Mostrando entradas con la etiqueta Fish. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Fish. Mostrar todas las entradas

martes, 12 de marzo de 2019

TARTAR DE SALMÓN CON CAVIAR DE CARACOL

Mi buen amigo Carmelo de Hitcooking me hizo llegar una muestra de Caviar de Caracol (Barcelona Pearls, por si queréis meteros en su web, cosa que recomiendo efusivamente) para que lo catase, lo juzgase y lo manipulase a mi antojo en una receta propia. Dicho y hecho, o cocinado. Aquí la propuesta de un fantástico Tartar de salmón fresco con aguacate coronado mezclado con estas huevos de notas campestres. Un mar y montaña de manual. Un bocado exclusivo.

Debo señalar que este pequeño manjar llama la atención por su extrema suavidad y delicadeza. Me da que combina con bastantes platos puesto que resalta pero no aniquila lo sabores. Además, echando un ojo a su web, destacan por una infinidad de beneficios para la salud: proteínas, vitaminas, calcio, hierro, magnesio y tienen un bajo aporte en grasas. Parece mentira que algo tan pequeño, tenga unas propiedades nutritivas tan grandes. 

Os animo encarecidamente a que os dejéis seducir por este producto - es maravillosa la historia de la obtención de los huevos y su tratamiento - y catéis cosas nuevas, originales, divertidas, interesantes. Yo os dejo mi oferta pero que vuestra imaginación os gobierne y catapulte vuestras ideas acorde con vuestros gustos. De eso va esto. De comer bien, de divertirse en la cocina, de gozar masticando...

¡Mandiles arriba! 

INGREDIENTES (2 personas)

  • 250 g de salmón fresco
  • 1/2 aguacate maduro
  • 1/2 cebolleta 
  • 1 puñado de alcaparras 
  • 1 cda de Mostaza de Dijon
  • 1 chispazo de Salsa Perrins
  • 1 cda de Salsa de soja
  • Salsa Tabasco (opcional)
  • 1 limón
  • Sal, Aceite de Oliva Virgen Extra
  • 1 cda de Caviar de Caracol Barcelona Pearls
  • Salsa Pesto para pintar el plato (opcional)
Tiempo: 10 minutos + Tiempo del congelado del pescado

  1. Congelamos el pescado durante 48 horas para evitar sustos de anisakis. Pasado ese tiempo descongelamos de forma natural. Sin acelerar el proceso en el microondas ni pamplinas parecidas. 
  2. Limpiamos lo mejor que podamos los lomos del salmón de posibles espinas. Retiramos la piel (si es que la tiene) con un cuchillo bien afilado. Procedemos a cortar en taquitos el pescado. NOTA: Que se noten en boca, nada de picarlos y hacer un puré, son protagonistas del plato, así que tienen que estar a la vista. 
  3. Colocamos el pescado en un bol. Añadimos la mitad de un aguacate troceado. TRUCO: La otra mitad untarla con aceite de oliva, cubrir con film y a la nevera, así no se oxidará. 
  4. Picamos la cebolleta y las alcaparras y las mezclamos con el salmón y el aguacate.
  5. Turno de los líquidos: soja, salsa Perrins, un poco de Tabasco o Wasabi, limón exprimido y aceite de Oliva Virgen Extra. NOTA: Aquí todo depende de vuestro gusto, así que habrá que ir probando. Añadid sal si lo necesita, pero ojo con la soja... 
  6. Pintamos con un pincel de cocina el fondo del plato con un poco de salsa Pesto. Rellenamos un molde circular apretando bien para que el tartar coja bien la forma. Desmoldamos. Coronamos con una buena cucharada de Caviar de Caracol y una hojita de cilantro. 
  7. Por último regamos con un chorro de Aceite de Oliva Virgen Extra. Y listo. 
¡Que aproveche, hitchcookian@s! 



jueves, 25 de mayo de 2017

LOMO DE DORADA A LA PLANCHA Y GUISANTES CON JAMÓN

Como buen amante del pescado en prácticamente todas sus formas, nunca dejo pasar la oportunidad de "calzarme" una buena receta aprovechando las virtudes del mercado diario. En esta ocasión la pinta que tenía la dorada ha sido razón suficiente para hacerla protagonista de este plato a cámara rápida y tenderla gentilmente, a la espera de ser admirada y devorada.

Y como buen personaje protagonista debía estar secundado por una guarnición a la altura, y hete aquí que surgen estos guisantes con jamón para dar el toque campestre al plato. Es una receta muy fácil de hacer, que nos puede solucionar una comida o una cena y que sirve para aprovechar ingredientes que busquen un mejor destino que la nevera o el congelador.

Si sois fanáticos del pescado (que entiendo que sí, al menos la gran mayoría) no podéis dejar pasar esta receta. Y es que muchas veces... menos es mucho más. ¡Mandiles arriba! 


Ingredientes (2 personas)

  • 2 lomos de dorada 
  • Sal y pimienta negra molida
  • Aceite de Oliva Virgen Extra
Para los guisantes con jamón

  • 400 grs de guisantes (pueden ser congelados)
  • 50-60 grs de jamón serrano (en lascas medianas)
  • 1 cebolleta picada 
  • 2 dientes de ajo
  • 1 cdita de harina
  • 1/2 vaso de caldo de cocer los guisantes
  • Sal y pimienta negra molida
  • Aceite de Oliva
  • 4 espárragos (opcionales)
Tiempo: 20 minutos

Los guisantes a escena

Ponemos una cazuela con abundante agua a cocer. Añadimos los guisantes y los cocinamos durante 8 minutos (o lo que recomiende el gentil paquete de turno) Colamos y guardamos algo del caldo.

