Mostrando entradas con la etiqueta Espárragos trigueros. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Espárragos trigueros. Mostrar todas las entradas

lunes, 20 de febrero de 2017

REVUELTO CREMOSO DE TRIGUEROS, SETAS Y AJETES

Acudo a tu rescate para esos momentos en los que llegas a casa cansado, sin ganas de perderte en la cocina, tal vez ni de levantarte del sofá. Pero tienes hambre y no te vale cualquier cosa. Pues aquí tienes una propuesta de lo más sencilla, rápida y jugosa. 

Este revuelto cremoso-cremoso viene acompañado de setas, espárragos y ajetes. Es casi como una receta de aprovechamiento, ya que los huevos nos ayudan a darle salida a infinidad de productos aislados en la nevera. Estos son mis "ingredientes perdidos" pero podéis tirar de gambas, champiñones, chalotas, puerros... Vuestra imaginación es la que domina la cocina. Escuchadla.

Sin más, os dejo con el fácil proceso de este plato a cámara rápida. Os aseguro que la pereza de "hacer la cena" se esfumará en un instante. ¡Mandiles arriba!


Ingredientes (2 personas)

  • 4 huevos medianos 
  • 8 espárragos verdes o trigueros
  • 200 grs de setas de cardo (o la variedad que más te guste o tengas)
  • 3 ajetes 
  • Sal y pimienta negra molida
  • Aceite de oliva Virgen Extra
  • 1 chorrito de Salsa de Soja
  • 1 poco de leche (opcional) 
  • Agua para cocer los espárragos 
Tiempo: 10-12 minutos

-------------------------------------------------

Este plato va a ritmo vertiginoso, así que no perdemos tiempo.

Ponemos a calentar una cazuela con agua. Cortamos la base de los espárragos - la parte más leñosa -, los partimos en trozos dos-tres dedos y los echamos en el agua hirviendo. Dejamos que se ablanden unos 6-8 minutos. Enseguida los sacamos a un bol con agua y hielo para cortar la cocción y mantener intacto su bonito color verde.

Lavamos las setas y las secamos bien. Las cortamos en tiras o en juliana. 

En una sartén calentamos un par de cucharadas de aceite de oliva Virgen Extra y añadimos los ajetes troceados y las setas. Salteamos a fuego vivo.

Añadimos los espárragos y dejamos cocinar todo unos 2 minutos. Agitando la sartén bien, sin miedo. NOTA: Aquí yo le añadí un poquito de salsa de soja para dar salinidad y un toque "distinto", el resultado es más que recomendable pero se puede suprimir, lógicamente. 

Batimos ligeramente los huevos en un bol - no vamos a hacer una tortilla - y salpimentamos (con cuidado, si le hemos añadido soja...) NOTA: Puedes añadir un poco de leche en este punto...

Apartamos la sartén del fuego y añadimos los huevos. Yo suelo ir mezclando bien todo con el calor residual y, esporádicamente, lo vuelvo a poner unos segundos al fuego según os guste más o menos cuajados. Pero por aquí nos van cremosos... 

Servimos enseguida en platos hondos individuales. Nos hacemos con un buen pan para mojar y a disfrutar de un plato a cámara rápida sano y extremadamente bueno. 

¡Que aproveche, hitchcookian@s! 

domingo, 18 de septiembre de 2016

SALTEADO DE PAVO Y ESPÁRRAGOS CON FIDEOS DE ARROZ (Receta Thai)

Esta sensacional receta thai proviene de la cocina de Kwan Homsai, de la que soy fan incondicional. Su sencillez y su originalidad me hacen pasearme muy a menudo por sus propuestas asiáticas para ir conociendo y realizando sus platos, adecuándolos a mis gustos y mi materia prima.

En esta ocasión "homenajeo" su salteado de pollo, sustituyéndolo por pavo. Es una receta de aprovechamiento para dar salida a ingredientes que pululen por tu nevera y que necesiten un destino justo. La salsa de Soja o la de Ostras son muy asequibles para el gran público a estas alturas, así que todo lo que rodea a esta receta es simple, rápido y altamente delicioso. 

