellenamos la copa. Decoramos con una rodaja de lima en el borde y listo. Un cóctelmoothie de lo más original, divertido, delicioso y sorprendente para que te hagas con el personal. ¡Que aproveche, hitchcookian@s! 



Película ideal para degustar esta bebida
BREAKFAST AT TIFFANY'S
("Desayuno con diamantes" de Blake Edwards - 1961)

Audrey era elegancia en estado puro. Era pureza en estado elegante. Era una diva sin serlo. Era una belleza extraña, delicada, deliciosa, frágil, encantadora, de esqueleto pequeño y de mirada infinita... Pero siempre albergaba bajo su "cara de ángel" una picardía cómica que la hacía única. Puede que la mesa en la que se presenta el cóctelmoothie ya me debiera llevar a ella, pero no puedo huir de su rostro y de su personalidad para encontrar el símil de esta receta líquida. 

En ambas atisbo esa mezcla irrepetible que albergaba: dulzor y picante. Y si existe una película en su filmografía que reúna mejor que ninguna esas cualidades es sin duda la genial "Desayuno con diamantes".

En 1961 Audrey Hepburn ya se había consolidado en el panorama cinematográfico y su imagen era de las más deseadas en pantalla (pocos primeros planos fueron más bellos) En la década de los 50 la actriz ya tenía el favor de la crítica, la industria y el público gracias a maravillas como "Vacaciones en Roma" (que le valió su primer y único Oscar), "Sabrina", "Arianne", "Guerra y Paz" o "Los que no perdonan". Había bailado entre drama y comedia romántica para demostrar sus infinitas virtudes interpretativas. Pero cuando a principios de los 60, un genio como Blake Edwards la llama para la adaptación de la novel a de Truman Capote, se abría una época de grandes obras cómicas y, sobre todo, la creación de un mito, un icono, una leyenda...

La historia nos cuenta la vida, aparentemente fácil y alegre, de una joven neoyorkino: Holly Golightly (Hepburn), que sobrevive gracias a los aportes económicos de sus amigos nocturnos ocasionales. Su personalidad estrambótica y sorprendente - que le hace desayunar frente a la famosa joyería Tiffany's de la Quinta Avenida, por ejemplo - llama enseguida la atención de un nuevo vecino. Un escritor de poco éxito (George Peppard) que se nutre de las contribuciones "no desinteresadas" de una mujer madura (Patricia Neal). La joven pareja empieza una amistad que desembocará en los más altos niveles del romance urbano. 

Partamos que nuestra receta tiene un elemento físico que ya nos acerca a "Desayuno con diamantes": la copa. Que hace las veces de edificio de la Gran Manzana, que se alza orgulloso y que aglutina al puñado de variopintos convecinos que allí habitan: la fantasiosa y festiva joven, el apocado escritor, el quisquilloso vecino oriental (Mickey Rooney)... una mezcolanza de ingredientes de toda índole como nuestras frutas, la espinaca, la lima, el jalapeño... que conviven apiñados y batidos en un mismo espacio.

Pero yendo más allá, como siempre, la historia planteada narra las vicisitudes de dos personajes solitarios y desarraigados que viven en un mundo de lujo. Unos seres humildes "atrapados" en un palacio de cristal, en una ciudad que les acoge y maltrata. Como nuestra bebida, que tiene orígenes sencillos, y que se mueve en la elegancia que otorga esa copa de cóctel, con su rodaja de lima y su borde bañado en oro-nuez. Lejos queda la granja de la infancia, ahora todo es cool. Y toca no desentonar con el escenario creado, fingir si se quiere, para luego sorprender en el primer trago.

Como decía anteriormente, me fascina la perfecta combinación que tiene el personaje de Audrey de dulzura y picardía. En su aparente fragilidad (física y mental) se adviene una obsesión por las joyas y por encontrar un marido rico, para lo que tirará de sus múltiples encantos de mujer. Existen pues esas dos vertientes en esa joven que huye de sí misma y de un pasado que quiere olvidar: su encanto dulce y su picardía femenina para obtener sus pretensiones. Almíbar y jalapeño. 

Esa dualidad que emerge del smoothie se plasma constantemente en la película gracias a unas afilados diálogos, plagados de jovialidad, ironía y comedia. Hablamos de Capote, que no era manco. "Desayuno con diamantes" rezuma toques alegres como la fruta, el ligero amargor de la espinaca, los detalles picantones del pimiento, el dulzor humano de la nuez en el almíbar...  Y termina convirtiéndose en verde, color de esperanza, que es la que mueve a los protagonistas a desistir de  los sueños de grandeza y abrazarse bajo la lluvia al amor de verdad. 

Como veis la película y el smoothie comparten muchos elementos comunes. Estamos ante una de las obras más conocidas y admiradas de la comedia romántica, llena de matices, ambigüedades y con la música de Mancini - incluyendo la premiada "Moonriver"- revoloteando en cada plano. Nuestra bebida es un compendio de texturas, de sabores, de ingredientes con mucha y variada personalidad. Y estoy convencido que Audrey acudiría a las seis de la mañana frente al escaparte de Tiffany's para degustar este fascinante cóctelmoothie mientras su maravillosa mirada se pierde en un mar de diamantes.

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