Por otro lado picamos el las lonchas de jamón en láminas medianas, queremos que se note su presencia física en el plato, no sólo en el sabor, sino también en la vista. Reservamos.

Picamos muy finamente los ajos y la cebolleta y los sofreímos en una sartén con un par de cucharadas de buen aceite de oliva. Durante 2-3 minutos.

Añadimos el jamón y enseguida la harina. Removemos bien y vertemos los guisantes. Otro meneo.

Por último incorporamos el caldo y dejamos cocinar 3-4 minutos, hasta que la salsa espese ligeramente.

La dorada protagonista

Secamos con papel de cocina los lomos y los salpimentamos por ambas caras.

Los cocinamos a la plancha en una sartén con un poco de aceite de oliva. Dependerá del grosor, pero unos 3 minutos por cada lado. Que se cocine bien por dentro y coja un bonito color dorado por fuera.

Servimos la dorada acompañada con la guarnición de guisantes con jamón y con unos buenos espárragos para dar un toque de frescor. ¡Que aproveche, hitchcookian@s!

martes, 5 de julio de 2016

UNIVERSO ASALMONADO: Grandes recetas de salmón

Ay, el salmón. Tal vez mi pescado favorito (sin querer menospreciar a todo el elenco de fantásticos seres que deambulan por el mar) Pero lo cierto es que tiene algo que le hace especial: la variedad de técnicas que se pueden emplear para sacarle partido. Amén de un sabor increíble, una ristra de beneficios nutricionales importante y una gran versatilidad en la combinación de ingredientes.

El salmón es un pescado azul cuya grasa es muy saludable (aunque conviene evitar freírlo para que no pierda sus propiedades esenciales) y rica en ácidos Omega-3, que ayudan a cuidar el corazón y a disminuir los niveles tensión arterial. Protegen de apoplejías y cardiopatía y es un gran aliado para reducir el colesterol alto. No está mal...

Gastronómicamente hablando, nos encontramos con infinidad de platos y técnicas para cocinar el salmón: marinado, ahumado, a la plancha, en papillote, asado, al vapor, como relleno, como plato único, como bocado de aperitivo, como gelatina, en bocadillo, en un plato de pasta... 

Como veis tiene un sinfín de posibilidades para no quedarnos en los clásicos y sorprender a los comensales con recetas magníficas y muy sencillas de preparar. Aquí os dejo este Universo de amigos bloggers para vuestro deleite. Que lo disfrutéis y ¡mandiles arriba! 


Comenzamos surcando el gran azul con Picoteando Ideas y su propuesta de Calabacín Gratinado con Salmón. Una mezcla de mar y tierra (o huerto) de lo más sugerente y sencilla de preparar. Tiempo mínimo, máximo resultado, donde el horno le echa una mano para dar el toque final y luego redondea la jugada con una salsa de teriyaki, miel, aceite y vinagre. ¡Qué combinación! 


Entre 3 fogones nos muestra una técnica culinaria de lo más socorrida: el marinado. Y lo usa para mostrarnos este bocado (tan emblemático y personal para ella) de Salmón Marinado al Eneldo. Para el proceso se vale de sal gorda, azúcar y "sumerge" el pescado bien limpio para luego dejarlo reposar 24 horas en nevera. El aceite de oliva y el eneldo fresco completan esta delicia.


Las recetas fáciles de María nos catapultan a otra dimensión de este pescado con su Gelatina de Vino Blanco para Pastel Frío de Salmón. Por un lado prepara un fantástico pastel de salmón con gelatina,  pan de molde, crema de leche, gambas, zanahorias... Luego se sustenta de un buen fumet de pescado y corona la cima con una gelatina de vino blanco. Un espectáculo para la vista y el paladar.


Ahora vamos a una rodaja de pescado y a vestirla gracias a La cocina de Masito y su Salmón con Salsa de naranja, yogur y romero. Una estupenda propuesta y muy sencilla para potenciar el sabor del pescado y darle unos aromas de cítricos y hierbas. Bastará con ir reduciendo la salsa hasta obtener una consistencia espesa mientras se cocina nuestro protagonista. Una mezcla de éxito.


La pasta encuentra en Dulce de Limón su mejor aliado y su oferta de Macarrones con salmón al horno. Una receta de lo más socorrida donde el pescado se ve secundado de verduras variadas: espárragos, ajetes, cebolla... Se mezclan con vino blanco y leche evaporada y se introduce la pasta con la salsa en el horno para terminar el viaje. El resultado salta a la vista: de vicio.


No podían faltar los rellenos y aquí Olor a Hierbabuena tiene algo que decir. Nos trae unas sensacionales Berenjenas Rellenas de Salmón y Langostinos aderezadas con una bechamel casera. Cuece las berenjenas en el microondas y luego trabaja todo el proceso en Thermomix para lograr obtener un bocado de lo más tentador y marítimo. Un plato fantástico y muy bien ejecutado.


Y por último el menda. Para la ocasión os traigo unos Solomillo de Salmón con salsa de Mostaza y Alcaparras. Una forma original de dar al pescado un recubrimiento distinto. En mi caso las alcaparras y la mostaza otorgan un sabor especial, y añado toques de jengibre, ajo y eneldo fresco para resaltar todos los aromas. Es muy fácil de preparar con el paso a paso que os dejo explicado.


Aquí concluye este viaje por el universo asalmonado. Una variedad de recetas muy asequibles y divertidas de ejecutar para los amantes de este popular y sensacional pescado. Ahora os toca a vosotros poner en práctica este abanico de ideas...