Sin más, sólo me queda animaros a probar este gran plato a cámara rápida que seguro os saca de más de un apuro. Las prisas son malas, pero si nos obligan a preparar este tipo de recetas, entonces son nuestras mejores aliadas. ¡Mandiles arriba! 

Salteado de pavo y espárragos con fideos de arroz

Ingredientes (2 personas)
  • 300 grs de pechuga de pavo
  • 300 grs de espárragos trigueros 
  • 200 grs de fideos de arroz 
  • Cebolleta china
  • 2 dientes de ajo
  • 1 chile 
  • 1-2 cdas de salsa de Soja
  • 1 cda de Salsa de Ostras
  • 1 cdita de azúcar
  • 1 cdita de Maizena
  • Sal, pimienta blanca, aceite de girasol y un poco de agua
Tiempo
  • 10-15 minutos 

Empezamos troceando el pavo. Para ello - recomendación personal - es comprar una buena pechuga entera y trocearla en casa con un cuchillo bien afilado. Así nos garantizamos los trozos a nuestro gusto y podemos limpiarla sin problemas. Lleva más tiempo, pero con una copa de vino y música de fondo todo se hace más llevadero en la cocina... Los salpimentamos con sal y pimienta blanca y reservamos hasta que llegue su escena.


En un wok o sartén amplia, calentamos un poco de aceite de girasol y añadimos los dientes de ajo picados. Los dejamos que cojan color y saquen su aroma a relucir 1-2 minutos (que no se quemen).


Añadimos los trozos de pavo y los doramos bien por todas sus caras.


Incorporamos los espárragos trigueros (sin la base leñosa), la salsa de soja, la salsa de ostras y el azúcar y salteamos todo el conjunto unos 2-3 minutos a fuego vivo. Removiendo continuamente. 


Por último añadimos la Maicena disuelta en un poco de agua fría, removemos para mezclarlo todo bien y apagamos el fuego. Dejamos reposar mientras cocemos los fideos chinos en un cazo con agua hirviendo durante 4 minutos (o según lo que nos indique el gentil fabricante de turno)

Servimos los fideos chinos (ya colados) en la base del plato y añadimos el salteado de pavo y espárragos por encima. Por último (si te va la marcha) puedes añadir un poco de chile recién picado para dar caña al plato y al paladar. ¡Que aproveche, hitchcookian@s! 

Salteado de pavo y espárragos con fideos de arroz

lunes, 19 de octubre de 2015

RISOTTO VERDE CON ESPÁRRAGOS Y GUISANTES (¡Qué verde era mi valle!)


INGREDIENTES (2 personas)


160 grs de arroz Arborio o Carnaroli, 1 manojo de espárragos trigueros, 100 grs de guisantes (pueden ser congelados), 1 cebolla, 1 diente de ajo, Mantequilla, Aceite de Oliva,
Queso Parmesano, 1 litro de caldo de verduras



Para el caldo de verduras: 1 cebolla, 1 puerro, 1 apio, 1 manojo de perejil, 1 zanahoria,  pimiento verde, Sal y pimienta, 1 hoja de laurel, Tallos gruesos de los espárragos trigueros

Tiempo: 60 minutos
Película comparada: "¡Qué verde era mi valle!" (TRAS RECETA)

El caldo: todo casero

Una de las claves más importantes del rissoto es tener a mano un buen caldo casero. Es de lo más fácil de preparar y es vital tener siempre al alcance una preparación, el sabor que otorga es otra historia, porque tiene vuestro toque, vuestro mimo, vuestra materia prima...

Podemos preparar más cantidad de la necesaria para futuras elaboraciones y reservarla en la nevera. Y podemos usar tanto de verduras como de pollo, yo opté para este plato por la primera opción. 

Primero vamos a rehogar la cebolla y el puerro (cortados en brunoise o trocitos) en la olla con un poco de aceite. Cuando estén blandos añadimos el resto de las hortalizas y verduras (pimiento, apio, zanahoria, tallos de espárragos...) Rehogamos todo el conjunto unos 8 minutos a fuego moderado.

Incorporamos el agua (a temperatura ambiente, no caliente) y el perejil, el laurel, la sal y la pimienta. Dejamos cocer todo a fuego suave durante 30 minutos. Colamos y ya tenemos el caldo listo para usar.