Puedes seguirme en Facebook o Twitter.

lunes, 27 de junio de 2016

SALMÓN ASADO AL ESTILO CAJÚN

SALMÓN ASADO AL ESTILO CAJÚN

Un lunes sin carne más llega a nuestras cocinas. Y por aquí vamos a sacarle todo el partido posible a unas buenas rodajas de salmón "napándolas" (o cubriéndolas) con una sensacional mezcla de especias Cajún que llenará de aromas toda la casa. 

Este condimento resulta de lo más sabroso y agradable al paladar. Un buen surtido de especias se dan cita en este amasijo de fragancias (cebolla, pimentón, comino, ajo en polvo, orégano, mostaza, chile, pimienta, tomillo...) pero yo me hice con una buena bolsa en Pepita & Grano. Una tienda especializada en productos a granel sensacional, muy vistosa y altamente recomendable para visitar y perderse. 

La mezcla Cajún aromatiza los platos de una manera sana (de hecho es muy recomendable para las dietas) y les otorga una potencia en boca maravillosa. Combina muy bien con carnes y pescados, es fácil de preparar en casa y nos ofrece un sinfín de sensaciones. Si eres amante de las especias - como yo - aquí tienes una opción estupenda para salirte de la rutina y darte un paseo por el sur de Estados Unidos sin salir de tu comedor. ¡Mandiles arriba! 

SALMÓN ASADO AL ESTILO CAJÚN

Ingredientes (2 personas)

  • 2 rodajas de salmón fresco
  • Mezcla de especias Cajún de Pepita & Grano
  • 30-40 ml de Aceite de Oliva Virgen Extra
  • 1 cda de vinagre de manzana
  • Cilantro fresco picado
Para la guarnición

  • 400 grs de guisantes 
  • 8 patatitas cocidas
  • 2-3 dientes de ajo
  • Sal y Aceite de oliva
  • Agua
Tiempo
  • 30 minutos



Pelamos las patatas y las ponemos a cocer en agua fría. Subimos el fuego y dejamos hervir - sin borbotones - durante 20 minutos, o hasta que veamos que están tiernas. Sacamos y reservamos.

Cocemos los guisantes según nos dicte el gentil fabricante. Colamos y reservamos. 

Ponemos aceite en una sartén y añadimos los dientes de ajo laminados. Podéis usar una mandolina para cortarlos pero con extremo cuidado de no llevaros la huella dactilar. Añadimos los guisantes y las patatitas y salpimentamos al gusto. Salteamos dos minutos y listo.

Precalentamos el horno a 220º con calor arriba y abajo.

En un bol echamos 4 cucharadas de mezcla de especias Cajún. Incorporamos 1 cda de vinagre de manzana o sidra, y el Aceite de Oliva Virgen Extra. Mezclamos bien hasta obtener una pasta homogénea. Salpimentamos el salmón por ambas caras y lo napamos con la mezcla cajún. 

Metemos en el horno unos 15 minutos (dependerá del grosor de la pieza). 

Servimos las rodajas de salmón ahumado con un poco de cilantro fresco picado y acompañamos con la guarnición de guisantes y patatas. ¡Que aproveche, hitchcookian@s! 


SALMÓN ASADO AL ESTILO CAJÚN
Opción de presentación del salmón al estilo Cajún

viernes, 10 de junio de 2016

BONITO ENCEBOLLADO (El viejo y el mar)

Hoy nos vamos a echar a la mar para cocinar este Bonito Encebollado. Un plato maravilloso, muy socorrido, y que saca las mejores virtudes interpretativas de un pescado magistral.

La clave de la receta radica en la calma. Nosotros vamos a faenar sin prisa, pochando la cebolla a fuego lento, mimando cada ingrediente, vigilantes de su textura. Como la película comparada es "El viejo y el mar" seguiremos sus pesquisas de tranquilidad y reflexión para conseguir un resultado espléndido, sin sobrecocinar el tunido y dejando que el tiempo sea nuestro mejor aliado.

Pimienta en grano, laurel, vino blanco, terminarán por redondear esta gran adaptación de un clásico. Un bocado sensacional para cualquier ocasión. El bonito además está de temporada, así que tendremos entre las manos un éxito asegurado. ¡Mandiles arriba!

BONITO ENCEBOLLADO

Ingredientes (2 personas)
  • 400 grs de bonito fresco (unas dos rodajas hermosas)
  • 2 cebollas grandes (o 3 medianas)
  • 2 dientes de ajo
  • 2 hojas de laurel
  • 10 granos de pimienta
  • 1 copa de Jerez seco
  • 1 cda de harina
  • Sal y Aceite de Oliva
Tiempo
  • 60 minutos
Película comparada
  • "El viejo y el mar" (John Sturges, 1958) 

Lo primero de todo será pochar a fuego lento las cebollas. Es una parte importante del proceso el que se vayan ablandando a ritmo suave, sin prisa... Para ello pelamos las cebollas y las cortamos en juliana (en tiras largas) TRUCO: No retires el "pelo" de la cebolla. Te servirá de guía y de sujeción a la hora de trocear la cebolla. 

Ponemos una sartén al fuego con 4-5 cucharadas de aceite de oliva. Añadimos la cebolla, las hojas de laurel, los granos de pimienta y un poco de sal. Dejamos pochar durante 40-50 minutos, es decir, hasta que estén tiernas-tiernas.



Añadimos la cucharada de harina y mezclamos bien. Seguidamente incorporamos la copa de Jerez y un poquito de agua.


Salamos ligeramente los tacos de bonito y los hundimos en la cebolla pochada. Dejamos que se cocinen unos 7-8 minutos. 


Servimos el bonito encebollado en una cazuela de barro - que le da un toque de autenticidad chulo -y decoramos con las hojas de laurel y listo. ¡Que aproveche, hitchcookian@s! 


Película ideal para degustar este plato
"THE OLD MAN AND THE SEA"
("El viejo y el mar" de John Sturges, 1958)

Volvemos a sumergirnos en ambientes marítimos y culinarios. Ya son unas cuantas las comparaciones de recetas con grandes epopeyas marinas ("Moby Dick", "Capitanes intrépidos", "Náufragos"...) pero también debe existir - y así haré que sea - hueco para obras intimistas, sencillas en apariencia pero con un profundo trasfondo de personajes. Ahí emerge "El viejo y el mar".

Este drama marino es una genial muestra de las "buenas adaptaciones" de grandes novelas. La epopeya intimista que ideó en su momento Ernst Hemingway, encuentra un maravilloso traslado cinematográfico gracias a la pericia y sobriedad narrativa del magnífico John Sturges.

Sturges siempre fue uno de mis directores más admirados. Gracias a él pude disfrutar de joyas monumentales como: "La gran evasión", "Los siete magníficos", "El último tren de Gun Hill", "Duelo de titanes" o "Conspiración de silencio". Un artesano de los de toda la vida con una depurada técnica y un estilo nítido. Tras años dedicándose a la ejecución de westerns, decide frenar en seco y llevar a cabo "El viejo y el mar". Una pausada alegoría humana, que nada tiene que ver con su estilo. Y que, a la postre, resultaría una de sus obras más meditadas. Parecía como si estuviese cogiendo fuerzas para afrontar la década de los 60, donde desataría su cólera visual y alcanzaría dos de sus mayores éxitos y ya iconos de la cinematografía universal: "La gran evasión" y "Los siete magníficos".

La historia nos cuenta la vida de Santiago, un humilde pescador portugués que lleva semanas sin pescar un solo pez. Papel que corre a cuenta y gloria de un enorme Spencer Tracy (nota curiosa: 20 años antes interpretó también a un joven pescador luso, Manuel, en la célebre "Capitanes intrépidos") A partir de ahí surge una amistad con un joven ansioso de conocimientos marinos y una odisea por la captura de un pez casi imposible. Todo elementos humanos, de deseos, de sueños, de superaciones, de luchas, de combatir el destino... a través de los ojos de un anciano y carismático lobo de mar.

Nuestra receta se plantea como un plato de fragancias marítimas, dominado por la omnipresencia del bonito como protagonista absoluto. Santiago cobra el aspecto de un tunido. Lo cual tampoco es del todo extraño, ya que su vida entera ha estado ligado al mar y poco a poco se ha ido metamorfoseando en una más de sus criaturas. Sobre el agua, sí, pero conocedor total de los misterios y peligros que entraña el gran azul.

"El viejo y el mar" es una obra que ahonda en la bondad humana, en la esperanza y en la batalla de un hombre contra la naturaleza. Su barcaza o plato de barro es el elemento físico que delimita su pequeño mundo dentro de la inmensidad marina. La cebolla empieza a pocharse muy lentamente, como una metáfora del paso de los años, de las frustraciones y lamentos. Se va reblandeciendo su cuerpo hasta hacerlo anciano, flácido y maleable. 

El bonito, o sea Santiago, se nos muestra terso y firme como lo era su inicial ambición: la captura de un pez épico. En cuanto se cocina dentro de esa maraña de cebolla plagada de emociones y sentimientos enfrentados, va perdiendo su color natural, se recrudece, se frustra, se tuesta con el calor del fuego o del asfixiante sol que le fustiga desde las alturas. 

Los granos de pimienta negra, el laurel y el vino blanco otorgan esa dosis de potencia y amargura que tiene en sí la cruzada de Santiago. Muchos sentimientos se entrecruzan en el monólogo de Tracy, en su soledad. Violencia, rabia, cansancio... hacen mella en sus arrugado rostro, que se va cuarteando - como el bonito en la sartén - a medida que ve que va perdiendo el combate. Que gana la Naturaleza, la misma que le dio la vida ahora se la está quitando. Al menos, mentalmente. 

Y con todo, vemos un resultado final en el emplatado lleno de colorismo - maravillosa la fotografía - y vitalidad. Reluce el bonito cubierto de sus propias emociones cebollescas. Navegando en su bote de barro por la inmensidad del mar.  Ya no es un bocado limpio de bonito, tras su odisea nuevos aromas y texturas copan su sabor. Y esa es la metáfora de la película: la humana frustración, la lucha en vano, la ambición rota, la sumisión ante lo inevitable. 

Puede que "El viejo y el mar" adolezca de cierta teatralidad y abuse en ciertas ocasiones de voces en off (adaptar eso del libro no debió ser tarea fácil) pero resulta un agradable y más que digno homenaje a una novela ejemplar. Nuestro Bonito Encebollado es un viejo plato en un mar culinario. Una gran interpretación de un pescado que, como Tracy, fue capaz de moldearse a cualquier género o cocinado. Ahora nos toca a nosotros sumergirnos en las palabras de Hemingway, en la voz de un actor único y en una dirección milimétrica. Coged los remos, nos echamos a la mar....

Podéis seguirme en Facebook o Twitter

martes, 3 de mayo de 2016

TRUCHA AL HORNO CON COSTRA DE VERDURAS Y PARMESANO (Delicia de mar y huerto)


Amantes del pescado en general y de la trucha en concreto, estáis de enhorabuena. Esta receta es un auténtico lujo que os llevará muy poco tiempo preparar y os aseguro que es una delicia. Un plato de pescado rápido, divertido y que fantasea con diferentes texturas en boca.