El risotto: paso a paso

Lo más importante a tener en cuenta son dos cosas: que el arroz nunca quede demasiado seco ni esté demasiado húmedo para añadir otro poco de caldo caliente. Y es vital  ir removiendo continuamente, con calma, sin prisa, con mucho mimo, dejando que suelte todo el almidón.

En total serán unos 20 minutos de trabajo y trabajaremos siempre a fuego medio.


Para ahorrar tiempo, lo mejor es dejar todo preparado antes de tiempo, lo que se denomina en términos culinarios "mise en place" (o sea, "todo en su lugar") Cortamos la cebolla y el apio en brunoise, los tallos de los espárragos en trocitos (reservamos las yemas o puntas para más adelante), y pesamos el arroz y los guisantes. 

En una sartén amplia o en un rondón (olla baja) echamos unos 25 grs de mantequilla y un chorrito de Aceite de Oliva, para evitar que se queme. Vamos sofriendo la cebolla. Cuando esté blanda añadimos el apio troceado y seguimos rehogando sin dejar de remover.


Añadimos el arroz y damos unas vueltas para mezclarlo bien. Ahora es el momento de ir añadiendo el caldo caliente con ayuda de un cucharón. Vamos a ir despacio. 


Cuando ya tengamos lista una primera tanda es el momento de añadir nuestro "verde". Empezaremos con los guisantes (en mi caso congelados). Los incorporamos al conjunto y removemos. Vamos añadiendo otro par de tandas de caldo caliente. 


Después añadimos los tallos de los espárragos y seguimos removiendo y añadiendo caldo. Veremos que el arroz poco a poco va soltando almidón y absorbiendo el caldo, haciéndose más y más cremoso.

Por último, cuando queden unos 5 minutos de preparación, añadimos las yemas de los espárragos. Los añadimos al final ya que son muy delicadas, y si las echamos antes se romperían. 


Apagamos el fuego. Añadimos otro poco de mantequilla y queso Parmesano rallado. Removemos con cuidado para crear esa fantástica cremosidad. Espolvoreamos menta fresca picada y tapamos la olla. Dejamos reposar 5 minutos y servimos enseguida. 

Para emplatar usamos platos hondos y terminamos de coronar esta joya culinaria con un poco más de queso Parmesano rallado y un chorrito de un buen aceite de oliva Virgen Extra. ¡Que aproveche, hitchcookian@s! 


Película ideal para degustar este plato
HOW GREEN WAS MY VALLEY
("¡Qué verde era mi valle!" de John Ford - 1941) 


Hacía tiempo que no me dejaba caer por las tierras cinematográficas del maestro Ford. Y ya era hora de volver a visitarle, de analizarle, de saborearle, de volverme a fascinar con su extensa y magna filmografía. Está claro que la mayoría de cinéfilos conocemos las grandes epopeyas del oeste o dramáticas, pero hay ciertas piezas, tal vez menos conocidas para el gran público, que merecen (y mucho) visitar para conocer al genio. 

Viendo el nombre de la receta, su toque "verde" y su amalgama de ingredientes fusionados (casi como una familia unida) mi mente alocada y tremendamente clásica se fue de viaje a un pueblo minero de Gales. El escenario en el que Ford traslada el best-seller de Richard Llewellyn y lo convierte en todo un melodrama descomunal, plagado de imágenes poderosas, de humanidad, de emoción, de corazón abierto... "¡Qué verde era mi valle!" es todo un canto a los valores familiares a través de los ojos inocentes de un niño en tiempos convulsos. Tal vez una de sus más logradas obras. Y tiene un puñado de ellas.