Lo único que vamos a necesitar es tener el horno a punto, que es el protagonista de la cocción. Más allá se abre un universo de sabores, aromas, colores... todo un tarro de esencias mediterráneas y saludables para dotar a una solitaria trucha de una vistosidad y jugosidad incomparable. Todo un juego de mar y huerta en la mesa.

Ni qué decir tiene que los elementos de la receta corren a vuestro gusto. Yo os planteo aquí una opción para que cojáis ideas y os soltéis la melena en la cocina. ¡Mandiles arriba! 




Ingredientes (2 personas)
  • 2 filetes de trucha
  • 2 patatas medianas 
  • 1 cebolla morada
  • 1 zanahoria
  • Alcaparras 
  • 1 tomate 
  • 1 bulbo de hinojo 
  • 1 limón 
  • Perejil fresco picado
  • Pan rallado 
  • Queso Parmesano rallado 
  • Sal, pimienta negra y Aceite de Oliva
Tiempo
  • 20 minutos

Lo primero de todo es blanquear las patatas laminadas. Puedes sacar las rodajas finas a cuchillo o con ayuda de una mandolina, teniendo extremo cuidado para no tener accidentes sangrantes. Blanquear es una técnica culinaria que consiste en una semi-cocción de algunos alimentos que luego terminarán de hacerse en otro proceso de cocción más largo (asado, braseado...) 

En una bandeja extendemos papel de horno y echamos un poco de aceite de oliva. Vamos disponiendo las patatas (a modo de repartir naipes de una baraja) por la superficie. Salpimentamos y regamos con otro poco de aceite. Metemos al horno a 200º y dejamos que vaya cogiendo un punto crujiente mientras seguimos con la receta. 


En un bol amplio añadimos la cebolla, la zanahoria, las alcaparras, el tomate y el hinojo. Todo picado muy finamente. Añadimos el zumo de un limón, sal y pimienta al gusto y 2 cucharadas de aceite de oliva. Mezclamos todo bien. Probamos y reservamos. 

Por otro lado mezclamos en un bol el pan rallado, el Parmesano rallado, el perejil picado y un chorrito de Aceite de oliva. NOTA: Si os sobra, podéis reutilizar esa mezcla para rebozados o para albóndigas. Aquí no se tira nada nunca...  

Sacamos las patatas del horno. Colocamos sobre ellas los filetes de trucha ligeramente salpimentados. Vamos a "napar" o cubrir con la mezcla de verduras el pescado. 


Introducimos en el horno de nuevo unos 3-4 minutos.

Por último volvemos a sacar la bandeja y espolvoreamos una cantidad generosa de nuestro pan rallado aromatizado con Parmesano. Volvemos a meter al horno durante 1 minuto. Lo suficiente para que coja color y crocante, no queremos sobre-cocinar el pescado. 

Para emplatar servimos los filetes de trucha y rociamos un poco más de limón y de aceite de oliva por encima. Decoramos con unas hojas frescas de perejil y listo. ¡Que aproveche, hitchookian@s! 

jueves, 31 de marzo de 2016

SOLOMILLOS DE SALMÓN CON SALSA DE MOSTAZA Y ALCAPARRAS

Amantes del salmón, hoy os traigo una nueva receta vertiginosa con este fantástico pescado azul.  En el blog he realizado multitud (ya serán menos) de platos con salmón. Y no es de extrañar, puesto que se trata de un alimento agradecido como él solo y que se puede combinar y cocinar de docenas de formas diferentes: al vapor, al horno, a la plancha, en papillote, guisado, en ceviche, en tartar... 

Rico en ácidos grasos de Omega 3, el salmón es un personaje protagonista en toda regla, sólo hace falta animarle o secundarle con una buena guarnición, un buen marinado, o como en este caso, de una sabrosa salsa. Aquí las alcaparras y la mostaza cobran protagonismo y se hacen con el poder. La mezcla casa a la perfección y logran que nuestro pez estrella catapulte su sabor hasta límites sólo conocidos por aquellos que tengan la suerte de probarlo. Poco más que añadir, si quieres una cena sorprendente, aquí tienes una opción. ¡Mandiles arriba! 

SOLOMILLOS DE SALMÓN CON SALSA DE MOSTAZA Y ALCAPARRAS
Ingredientes (2 personas)
  • 4 solomillos de salmón (scallopinis) 
  • Sal, pimienta negra y aceite de oliva
  • Boruja, lechuga, espinacas... (para la guarnición) 
Para la salsa
  • 1 cebolleta y 1 diente de ajo
  • 1 trocito de jengibre fresco 
  • Vino blanco
  • 2 cdas de alcaparras 
  • Leche evaporada (1 vaso)
  • 1 cda de Mostaza de Dijon
  • Caldo de pollo o verduras (1/2 vaso)
  • Eneldo fresco
  • Sal, pimienta negra molida y aceite de oliva 
Tiempo
  • 15 minutos


El salmón

Salpimentamos el salmón por ambas caras. Ponemos a calentar una sartén con un poquito de aceite (sin pasarnos, que el salmón es bastante graso) y hacemos el pescado. NOTA: Yo suelo calentar a fuego fuerte la sartén, luego lo bajo a la mitad y añado el salmón. La cosa está en que nos quede "medio hecho", dorado por fuera y rosadito por dentro. Con unos 3-4 minutos por cada lado bastará.

La salsa

Mientras el pescado lleva su ritmo nosotros vamos a darle caña a la salsa. Ponemos otra sartén al fuego con un par de cucharadas de aceite y añadimos la cebolleta y el diente de ajo picados. Sofreímos 1 minuto y añadimos el jengibre fresco picado. 


Luego incorporamos el vino blanco, un "toque" de caldo de verduras o de pollo y la leche evaporada. Salpimentamos y dejamos cocer a fuego vivo 2 minutos para que coja cuerpo. 




Por último añadimos las alcaparras, la cucharada de Mostaza de Dijon y el eneldo fresco. Removemos bien para mezclar los sabores y apartamos del fuego. 

Sólo nos queda emplatar esta joya marítima. Disponemos los solomillos de pescado en el plato, regamos (trazando una línea perpendicular) con la salsa por encima y terminamos con una ensalada de boruja aliñada con sal, limón, pimienta blanca y aceite de oliva.

NOTA: Si quieres dar una nota de color al plato, puedes tostar una rodaja de limón en la sartén del pescado hasta que quede doradita. ¡Que aproveche, hitchcookian@s! 

Puedes seguirme en mi Facebook o en Twitter

domingo, 7 de febrero de 2016

PESCADILLA AL VAPOR CON PISTO Y ROMANESCU


Hoy os propongo un plato a cámara rápida de lo más sano y cargado de elementos beneficiosos para la salud. Vamos a juntar en el mismo escenario un pescado blanco como la pescadilla con un puñado de verduras y un Romanescu al vapor, y así nos eliminamos de grasas extras.

Todos los protagonistas de esta vertiginosa receta tienen sus propiedades nutricionales. La pescadilla posee altos niveles vitamínicos y energéticos. Además suele ser bastante asequible para el bolsillo y muy agradecida de preparar con diversas técnicas: rellena, al horno, plancha... Eso sí, CONVIENE CONGELARLA previamente para evitar sustos en forma de anisakis

El Romanescu por su parte es una crucífera (como lo son el brócoli, el nabo, la coliflor...) de aspecto psicodélico y plagada de beneficios: es diurética, anticancerígena, anticolesterol... Conviene tomarla lo más cruda posible para aprovechar todas sus propiedades. Aunque, lógicamente, cada paladar es un mundo y el vuestro es el que manda. 

Como veis el plato de hoy es un tesoro para la salud. Rápido, eficaz, con muchas texturas y especialmente apropiado para sortear los excesos del fin de semana. ¡Mandiles arriba!

Ingredientes (4 personas)
  • 1 pescadilla de 1 kg en rodajas
  • 1 puerro
  • 1 cebolla
  • 1 romanescu
  • Sal y pimienta negra
  • Eneldo fresco
Para el pisto
  • 1 cebolla grande
  • Pimiento rojo y amarillo
  • 1 calabacín 
  • 2 dientes de ajo
  • 1 rama de apio
  • 2 tomates maduros 
  • Aceite de oliva
  • Sal y pimienta negra
Tiempo
  • 20 minutos
Preparamos el pisto. Para ello lavamos bien y troceamos todas las verduras y hortalizas en brunoise.
Ponemos un poco de aceite a calentar en una sartén y vamos a ir pochando a fuego medio con la tapadera puesta para que vayan sudando. Habrá que ir removiendo de vez en cuando para que se hagan bien, con mimo, sin prisa...

En una olla añadimos agua, unos granos de pimienta y la cebolla y el puerro troceado. Colocamos los ramilletes del romancescu en una vaporera y dejamos cocinar unos 5-7 minutos. Sacamos enseguida a un bol con agua y hielo. Así nos quedará crujiente.

NOTA: Si no tienes vaporera puedes hervir de manera tradicional el romancescu y el pescado. 

En esa misma olla vamos a cocinar nuestro pescado. Sazonamos la pescadilla y la hacemos al vapor durante 5 minutos. 

Cuando el pisto esté bien pochado ya tendremos todos los ingredientes listos para emplatar. 

Disponemos el pisto con gracia sobre el plato - por ejemplo cruzando de esquina a esquina como en mi caso - y colocamos las rodajas de pescadilla encima, coronando la cima. Decoramos con los "árboles" de color lima, extraños y orgullosos del romancescu y un poco de eneldo

Por último le damos un "chispazo" de aceite de oliva Virgen Extra por encima y listo. Nuestro plato a cámara rápida está preparado para ser devorado. ¡Que aproveche, hitchcookian@s! 

miércoles, 16 de septiembre de 2015

TAQUITOS DE ATÚN SOBRE CAMA DE VERDURAS

Cena a cámara rápida en camino. En esta ocasión vamos a secundar a la gran estrella protagonista (el atún) con un surtido de personajes secundarios sanos y variopintos: verduras. La clave de este plato está en la exacta textura del atún, para que se deshaga en el paladar y en aliñar bien el acompañamiento. De esa forma tendremos en cada bocado todo un universo de matices y crujientes. Se trata de una receta muy completa y altamente digestiva para alegrar las cenas, que sé que son momentos de pereza culinaria y aquí pretendemos motivarte: por la vista y, sobre todo, por el gusto. ¡Mandiles arriba!

Ingredientes (2 personas)

2 lomos de atún fresco
Tomatitos cherry variados
1 manojo de espárragos trigueros
1-2 zanahorias
1 puerro (parte blanca)
1 cebolleta
1-2 dientes de ajo
Jengibre fresco
Sésamo (Ajonjolí)
Aceite de sésamo (o de Oliva)
Sal y pimienta negra
Salsa de soja (opcional)

Tiempo: 15 minutos





El salteado de verduras

Lo primero de todo es dejarnos toda "la materia prima" lista para salir a escena. Así ahorramos tiempo, que de eso se trata.

Lavamos los tomatitos cherry los cortamos por la mitad.

Cortamos la base de los espárragos verdes (que es más leñosa) y los troceamos en tres partes.