John Ford ha tratado con todo tipo de géneros manteniendo siempre un nivel al alcance de muy pocos (o de casi nadie). No es raro verle el primero de la lista en "los mejores directores de la historia" (yo soy más de Hitch, por supuesto) y ese rango se lo ha ganado con un estilo propio y un concepto y una visión cinematográfica revolucionarios. Desde los dramas rurales como "Las uvas de la ira", pasando por los monumentales ejercicios del far-west como "Centauros del desierto" o la crepuscular "El hombre que mató a Liberty Valance" (puedes ver mis cine-recetas) hasta llegar a la comedia con  la deliciosa "El hombre tranquilo", Ford ha salido exitoso en todas sus empresas. En "¡Qué verde era mi valle!" se adentra en un melodrama familiar teñido de carbón. Una comunidad obrera y deprimida que se enfrenta al capitalismo mientras trata de mantener anexado todo su núcleo. Y Ford lo cuenta con una maestría, una sinceridad y una capacidad narrativa impresionantes. Una batalla atroz que emociona, que nos llena de esperanza, que nos humaniza en la butaca.

Nuestra receta encuentra su primer punto de conexión en el título. "¡Qué verde era mi valle!" hace alusión a lo que una vez fue esa comunidad minera. La felicidad y tranquilidad que se quebrantan al verse sucumbidos los derechos laborales y todo se tiñe de oscuridad, enfrentamientos, revolución...  Nuestra receta mantiene los elementos "verdes", es decir, de esperanza, de colorismo y vitalidad que una vez reinaron. Todas nuestras verduras y hortalizas simbolizan "qué verde fue su valle".

Pero vayamos más allá. La familia Morgan (una de las familias más entrañables de la historia del cine) comienza a ver sesgada su unión con la bajada de salarios en la mina y las diferentes opiniones entre padre e hijos sobre las medidas a tomar. Es como si ese manojo de espárragos trigueros (tan unido de inicio) se viese troceado por nuestro cuchillo capitalista y separado sin remisión. 

Y de pronto empieza a cocinarse la magia de Ford. Todos esos ingredientes apartados empiezan a juntarse en la cazuela de la sublevación. Guisantes, cebolla, apio, espárragos... son los habitantes de ese pueblo cargado de colectividad y tradición, que poco a poco - a fuego lento - se van reuniendo y conformando una comunidad todopoderosa contra el enemigo de la patronal. Y todo gracias a la mantequilla y el queso Parmesano o al espíritu de lucha, de salvaguardar los valores, de matar y morir por tus hijos, de defender tus derechos, como denominador común. 

Al final entendemos que esa cremosidad o untuosidad del risotto con todos los personajes fusionados. Esa montaña de arroz que se levanta orgullosa e indivisible. El paisaje de Gales termina dominado por los colores verdes que, a ojos del niño, representa el futuro esperanzador por el que familiares y vecinos dan la vida. Ford nos entregó una de sus películas más personales (sus recuerdos de la infancia en Irlanda están claramente representados), más emotivas (raro sería que no se te escapase una lagrimita), mejor narradas (consigue dotar de una complejidad maravillosa una historia aparentemente sencilla), con una ambientación espectacular y un elenco de actores en estado de gracia (Walter Pidgeon, Maureen O'hara, Donald Crisp, Roddy Macdowall...) 

Nuestra receta no conseguirá 5 Oscars como lo que obtuvo el film en 1941 (desbancando a la todopoderosa "Ciudadano Kane") pero ha tratado de homenajear una obra maestra al más puro estilo "fordiano", es decir, removiendo constantemente la cuchara o varita mágica para crear su propia historia mientras le echamos caldo caliente para ir aumentando la tensión en todo momento. Un ejercicio de cine-cocina que llamaremos con orgullo: "¡Qué verde era mi risotto!" 

viernes, 6 de marzo de 2015

REVUELTO DE TRIGUEROS, SETAS Y BACON (Cena#75)

La receta es bien simple, pero es tan socorrida y perfecta para las cenas, que se trata de darle nuestro toque personal e ir investigando nuevas mezclas. Desde los clásicos ajetes y gambas, pasando por algo más sofisticado como espinacas, gulas, jamón serrano, morcilla, cebolla caramelizada, pulpo, mejillones... Este recetón soporta casi todos los ingredientes, así que dejad que la nevera os nutra de buenas ideas. ¡Mandiles arriba!