Picamos en juliana la cebolleta. Picamos muy finos los ajos y el jengibre. NOTA: Recuerda que para pelar con comodidad el jengibre la mejor técnica es utilizar una cucharilla de café y raspar la corteza. 

Pelamos las zanahorias, las lavamos y secamos, y las troceamos en tiras finas. Con todos los personajes secundarios listos, vamos a poner la cámara a rodar o la sartén a calentar.

Para ellos calentamos aceite de sésamo (o de oliva, si no tienes) en un wok o sartén. NOTA: Mejor añadir el ajo con el aceite aún frío, cuando se dore añadimos la cebolla y así evitamos que se queme.


Vamos incorporando las verduras, las salteamos a fuego vivo removiendo constantemente. Salpimentamos al gusto, o si lo prefieres, añade un poco de Salsa de soja como sazonador.

El atún.

Puedes marinar el atún previamente (aquí te dejo una RECETA) pero esto va de cocinar rápido, así que lo salpimentamos por ambas caras. Ponemos una plancha a calentar con un poquito de aceite. Cuando esté caliente añadimos los lomos de atún y los cocinamos 1 minuto por cada lado. Queremos conseguir una corteza por fuera pero que el interior nos quede sonrosado. Es el efecto buscado...



Lo sacamos y lo troceamos en taquitos, para que el primer impacto visual sea el interior maravilloso del nuestra estrella protagonista. 

Emplatamos. Colocamos una cama de verduras salteadas en el plato y encima disponemos unos taquitos de atún, así, con gracia, que sé que la tenéis. Espolvoreamos un poco de sésamo negro por encima y podemos acompañar de un cuenco con salsa de soja o teriyaki. ¡Que aproveche, hichcookian@s! 


lunes, 27 de julio de 2015

DORADA EN SARTÉN CON AJITOS Y TOMATE (La mujer pirata)

Volvemos a los fogones con energías recuperadas e ideas en la sesera. Para la reentrada en la órbita culinaria vamos a preparar una fantástica dorada (aunque podría servirnos una lubina perfectamente) con una salsita de lo más sencilla y sabrosa. Elementos frescos y que combinan a la perfección para secundar a esta actriz del mar en un peliculón que se rueda en poco tiempo y que se devora en menos aún. Tiempos marítimos, tiempos de cocinar. ¡Mandiles arriba!

DORADA EN SARTÉN CON AJITOS Y TOMATE
INGREDIENTES (2 personas)
2 doradas limpias
8-10 tomatitos cherry
3-4 dientes de ajo
Perejil fresco
Cayena (opcional)
1/2 vaso de agua
Sal, pimienta y Aceite de Oliva
Pan tostado (para acompañar)

Tiempo: 15 minutos

Película comparada: "La mujer pirata" (Tras receta)

Lo fundamental, en la mayoría de casos, es la materia prima. Así que vamos a hacernos con los servicios de un simpático pescadero y que nos seleccione dos buenas piezas. Que nos las limpie bien y que nos deje a nosotros la parte creativa.

Ingredientes preparados para la creación...
Nos metemos en faena. Colocamos una sartén al fuego con un poco de aceite de oliva. A fuego medio-alto. Depositamos con cuidado las dos doradas y dejamos que se tuesten ligeramente. Salpimentamos al gusto... 


Añadimos los ajos troceados (en trozos grandes) y dejamos que se cocinen. NOTA: En este punto podemos añadir una cayena o chili picado. Damos la vuelta al pescado e incorporamos los tomatitos cherry partidos por la mitad y el perejil fresco.


Vertemos medio vaso de agua y tapamos la sartén. Dejamos cocer todo el conjunto unos 5 minutos, hasta que el pescado se haga bien y la salsa espese. NOTA: Podéis introducir un cuchillo en la carne del pescado para ver si está al punto una vez pasado el tiempo de cocinado.

En el tiempo que lleve hacerse el pescado lo aprovechamos para tostar en una sartén unas rebanadas de pan (chapata pequeña en mi caso) con un poquito de aceite de oliva Virgen Extra.

Ya sólo nos queda emplatar esta joya marítima. Servimos la pieza de pescado en un plato grande, rociamos con la salsa y acompañamos con el pan tostado. ¡Que aproveche, hitchcookian@s!


Película ideal para degustar este plato
LA MUJER PIRATA
("Anne of the Indies" de Jacques Tourneur, 1951)

Puede que muchos/as no os hayáis dejado caer por esta superproducción épica. En esta chifladura cine-culinaria intento no sólo servir buenas recetas en la mesa sino también sembrar la curiosidad cinéfila por grandes obras del séptimo arte. De esa forma surgen piezas tan poderosas como desconocidas para el gran público a las que hay que prestar atención y no dejarlas escapar.

Como en esta ocasión la cosa huele a mar y su protagonista absoluta es una mujer, mi mente alocada ha encontrado en "La mujer pirata" el espejo ideal para la comparación.

Película de aventuras en toda regla. Una epopeya pirata que conjuga los grandes elementos del género: drama, acción y romance. "La mujer pirata" es un entretenimiento puro, contundente y original, intensa y emocionante. Tiene todos los ingredientes para atarnos al palo mayor y dejarnos atónitos con un espectáculo cinematográfico de una altura inusitada.

No es de extrañar que englobe tantos elogios, puesto que tras la cámara se encuentra el genial Jacques Tourneur. Un artesano francés afincando en Hollywood, que sacó a la luz piezas de renombre como "Regreso al pasado", "Yo anduve con un zombie", "La mujer pantera" o la maravillosa obra que veía una y otra vez en mi infancia "El halcón y la flecha". En esta incursión en el cine de aventuras, se lanza por primera vez al color, y tiñe la pantalla de una maravillosa paleta que no hace otra cosa sino engrandecer la historia y vestirla de un toque onírico magnífico. No hay más que fijarse en los cielos, en el color del océano...