INGREDIENTES (2 personas)
3-4 huevos
6 espárragos trigueros
200 grs de setas
100 grs de bacon
Sal, pimienta y aceite de oliva
Perejil fresco

Tiempo: 10 minutos

1. Cortamos el tallo (la parte más gruesa de la base) de los espárragos y troceamos.

2. Picamos el bacon y las setas (que estarán bien lavadas y secas)

3. Batimos los huevos en un bol con un pellizco de sal.

4. En una sartén con 2 cucharadas de aceite de oliva, vamos pochando los espárragos, el bacon y las setas durante unos 5 minutos. Salpimentamos al gusto. 

5. Añadimos los huevos batidos y removemos con rapidez. Apagamos enseguida el fuego y damos un par de vueltas para mezclar bien todos los ingredientes. Aquí la cosa va de gustos: más o menos cuajados. Yo soy de los de "poco hechos" pero ahí ya mandáis vosotros/as. 

6. Servimos en el momento y espolvoreamos perejil fresco picado.

No hay más. Tal vez, si acaso, agarrar un tenedor, partir un poco de buen pan y disfrutar, que es lo suyo. ¡Que aproveche, hitchcookianos!

jueves, 31 de julio de 2014

DORADA CON VINAGRETA DE TOMATE Y HIERBABUENA (Cena#49)

INGREDIENTES (2 personas)

2 filetes o lomos de dorada fresca
Sal, pimienta y Aceite de Oliva

Vinagreta de tomate y hierbabuena

2 tomates maduros
Un manojo de hierbabuena fresca
1 limón y su ralladura
Sal
Aceite de Oliva Virgen Extra

Para la guarnición

4-6 patatitas
1 manojo de espárragos trigueros
Sal, pimienta y aceite


Tiempo: 15 minutos

No todo van a ser ensaladas, ¿verdad? También nos podemos tirar a la piscina (o al mar, mejor dicho) para dar con una receta sana, fácil y extremadamente sabrosa inspirada en el maestro @bruno_oteiza. Nuestra cena a cámara rápida se deja seducir por una dorada (juro que me miró a los ojos en la pescadería y contoneó sus aletas para mí) pero vamos a darle una pequeña vuelta. Visto que el calor es el gran protagonista de hoy en día, vamos a sanear bien el plato con verduritas salteadas y a refrescarlo con una vinagreta sencillísima y de escándalo. Buen cartel, ¿eh? Pues a rodar se ha dicho. ¡Mandiles arriba!

1. Lo primero de todo es pedir a nuestro simpático pescadero (intuyo que lo es) que nos prepare bien la dorada en filetes para simplificarnos al máximo la tarea en casa. Luego ponemos a cocer las patatas en una olla con agua. Al ser pequeñas necesitarán poca cocción, comprobad que están hechas pinchando con un tenedor. Las sacamos y refrescamos.

2. Vamos preparando la vinagreta. Escaldamos los tomates (20 segundos en agua hirviendo), los pasamos a agua fría con hielo y los pelamos con cuidado. Los troceamos.

3. En un bol echamos los tomates y un buen manojo de hierbabuena picada. Añadimos sal, la ralladura de limón y el jugo y aceite de Oliva. Mezclamos y reservamos.


4. En una sartén con un poco de aceite vamos salteando los espárragos trigueros. Los míos eran bastante finos y no necesitaban mucho tiempo. Basta con conseguir ternura y un bonito color dorado por fuera. Sacamos y mantenemos en caliente.

5. Cogemos las patatas y las cortamos por la mitad. Las doramos 1 minuto en la sartén hasta que se "bronceen. Sacamos, les echamos sal gorda y reservamos.

6. Sólo queda el pescado, el gran protagonista. Salpimentamos los filetes por ambos lados y los freímos en una sartén con un poco de aceite. Con 2 minutos por cada lado servirá, a fuego medio-alto y siempre vigilantes de que se hagan bien por dentro. No conviene tocarlos mucho, hay dejarlos a su rollo, sin atosigarlos ni menearlos... 


7. Emplatado. Hacemos una cama con los espárragos y colocamos encima nuestro pescado bien doradito por fuera. En una esquina (o donde veáis) disponemos las patatas con una pizca de sal y un chorrito de aceite. Sobre el pescado vertemos un poco de nuestra espectacular vinagreta y listo. 

Un manjar sano, fácil y delicioso. ¡Que aproveche, hitchcookianos!