Su cámara se muestra certera y directa a la hora de narrar la acción y las andanzas de Anne (Jean Peters). Una bucanera, cuyo padre adoptivo Barbanegra, le ha educado entre la calaña marinera. Lejos de mostrarnos una heroína a la usanza, Tourneur plasma una figura femenina llena de crudeza, de tosquedad y ansias de venganza. Su odio hacia los ingleses por matar a su hermano, será el motor de revancha que moverá a esta inusitada protagonista por los mares más violentos.

Nuestra receta tiene como elemento fundamental la dorada, que aquí nos hace las veces de "mujer pirata". Y su protagonismo en el plato es total. Sobre sus espaldas (o espina dorsal) se sustenta todo el desarrollo de la historia-receta y su presencia en todo el proceso es absoluta. Desde la preparación, el cocinado y la presentación. En ningún momento sale de escena, como Anne.

Su apariencia inicial no da grandes muestras de sus verdaderas intenciones. Sólo a medida que la venganza se va haciendo más latente y su rabia crece a fuerza de introducir elementos: la traición amorosa, la muerte del hermano... que en nuestra alocada mente se simbolizan como el ajo, el tomate, el perejil. Ingredientes vitales que van bañando a la protagonista, impregnándola de motivaciones y de deseos por acabar con el enemigo común.

La cocción lenta de los jugos que suelta el propio mar (o el pescado) van hirviendo la sangre en sus venas, hasta que finalmente se ve preparada realmente para llevar a cabo su cruel cometido. Un cocinado vital, que nos conduce a bordo de un barco de bucaneros, a lo largo de un viaje existencial, sensual, romántico, emocionante, despiadado...

La "dorada pirata" concluye su odisea en el plato y su imagen final nos evoca la dureza del personaje en ese pan tostado y a ese planteamiento colorista de Tourneur. El azul del plato oceánico, el rojo del tomate sangriento, el verde del perejil, la salsa marítima y el pescado listo para la última batalla. Una obra por descubrir. Una receta por preparar. Os llegó el momento, piratas...

jueves, 16 de julio de 2015

SALMÓN CON MAYONESA DE AGUACATE Y ENSALADA MEXICANA





Toca salir a conocer los placeres culinarios de otras mesas. Pero no puedo abandonar el barco sin antes poner en el escaparate una nueva receta para satisfacer vuestras ansias de cocinar (que espero sean muchas, las mías no dejan de crecer). Para la ocasión vuelvo a tirar de uno de mis pescados favoritos: el salmón. Pero como el sol sigue azotándonos de mala manera, vamos a refrescar la receta con una ensalada y una mayonesa de aguacate. Nuevas virtudes y variados matices para experimentar con sabores, mezclas, género... Y además, sano-sanísimo. Casi nada. Pues sin más, ¡mandiles arriba! 

INGREDIENTES (2 personas)

Para el macerado
2 lomos de salmón
Salsa de soja
Aceite de oliva
Aceite de sésamo
1 limón

Para la ensalada
1 aguacate
1 tomate
1 cebolla (blanca o morada)
Cilantro fresco
1 lima
Sal y aceite de Oliva

Para la mayonesa de aguacate

1 aguacate pequeño
1 huevo
1/2 lima (y su ralladura)
100 grs de aceite de Oliva suave
Cilantro fresco
Vinagre de arroz
Sal 

Tiempo: 20 minutos





Macerado

Lo primero de todo es dejar macerando el salmón. Así que lo colocamos en una bandeja y le rociamos con salsa de soja (como dos cucharadas), aceite de oliva (dos cucharadas) y aceite de sésamo (un chorrito, que es muy aromático y no necesita más). Lo tapamos y lo dejamos macerar tranquilamente mientras preparamos el resto del plato. NOTA: Ojo con la sal que añadáis, que la soja ya aporta bastante. Tendréis que tener el gusto alerta para no pasaros.

Lomos de salmón macerándose

La mayonesa

Ponemos en el vaso de la batidora el huevo, la sal (un pellizco) y el aceite de oliva. Bajamos la batidora y trituramos hasta obtener una mayonesa cremosa. 


Añadimos un poco de vinagre de arroz, el zumo de la lima y su ralladura, el cilantro y el aguacate troceado. Volvemos a batir hasta que se integren todos los ingredientes. Probamos y corregimos según nuestro sabio paladar. Guardamos en un bol con papel film en la nevera. 

La ensalada


Básicamente se trata de hacer una especie de "pico de gallo" muy típico de Méjico. Para ello cortamos en brunoise la cebolla y el tomate y lo colocamos en un bol. Añadimos el aguacate en trocitos y por último el zumo de la lima, el cilantro bien picado, sal y aceite de oliva. Removemos bien y listo. 

Últimos coletazos

Sacamos el salmón de la nevera, escurrimos un poco el líquido del maridaje. Ponemos una plancha o sartén al fuego (sin aceite) y calentamos a potencia alta. Cuando alcance el calor, lo bajamos a la mitad y disponemos los lomos de salmón.

Dejamos cocinar unos 3-4 minutos por cada lado. 

¡Y a emplatar! Colocamos un lomo de salmón en un plato que luzca (el mío de pizarra) y vertemos por encima nuestra ensalada mejicana. Pintamos una línea de mayonesa de aguacate (el resto la servimos en un bol para que cada cual se sirva a su gusto) y terminamos decorando con unas hojas de cilantro fresco. ¡Que aprovehce, hitchcookian@s!